El PP de Feijóo tropieza a las puertas de la campaña arrastrado por sus pactos con Vox
La preocupación se ha hecho palpable en Génova, donde ponen el punto de inflexión en la polémica en Extremadura. Se suman el sobresueldo de Feijóo y la batalla contra RTVE.
Madrid-
Cuando quedan poco más de 20 días para las elecciones generales, esta no ha sido una semana fácil para el Partido Popular. Si tras la contundente victoria del 28M la campaña de Alberto Núñez Feijóo parecía encarrilada, convencidos en el PP de que habían sellado ya el "cambio de ciclo" político, en los últimos días su control del relato se ha ido a pique.
La preocupación se ha hecho palpable en Génova, donde ponen el punto de inflexión en la polémica en Extremadura.
Pero María Guardiola no ha sido el único asunto difícil de gestionar para la cúpula popular. El sueldo de Feijóo, del que todavía hay más dudas que certezas, su negativa a asistir a los debates y su guerra con la televisión pública han cercado a un PP que protege a Feijóo con voto de silencio.
La semana de vía crucis de Guardiola
Nadie niega que el ruido en torno al pacto con Vox en Extremadura ha reventado las costuras del PP. Y por más de un sitio. El más evidente ha sido la rapidez con la que María Guardiola pasó de comprometerse a no meter nunca a la extrema derecha en el gobierno a hacer eso mismo que dijo que no haría.
Este viernes, después de firmar con Vox un acuerdo del que se borra el reconocimiento de la violencia machista y que le da a los ultras la Consejería de Gestión Forestal y Mundo Rural, Guardiola intentó justificarse así: "Mi palabra no es tan importante como el futuro de los extremeños".
Mientras la dirigente extremeña pasaba por el trago de defender ahora un acuerdo que rechazó con ahínco haciendo gala de principios —"Yo no puedo dejar entrar en mi Gobierno a aquellos que niegan la violencia machista, a quienes usan el trazo gordo, a quienes están deshumanizando a los inmigrantes, y a quienes despliegan una lona y tiran a una papelera la bandera LGTBI", dijo—, Feijóo, que forzó a Guardiola a replegarse en su guerra contra Vox y pactar, le daba el último tirón de orejas: "Reivindico la política de la palabra. Sin palabra no hay política".
"Guardiola, como dice Sánchez, no ha mentido, ha rectificado", bromea un dirigente popular. Lo cierto es que Feijóo también defendió que no había que dejar entrar a Vox en el Gobierno de Extremadura porque solo tenían el 8% del voto. A Génova le parece ahora un buen acuerdo.
Esta semana también se ha cerrado el pacto en Balears, donde Vox dejará gobernar a la popular Marga Prohens en solitario, y solo quedan Aragón y Murcia, el más encallado de todos. Fuentes populares no descartan una repetición electoral.
El sobresueldo de Feijóo
La otra polémica que ha cercado a Feijóo esta semana ha sido la de su sueldo como presidente del PP. La negativa durante meses de Génova a reconocer que el líder de la oposición cobraba un salario del partido, además del que le corresponde como senador, le ha estallado a los populares a las puertas de las generales.
Presionados por la opinión pública, la dirección nacional del partido filtró esta semana que Feijóo cobró en 2022 39.260 euros del PP. Una cifra imposible de contrastar de manera oficial porque el presidente del PP no ha actualizado su declaración de bienes en el Senado, como obliga el reglamento de la Cámara Alta.
Un ejercicio de transparencia que, como ha publicado elDiario.es, sí ha hecho Esteban González Pons. Actualizó su declaración de intereses económicos ante el Parlamento Europeo —es eurodiputado— para incluir los entre 12.012 y 60.000 euros anuales que cobra como vicesecretario general del PP.
Un atril vacío en los debates
Es precisamente Pons quien, desde la retaguardia, lidera la batalla del PP contra Radio Televisión Española. El PP se niega a acudir al debate a cuatro entre Sánchez, Feijóo, Yolanda Díaz y Santiago Abascal —líderes de los cuatro partidos que se presentan a las generales a nivel nacional— que propone la televisión pública.
El equipo de Feijóo solo acepta un cara a cara con Sánchez, que será en Atresmedia, y un debate a siete en el que también estén ERC, PNV y Bildu. La propuesta de la cadena pública es que este lo protagonicen los portavoces parlamentarios.
El no de Feijóo a debatir con Sánchez, Díaz y Abascal, si el PP no cambia de decisión antes del lunes, dejará una imagen para la posteridad porque las tres formaciones han acordado que, de no acudir al debate el líder de la oposición, se colocará un atril vacío para señalar su ausencia.
Al cierre de esta información Génova insistía en su rechazo. La máxima, después de los tropiezos recientes, es no asumir riesgos.
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