El candidato socialista a la Presidencia del Gobierno, Pedro Sánchez, quiso dejar claro este miércoles que no entra en sus planes la "gran coalición" ni gobernar con el PP o con Ciudadanos. "¿Dónde vamos a ir con partidos políticos que pactan con la ultraderecha?", se preguntó.

Y es que por primera vez en lo que va de precampaña gran parte de su mitin los dedicó a arremeter contra los dos partidos de derecha, a los que acusó de no tener un proyecto para España y de no estar haciendo campaña porque buscan una baja participación electoral. "Quieren la demovilización y se conforman con subir unos cuentos escaños", remarcó.

Sánchez hasta se defendió de las críticas de ambos partido por haber anunciado la subida de las pensiones conforme al IPC real, y rechazó que eso fuese electoralismo, "lo que no voy a consentir es que los pensionistas vayan a ser las víctimas del bloqueo de la derecha", dijo.

El dirigente socialista contrapuso su equipo económico a los del PP y Ciudadanos; dijo que Albert Rivera "se les están acabando ya las chaquetas" de tanto cambiarse; y censuró las acusaciones de la derecha por la exhumación del dictador Francisco Franco. «Dicen que exhumar a Franco divide a la sociedad. No, señor Rivera, no. Exhumar al dictador engrandece a la ya de por sí gran democracia española», afirmó.

Pero Sánchez endureció este miércoles el tono de sus críticas y hubo para todos. También tuvo palabras de reproche para Unidas Podemos y dijo que fuera de España se sorprenden cuando explica que, "por cuatro ocasiones, un partido de izquierda impidió que hubiera un Gobierno socialista", dijo,

Además, Sánchez hizo hincapié en las divisiones que se están dando en la izquierda y, aunque sin citar a Más País, hizo mención a que "la CUP se presenta por dos partidos" en Catalunya, en referencia a que el candidato de la formación que lidera Iñigo Errejón, quien se presentó como concejal por este partido antisistema en las municipales.

La Catalunya de carne y hueso

Pese a estar en Catalunya, Sánchez no hizo especial mención al conflicto salvo para reiterar que los independentistas han fracasado y que la apuesta de los socialistas es por el diálogo y la convivencia, dos mensajes que suele repetir en todos sus actos.

Eso sí, Sánchez indicó que si gobierna, "en Moncloa habrá un Ejecutivo que piense en los problemas reales de los catalanes y sus necesidades", porque para el candidato socialista es necesario que haya un Gobierno que se preocupe "por los problemas de la Catalunya de carne y hueso", dijo.

Finalmente, Sánchez abogó por la necesidad de que España tenga un Gobierno estable. "No vamos a jugar más a la ruleta rusa"; dijo, "vamos a desbloquear ya esta situación, porque necesitamos un Gobierno, pero no cualquier Gobierno", dijo.