Este artículo se publicó hace 4 años.
La propagación del coronavirus en Andalucía fuerza a Moreno a tomar medidas
La Junta confina un municipio y trata de frenar la transmisión en entornos de confianza mientras la incidencia de la covid aumenta poco a poco desde finales de agosto. Salud hace menos PCR por habitante que otras CCAA y su índice de positivos dobla el que la OMS considera razonable, al igual que en España, pero la presión sobre las camas hospitalarias es aún baja
Sevilla-
La propagación del coronavirus en Andalucía ha forzado al Ejecutivo que preside Juanma Moreno (PP) a tomar decisiones de cierto calado. Así, por primera vez desde que se levantó el estado de alarma, un municipio, Casariche (Sevilla, 5.593 habitantes), ha sido confinado –aunque no del todo, se puede salir de casa para cuestiones "prioritarias"– y los servicios de Salud harán "cribados masivos" en otras once poblaciones donde la incidencia del virus es mayor.
El consejo de Gobierno aprobó además este martes una estrategia de actuación –que recoge restricciones al ocio y de aforos– que se aplicará allí donde se supere una incidencia de 500 casos por cada 100.000 habitantes. Los mensajes que lleva algunos días lanzando el consejero de Salud, Jesús Aguirre, son muy claros: es conveniente reducir los contactos, sobre todo en entornos de confianza, como los familiares. El Gobierno andaluz calcula que el 80% de las nuevas transmisiones del virus se produce en este tipo de encuentros y se ha propuesto ceñirlos a seis personas.
"Cuidándote tú, cuidas de tu familia", resumió el consejero, en rueda de prensa. Aguirre alertó de que el volumen de asintomáticos es "muy grande", al igual que el de personas jóvenes que dan positivo en las pruebas, que son quienes al final pueden "contagiar a padres, abuelos o familiares, y ese es el problema".
Los datos del virus en Andalucía
La tasa de incidencia del virus no ha parado de crecer desde finales de agosto en la Comunidad, según los datos oficiales disponibles en la web del Ministerio de Sanidad. Así, de una tasa de 97,29 diagnósticos por cada 100.000 habitantes a finales de agosto se ha pasado a los 161,24 de este martes, a finales de septiembre. Caso a caso, día tras día, Andalucía ha pasado de ser la tercera Comunidad –sin contar Ceuta y Melilla– con la menor incidencia, tras Asturias y Extremadura, a ser la sexta, después de Comunidad Valenciana, Canarias, Galicia, Asturias y Cantabria.
Además, Salud apenas hace pruebas PCR –las que ofrecen una mayor fiabilidad en este momento– en términos comparativos con el resto de Comunidades Autónomas, lo que lleva a computar menos positivos. La última cifra disponible, de la semana del 18 al 24 de septiembre, revela que mientras en Andalucía la tasa de PCR realizadas era de 505,88 por cada 100.000 habitantes, la media española era de 1.532,93 por cada 100.000 personas, tres veces más.
El número de casos positivos por prueba realizada, doblaba –según los datos disponibles en la web del Ministerio– la semana pasada el recomendado por la OMS y está por encima de la media española, lo que, según los expertos consultados por Público, sin ser definitivo, da pistas de que el control de la epidemia no es el deseable y podría indicar –en combinación con otros datos, como a qué grupos se hacen las pruebas– que está fuera de control. En España, el 11,5% de las PCR dieron positivo la semana del 18 al 24 de septiembre, mientras que en Andalucía el dato fue del 11,6%, una décima más. Lo recomendable es el 5%. Por encima de esa cifra, cuidado.
El consejero de Salud confió este martes en que un nuevo tipo de prueba diagnóstica, llamada test de antígenos, que funciona de forma parecida a un test de embarazo, va a resolver estos problemas y va a "disparar de forma exponencial" la tasa de PCR por 100.000 habitantes. "Mientras mayor sea, menor será el porcentaje de positivos", dijo Aguirre. La "generalización" de estas pruebas, que va a llevar a cabo Andalucía, según anunció, supondrá una "revolución" porque están "equiparadas a los PCR en su capacidad diagnóstica" y reducen a unos 15 minutos el tiempo de espera hasta conocer el resultado de la misma.
Y, en paralelo, la atención primaria, la que se encarga –entre otras muchas cosas– de la vuelta a las clases presenciales, las residencias de mayores y el rastreo de casos, sufre una presión asistencial muy fuerte, que mayormente se atiende por teléfono –hasta un 60% de las consultas–. La tensión en los centros de Salud ha causado severas críticas de los profesionales y familiares, además de angustia y desconcierto.
