Este artículo se publicó hace 7 años.
El PSC margina a Susana Díaz de la campaña del 21-D
Los socialistas catalanes mantienen distancias con la andaluza en los principales mítines de cara a las autonómicas dado su “marcado perfil centralista”. El PSOE-A le busca hueco en pequeños actos en las Casas de Andalucía en Catalunya.
Daniel Cela
Sevilla-
Históricamente los presidentes de Andalucía —siempre gobernada por el PSOE— se han involucrado política y personalmente en las elecciones de Catalunya, donde hay más de 850.000 andaluces censados (en torno al 9% de los 8,3 millones de habitantes). A menos de un mes para los comicios catalanes del 21 de diciembre, Susana Díaz se enfrenta a la posibilidad de ser la primera presidenta de la Junta marginada de la campaña del PSC, dado que el equipo de Miquel Iceta no cuenta “de momento” con ella para los principales mítines.
“No está prevista su asistencia aún”, confirman desde su entorno, aunque advierten de que ningún barón territorial del PSOE tendrá “mucho peso en esta campaña”. También reconocen la singular importancia de la presidenta de Andalucía, dado el número de conciudadanos que residen en Catalunya, pero desde la dirección federal y el equipo de campaña de Iceta aún están valorando si sería “contraproducente” la presencia activa de Susana Díaz. “Aunque sea injustamente, muchos la identifican con un marcado perfil centralista próximo a Rajoy”, dice una fuente de Ferraz. Por ahora se sabe que el presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, sí intervendrá en uno de los mítines centrales, y se baraja la participación de Ximo Puig (Valencia), Francina Armengol (Baleares) y Ángel Gabilondo (Madrid). La ejecutiva del PSOE-A se ha puesto “a disposición de lo que necesiten” sus compañeros catalanes, pero estos aún no les han llamado.
"El alineamiento de Díaz con Rajoy frente al desafío catalán hace que el PSC prefiera mantenerla alejada de primera línea"
La fractura entre Susana Díaz y Miquel Iceta sigue siendo grande desde que el catalán sirvió de ariete incondicional a Pedro Sánchez para recuperar la secretaría general del partido y derrotar a la sevillana. Este cisma orgánico y el alineamiento de Díaz con el Gobierno de Mariano Rajoy frente al desafío independentista hacen que el PSC se incline por mantenerla alejada de la primera línea para la campaña electoral. El asunto se ha convertido en un problema interno para el PSOE andaluz, que percibe el contraste entre la agenda catalana del líder del PP andaluz, Juanma Moreno, y de Ciudadanos, Juan Marín, y la ausencia de días señalados para Díaz. Los socialistas andaluces están en conversaciones con Barcelona tratando de buscarle actos pequeños y cercanos en las Casas de Andalucía de Catalunya. Desde la Junta, dan por hecho que la presidenta no coincidirá con Iceta ni con Sánchez en ningún mitin importante. “Quieren que sea una campaña muy catalana”, dice un consejero.
En 2015 todos los líderes políticos andaluces participaron activamente en la campaña de las elecciones catalanas del 27 de septiembre. A Catalunya se le ha llamado siempre “la novena provincia andaluza” porque es la región donde viven más andaluces fuera de Andalucía. La mayoría proviene de la corriente migratoria de los años 60, cuando la falta de trabajo y oportunidades laborales del sur hizo que miles de familias se marcharan a probar suerte en el norte. Alrededor de un millón de catalanes tiene origen andaluz. Cuando toca volver a las urnas, los grandes partidos con implantación nacional siempre han pedido apoyo de sus homólogos andaluces, tratando de captar el voto de los hijos y nietos de aquellas familias emigrantes.
"En 2015, Díaz hacía campaña por el PSC, por el PSOE y por su propia candidatura en ciernes"
Las elecciones de 2015 en Catalunya se plantearon como una consulta plebiscitaria, entre los independentistas y los que abogaban por la unidad de España. La dirección del PSC llamó a Susana Díaz para que se implicase activamente en la campaña y la presidenta andaluza aceptó. Coincidió con Iceta en un mitin, participó en algunos actos en la comarca del Baix Llobregat, con alta concentración de población andaluza, en el otrora cinturón rojo de Barcelona y en las Casas de Andalucía… muchas veces acompañada de su amiga, la malograda exministra de Defensa, Carme Chacón. El PSOE-A ha ofrecido a Iceta la misma fórmula, pero la situación ha cambiado por completo. En 2015, Díaz hacía campaña por el PSC, por el PSOE y por su propia candidatura en ciernes, porque en esos días ya aspiraba con sigilo a la secretaría general del partido, un cargo que le disputó a Sánchez a cara de perro, y que se se convertiría en su mayor fracaso político hasta la fecha.
