Hace 10 días que estalló el caso Koldo y en todas las conversaciones mantenidas por Público en torno a este asunto con distintos dirigentes del Partido Popular ha salido, con estas u otras palabras, la siguiente reflexión: "Son los mismos que nos echaron con una moción de censura a Rajoy por corrupción". El PP, que ya ha dejado claro que no se plantea ahora mismo este escenario, no solo ve en la trama de las mascarillas el tema que "más daño" puede hacer al Gobierno, sino también la oportunidad de darle la vuelta al relato instaurado en la primavera de 2018.

Entre el 31 de mayo y el 1 de junio de aquel año, el Congreso celebró la moción de censura al entonces presidente del Ejecutivo, el popular Mariano Rajoy, que le desalojó de La Moncloa. La moción, pergeñada por Podemos, la presentó el PSOE tras la sentencia sobre la primera parte de la Gürtel que apuntaba directamente al PP como "partícipe a título lucrativo" de los delitos cometidos por aquella trama. En la parte socialista fue José Luis Ábalos —entonces secretario de Organización del PSOE y todopoderoso hombre de Pedro Sánchez— quien la defendió desde la tribuna, pidiendo no "regalarle la impunidad" al "círculo perfecto de corrupción" que representaba el PP.

Ni 24 horas desde la detención de su exasesor —fue detenido el miércoles 21 y puesto en libertad el jueves 22— tardó Génova en recordar el papel protagonista de Ábalos en la moción de censura a Rajoy. "Llevan seis años llamándonos corruptos, y mira", apuntan fuentes del PP.

Lo cierto es que, por el momento, no se investiga el exministro socialista dentro de la operación Delorme, el nombre que se le ha dado al caso y el apellido del inventor de las mascarillas en el siglo XVII. Además, el PSOE le pidió que asumiera las responsabilidades políticas de haber dado entrada en su Ministerio a Koldo García y que dejara su escaño, pero Ábalos se ha agarrado a su acta de diputado y se ha pasado al Grupo Mixto. El PSOE le suspendió de inmediato de militancia y ha abierto un expediente disciplinario contra él.

Objetivo Armengol

Para los populares, es un "cortafuegos". Insuficiente. "Si a Rajoy lo echaron, aquí debería caer también gente, ¿no?", apunta un diputado del PP. Quieren caza mayor y en este momento toda su ofensiva se centra en Francina Armengol, la presidenta del Congreso. Tanto ella como el ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, compraron mascarillas a la empresa investigada en la trama cuando eran presidentes autonómicos de Balears y Canarias, respectivamente.

En el caso de Armengol, el PP pide directamente su dimisión. "Tiene como principal cometido representar a todos los españoles como tercera autoridad del Estado. Compromete la honorabilidad del Congreso. No puede llegar al próximo pleno siendo presidenta del Congreso", dijo Borja Sémper, portavoz nacional del PP, el viernes en una rueda de prensa sobrevenida para hablar de las informaciones que se iban conociendo a través de los medios de comunicación.

Tan volcado está el PP en exprimir el caso Koldo que ha creado un comité de seguimiento del asunto con varios miembros de la dirección nacional de Feijóo, y con Cuca Gamarra, secretaria general, a la cabeza.

Objetivo PNV

Pero la vendetta por el trauma que supuso para el PP la moción de censura a Rajoy no solo implica a la izquierda, también al PNV. "Sobre todo al PNV", señala un dirigente popular muy crítico con la equidistancia que dicen ver ahora en los nacionalistas vascos. Quieren que actúen como en 2018, cuando poco más de un semana después de apoyar al PP en la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado echaron del Gobierno a Rajoy votando la moción de censura.

Aitor Esteban defendió entonces que su voto en contra no cerraría la crisis de credibilidad del Gobierno porque, entre otras cosas, se preveía un "goteo" continuo de noticias de los tribunales. Es lo mismo que esperan en el PP que suceda ahora: "Esto acaba de empezar", señalan desde el entorno de Feijóo.

Por el momento, ningún alto cargo del PSOE está siendo investigado por su implicación en la trama ni consta ningún señalamiento judicial al partido.