Al respecto, Aguirre aseguró que el Gobierno trabaja con colegios profesionales de médicos, enfermería, veterinarios y farmacéuticos "para incorporar a profesionales jubilados" de dichos colectivos para "labores de seguimiento de la covid". "Para nosotros es muy importante liberar un pool muy importante sobre todo a nivel de enfermería, primero para estos test que estamos poniendo en marcha", y también para prepararlos para la campaña de vacunación de la gripe que la Junta presentará "posiblemente a partir de la semana que viene", afirmó el consejero.
No todos los datos son, sin embargo, negativos. Es muy relevante, según los expertos consultados por Público, conocer también –además de los datos que ofrecen las PCR– la presión sobre las camas hospitalarias, que no es aún elevada en Andalucía, y también la edad media de los positivos, lo que de ser baja, como es hoy en la Comunidad, resta presión sobre el sistema sanitario.
En Andalucía, el 7,62% de las camas están ocupadas por pacientes covid, por debajo de la media del país, que está en el 9,65%, con picos importantes en Madrid. Y el número de pacientes hospitalizados es un 59% inferior al del pico de la pandemia registrado a finales de marzo y "casi un 65%" menor la cifra de ingresados en unidades de Cuidados Intensivos respecto a esa misma fecha, según Salud.
Así, para el consejero, "la variable importante es el número de ocupaciones de camas que tenemos, la tensión que tenemos dentro del sistema sanitario". Aguirre señaló que la subida en el número de hospitalizados es ahora "escalonada" en Andalucía y "mantenida", de forma que "no hay un pico como había en la primera ola".
Sobre el perfil de los pacientes, Aguirre indicó que los de la primera ola era el de personas "muy mayores, pluripatológicas, que daban positivo y que la mayoría tenían complicaciones y teníamos que hacer ingresos hospitalarios", mientras que "en esta segunda ola la franja de mayor positividad es la de 15 a 29 años" de edad, y la segunda es la de 30 a 39 años, pero "entre las dos franjas" sólo concentran "el 0,1% de los ingresos hospitalarios y en UCI", según ha informado.
Equilibrio entre control y economía
La gestión del Gobierno andaluz tras el levantamiento del estado de alarma ha tenido momentos erráticos, con líos y desmentidos dentro del Gobierno incluidos, y ha sido severamente criticada por la oposición y por los profesionales y sindicatos sanitarios, debido a la expansión de las cifras y a la tensión en los centros de salud.
A pesar de los datos y de que el Gobierno había decidido actuar debido a la expansión del virus, el portavoz del Ejecutivo, Elías Bendodo, no se resistió a sacar pecho y defendió que "Andalucía está resistiendo mejor que la media de las comunidades autónomas" tanto la primera como la "segunda ola" de la pandemia. "No es una opinión, son datos", remachó Bendodo, que se agarró a la cifra de incidencia del virus para afirmar tal cosa.
El presidente de la Junta, Juanma Moreno, en un desayuno informativo organizado por El Confidencial, antes de que se reuniera el consejo de Gobierno, había marcado el camino a seguir: "Vamos a hacer las cosas con mucho equilibrio y con mucho rigor, siempre teniendo en cuenta las opiniones de los técnicos, no opiniones políticas, y sabiendo siempre que cada decisión que tomamos desde el Gobierno de Andalucía o desde cualquier otra administración que suponga la pérdida de movilidad de personas, de bienes y de servicio, estamos limitando el desarrollo, la prosperidad y el crecimiento".
Moreno insistió en que decisiones de este tipo "tienen que basarse en el rigor, en la máxima seriedad y la máxima reflexión para evitar que el contagio se nos vaya de las manos, pero al mismo tiempo posibilitar el desarrollo económico y la prosperidad" de Andalucía.
Desde que comenzó la pandemia y se declaró el estado de alarma, Andalucía ha sufrido, según los datos disponibles en los registros civiles, tres periodos de exceso de muertes, al igual que en España. El Instituto de Salud Carlos III hace estimaciones de mortalidad esperada mediante modelos restrictivos de medias históricas basados en la mortalidad observada de los últimos 10 años. Cuando en al menos dos días consecutivos las defunciones observadas estén por encima del percentil 99 de las defunciones estimadas, se estima que existe un exceso de mortalidad.
Según esta definición, entre el 17 de marzo y el 21 de abril, falleció un 17,5% de personas más de la media. Entre el 28 de julio y el 6 de agosto, un 15%, y entre el 6 de septiembre y el 19 de septiembre pasados, el 12,6%.
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