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El PP, víctima de sí mismo: así se decidieron las fechas del debate de investidura

El camino hasta los días 26 y 27 de septiembre, cuando se celebrará el pleno de investidura, se puede hacer muy largo para un Feijóo que ha constatado que no tiene opciones.

Partido Popular Feijóo Gamarra Rueda Rajoy
De izquierda a derecha, Cuca Gamarra, secretaria general del PP; Alberto Núñez Feijóo, presidente de la formación; Alfonso Rueda, presidente de la Xunta de Galicia y Mariano Rajoy, expresidente del Gobierno. Lavandeira jr / EFE

Alberto Núñez Feijóo y Francina Armengol hablaron hasta en dos ocasiones por teléfono entre los días 22 y 23 de agosto. De ese contacto, según fuentes cercanas a la presidencia del Congreso, Armengol extrajo la información suficiente para elegir la fecha de investidura: los días 26 y 27 de septiembre.

Ella es quien tiene la potestad fijarla. Las mismas fuentes señalan, no obstante, que fue el propio Feijóo quien pidió tiempo e, incluso, quien sugirió a la presidenta de la Cámara que, salvo alguna excepción, en anteriores legislaturas los candidatos habían tenido alrededor de 30 días de margen desde que los propuso el rey hasta que se sometieron a la confianza de la cámara.

En Génova sostienen que fue al revés. "A nosotros nos bastaba con diez o doce días", aseguran desde el partido en conversación con Público. Además, deslizan que fue la presidenta del Congreso quien les informó de que, si se fijaba el debate de investidura en ese tiempo, una posible repetición electoral acabaría cayendo en fiestas navideñas. Desde la presidencia de la Cámara Baja, también en palabras para este medio, niegan en rotundo esa versión y descartan que, en algún momento, ellos tuvieran en cuenta las Navidades para decidir cuándo se iba a llevar a cabo el pleno de investidura. 

Las dos versiones coinciden en que el PP pidió tiempo para poder tejer una red de apoyos suficiente —algo que se está demostrando muy complicado, casi quimérico—, pero difieren en quién fue el que puso sobre la mesa esos 34 días de media, grosso modo, entre el designio del jefe del Estado y el debate, que, efectivamente, tuvieron la mayoría de los candidatos antecesores de Feijóo. Ambas partes aseguran que estuvieron de acuerdo en ello, pero que fue el otro quien lo propuso. En el ánimo de Armengol, aseguran fuentes cercanas, "siempre estuvo agilizar el proceso y poner las cosas fáciles". 

Ambas partes aseguran que estuvieron de acuerdo en ello, pero que fue el otro quien lo propuso.

En el PP van un poco más allá y critican que el PSOE les acuse de "hacer perder el tiempo a los españoles" por haber estirado tanto los plazos, en referencia a varias declaraciones de figuras socialistas, entre ellas, Isabel Rodríguez, ministra de Política Territorial y portavoz del Gobierno en funciones. 

Sin embargo, en lo que no cabe ninguna duda es en las expresiones públicas de algunas figuras del Partido Popular. Más en concreto, una que emitió Elías Bendodo, coordinador general de la formación, en una entrevista en la Cadena Ser el propio miércoles 23 de agosto

Bendodo explica que Alberto Núñez Feijóo no iba a empezar la ronda de contactos con los partidos hasta el siguiente lunes, día 28, cuando la Mesa del Congreso iba a ratificar los grupos parlamentarios, con lo que, afirma, "no tendría sentido que esa misma semana se propusiera el debate", descartando un intento rápido de investidura. Apostilla: "No daría tiempo".

Es en ese punto cuando sugiere, a través de las ondas, que "la presidenta tendría que calcular los tiempos para que esos dos meses [en referencia al tiempo que media entre el eventual fracaso de una investidura y la repetición electoral], si nadie consiguiera la mayoría de la Cámara y hubiera elecciones, no coincidieran con la fecha de Navidad". A todas luces, una sugerencia.

Dos fotografías a 31 de agosto

Así las cosas, el país espera un debate de investidura que, salvo sorpresa meridiana, no tendrá como resultado un Feijóo presidente. El candidato popular, no obstante, tiene todavía por delante varios encuentros. No se producirá ninguno más con Pedro Sánchez, en eso coinciden fuentes tanto de Ferraz, como de Génova; pero Feijóo sí se encontrará, en principio, con Yolanda Díaz (Sumar), Aitor Esteban (PNV) o Santiago Abascal (Vox), a pesar de que el PP ya cuenta con el apoyo de Vox. La cita con Junts per Catalunya continúa en el aire.

Eso en lo que concierne a la vía para el debate de investidura del PP porque el bloque progresista avanza, muy lentamente, en una senda paralela. Ha sido Puigdemont, en un tuit, quien ha evidenciado las dos cosas. Por un lado, que hay contactos y, por otro, que son lentos.

El líder de JxCat ha confirmado que existen "diálogos previos" con algunas fuerzas políticas. "La mayoría", concreta, "son conversaciones que ya mantenían en la legislatura pasada". Sin embargo, establece una diferencia entre esos "diálogos" y unas negociaciones oficiales. No se puede hablar, todavía, de una negociación como tal para una eventual investidura de Pedro Sánchez. Sí, de contactos para "fijar el marco de las negociaciones", o bien para ver que "no hay nada que negociar". 

Esas son las fotografías, a 31 de agosto, de los dos procesos paralelos. Feijóo, además de con los candidatos mencionados, también se reunirá con algunos presidentes autonómicos. Ya lo ha hecho con el lehendakari Íñigo Urkullu, que le ha emplazado a hablar, directamente, con el grupo parlamentario del PNV. No lo hará con el catalán Pere Aragonés, que ya lo ha rechazado. Muchos días por delante y, a priori, poca agenda (o poco útil) para Núñez Feijóo. 

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