Díaz, aliada de Ciudadanos
Las primarias del PSOE abrieron una profunda cicatriz en el seno del PSOE que aún no se ha curado. Esa grieta todavía separa a Díaz de la dirección federal de Sánchez, donde han entrado muchos antisusanistas andaluces, pero también le distancia de su gran valedor, el líder del PSC, Miquel Iceta, candidato a president de la Generalitat. En noviembre de 2016, poco después de que Díaz y los barones territoriales “derrocasen” a Sánchez e impusieran una gestora al frente del partido, Iceta viajó a Sevilla para prometerle a la presidenta andaluza que él y su agrupación serían neutrales en las futuras primarias. Tras la sonora derrota, Díaz confesaría que supo que el catalán la “traicionaría” en cuanto salió por la puerta.
"Las primarias evidenciaron el rechazo mayoritario de los socialistas catalanes a Díaz"
Las primarias evidenciaron el rechazo mayoritario de los socialistas catalanes a Susana Díaz, que logró reunir poco más de mil votos en el fuero del PSC. El entorno de Iceta y de Sánchez le dibujó un traje españolista a la presidenta andaluza, un perfil que ella misma había cultivado en el pasado por sus continuos reproches a “los privilegios de Catalunya”, pero que fue exagerado por sus rivales en el PSOE hasta casi convertirla en persona non grata en Catalunya.
La campaña arranca el próximo 5 de diciembre y se repiten circunstancias muy similares a las de hace dos años: los comicios vuelven a aparecer bajo el formato ficticio de un plebiscito -independentistas contra unionistas- y en el PSOE siguen coexistiendo dos almas, aunque ahora, ni Susana Díaz es tan fuerte como lo era en 2015 ni el PSC está tan débil.
La presidenta andaluza ya no es un activo político rentable para el candidato socialista catalán. Díaz habla claro y nunca ha usado paños calientes para apoyar al Gobierno de Mariano Rajoy frente al desafío independentista, respaldó la aplicación del artículo 155 de la Constitución antes que el propio Sánchez y en todo este tiempo ha tenido una posición firme que incomoda a muchos en el PSC. “No es que diga algo distinto a lo que decimos nosotros, es cómo lo dice”, dice un miembro de la Ejecutiva federal, que reprocha a la sevillana haber explotado en el pasado el frentismo entre el norte y el sur. Y añade: “Además está muy reciente su pulso con Pedro y Miquel”. Sea por su estilo personal, por un pasado de denuncias continuas contra “los privilegios catalanes frente a los agravios andaluces” o por su falta de sintonía con Iceta. O puede ser, como dice la versión andaluza, por cierto “clasismo” y “machismo” de sus compañeros del norte.
"La presidenta andaluza ya no es un activo político rentable para el candidato socialista catalán"
Existe otra razón por la que el PSC mantiene distancias con Díaz: Al margen de los independentistas, la gran rival de Iceta es la candidata de Ciudadanos, Inés Arrimadas, que parte como la favorita entre los partidos unionistas. Sánchez ya ha arrancado la campaña asegurando que los socialistas no harán presidenta a Arrimadas, porque “C’s es la media naranja del PP”. “El PSOE es un partido de izquierdas y C’s se ha situado a la derecha del PP”, ha sentenciado el líder socialista, marcando distancias con la presidenta andaluza, que gobierna cómodamente con la formación de Albert Rivera. Gracias a ese pacto, Susana Díaz disfruta de una estabilidad política que no existe ni en el Gobierno de la nación ni en el resto de comunidades, y que convertirá esta semana a Andalucía en la primera región en aprobar sus presupuestos autonómicos para 2018.
Entretanto, los líderes del PP andaluz, Juan Manuel Moreno, y de Ciudadanos, Juan Marín, ya han confirmado que participarán activamente en la campaña electoral en Catalunya. El presidente del PP-A, nacido en Barcelona, tiene previsto viajar allí al menos tres veces en precampaña y campaña. C’s también está muy agitado estos días. Su portavoz, Juan Marín, quiere acompañar a Arrimadas (nacida en Jerez), en algún mitin importante, pero la agenda aún no está cerrada. El resto de diputados y colaboradores del grupo parlamentario estarán en Catalunya el día de la votación -21 de diciembre- para participar como interventores en los pueblos donde el partido no cuenta con personal suficiente.
"En 2015, Díaz hacía campaña por el PSC, por el PSOE y por su propia candidatura en ciernes"
La semana pasada, el Parlamento andaluz aprobó modificar el calendario legislativo a petición de PSOE, PP y Ciudadanos para los diputados de estos grupos puedan participar activamente en la campaña de las elecciones en Catalunya. La sesión plenaria prevista para los días 20 y 21 de diciembre coincidían con la jornada de reflexión y el día de la votación, y la Mesa de la Cámara lo adelantó 24 horas, al 19 y 20 de diciembre. Podemos e IU votaron en contra y se quejaron de que los comicios catalanes alteren el normal funcionamiento del Parlamento andaluz, aunque a nadie se le escapa que el problema catalán ha monopolizado el debate político en Andalucía desde hace meses.
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