El PP de Feijóo trata de reinventar el 'baltarismo' sin Baltar
Los popoulares intentan a toda costa conservar la Deputación y la red clientelar tejida en torno a ella, mientras el PSdeG negocia con Gonzalo Pérez Jácome para hacerse con la presidencia de la institución.
A Coruña--Actualizado a
El Partido Popular ha iniciado una carrera a la desesperada para tratar de conservar la Deputación de Ourense tras el anuncio de su presidente provincial, Manuel Baltar, de que renuncia a seguir al mando de la institución.
Según fuentes del partido en la provincia, el PP estaría intentando alcanzar acuerdos con el PSOE, con el BNG e incluso con la Democracia Ourensana de Gonzalo Pérez Jácome para tratar de conservarla a toda costa.
Baltar se ha ido acosado por sus escándalos recientes, desde sus multas por exceder los límites de velocidad conduciendo lujosos coches oficiales de lujo hasta las sospechas documentadas de la connivencia de su familia con los enchufismos, mordidas y corruptelas varias que han caracterizado la vida social, económica y política de la provincia.
Pero la tupida red clientelar de intereses empresariales, políticos y familiares que se articuló durante décadas en torno a ella sigue siendo demasiado poderosa como para que el PP pueda o quiera renunciar a un entramado caciquil que hasta ahora ha funcionado con enorme eficacia.
Se dice pronto, pero la derecha y el centroderecha han ganado todos los procesos electorales que se han celebrado en la provincia desde 1977. Son 45 en 46 años: quince elecciones al Congreso y el Senado, 11 autonómicas, otras tantas municipales, ocho comicios al Parlamento Europeo...
Primero AP y luego el PP, resistieron en Ourense al bum del felipismo en 1982, al ascenso de Zapatero tras el 11M de 2004, al Nunca Máis y la caída de Fraga en Galicia en 2005, incluso a la spanish revolution que acabó con el bipartidismo en el Estado a mediados de la década pasada y la llegada de Podemos al Gobierno en 2019.
Jácome, decidido a vengarse
El PP también ganó en votos y en número de concejales y alcaldías en la provincia el pasado 28M. Pero sin la mayoría necesaria para que Baltar, como le sucedió tras las municipales de 2019, no dependa de Jácome para continuar en la Deputación.
El candidato popular a la Alcaldía lleva dos semanas intentando convencer al PSOE y al BNG de que el PP está dispuesto a todo para evitar que Jácome repita
Con sólo 12 de los 25 escaños en la institución y con el alcalde crecido por su rotunda victoria en la ciudad y decidido a vengarse -está convencido de que los Baltar están detrás del escándalo de los audios que publicó el diario La Región en plena campaña-, a Baltar se le acabaron las agarraderas.
El candidato popular a la Alcaldía, el exalcalde y exsenador Manuel Cabezas, lleva dos semanas intentando convencer al PSOE y al BNG de que el PP está dispuesto a todo para evitar que Jácome repita. Incluso a votar a Francisco Rodríguez, candidato socialista, o, según algunas fuentes, al nacionalista Luís Seara, si hiciera falta.
Algo inaudito y que hace intuir que lo que al PP realmente le importa es mantenerse en la Deputación. El BNG ha cerrado cualquier puerta a ese amaño, aunque en el PSOE han recibido esas ofertas con cierta tibieza.
"El PP no puede permitirse perder la Deputación. Primero, porque hay miedo a que alguien empiece a abrir archivos y a levantar alfombras", advierte un veterano militante que ocupó hasta hace unos años cargos de relevancia en el partido.
"Y, segundo, porque hay decenas de alcaldes en el partido cuyas propias redes clientelares dependen en exclusiva del dinero que reparte. Y también empresarios afines. Si se cierra ese grifo, el tinglado se les puede venir abajo", añade.
La Deputación gallega con más plantilla
La de Ourense es la Deputación con menos presupuesto bruto de las cuatro de Galicia, 91 millones en el último ejercicio. Pero con más de mil empleados supera en plantillas a las otras tres, y es el principal empleador de la provincia.
La de Ourense, con más de mil empleados, supera en plantillas a las otras tres, y es el principal empleador de la provincia
De los 92 municipios de Ourense, sólo la capital tiene más de 15.000 habitantes, lo que convierte al organismo en el garante de la prestación de servicios esenciales en la práctica totalidad de ellos.
Los resultados del 28M han diseñado un escenario enrevesado. Lo más probable es que Jácome, pese a sus excesos, a los escándalos que le rodean y a las investigaciones que le acosan, repita como alcalde a partir de este sábado.
Ganó con diez concejales, por siete del PP, seis del PSOE y cuatro del BNG. Y si estos no se ponen de acuerdo en torno a un candidato alternativo, algo que parece impensable, revalidará su cargo este sábado.
A su vez, Jácome tiene tres escaños en la Deputación, por lo que depende sólo de él darle la mayoría tanto al PP como a un Gobierno de coalición del PSOE -siete actas- y el BNG -tres-.
La pelota está en el tejado del regidor, a quien diversas fuentes señalan negociando a dos bandas.
El PSdeG niega en público que vaya a pactar con él para poder hacerse con la Deputación, pero su secretario de Organización, José Manuel Lage Tuñas, quien mantiene una cordial relación con Baltar -fue su asesor en materia de transparencia a través de su empresa, Mapa Global Consulting-, se reunió el pasado jueves con el alcalde en la Cidade da Cultura.
Lo demuestra una información del medio digital local OUké, que publicó en su cuenta de Twitter una foto de ambos charlando a la salida del encuentro.
Otras fuentes aseguran que Jácome también se habría reunido con Paula Prado, secretaria general del PPdeG, aunque Público no ha podido confirmar este extremo. El regidor, consultado al respecto por este medio, no había respondido a la pregunta al cierre de este artículo.
Sustitutos
Durante los últimos días, y antes de que Baltar anunciara su marcha, el PP ha intentado impulsar como su sustituto a Luis Menor, alcalde de Pereiro de Aguiar alineado con sus detractores y persona de confianza de Alfonso Rueda y de Alberto Núñez Feijóo, que además lo han situado en las listas al Senado para el próximo 23J.
Durante los últimos días, el PP ha intentado impulsar como sustituto de Baltar a Luis Menor, persona de confianza de Rueda y de Feijóo
El baltarismo respondió ofreciendo como alternativa a Juan Anta, un joven abogado alcalde de A Veiga, quien, sin embargo, no parece convencer al aparato popular en Santiago.
Tampoco parece tener opciones el propio Cabezas, a quienes algunas fuentes del partido reconocen cada vez más consciente del error que su partido cometió al pactar con Jácome en 2019 y permitir que éste creciera al amparo de Baltar.
Y también de su propia equivocación al asumir que su victoria en las municipales de la mano de la familia que ha gobernado la provincia durante décadas estaba prácticamente asegurada cuando aceptó hace unos meses encabezar la candidatura a las municipales.
Hace cuatro años, el polémico alcalde aceptó, a cambio del apoyo del PP para serlo, la condición expresa de Feijóo de que no se presentara a las elecciones autonómicas de 2020. El propio Feijóo era consciente de las irregularidades de su gestión y aún así lo sostuvo en el poder.
Esta vez, Jácome no tiene razones para no emprender el salto a la política autonómica, porque ya no depende de nadie y las cifras del 28M parecen avalar sus posibilidades.
Si se repitieran en los comicios gallegos de mayo de 2020 los resultados de las pasadas municipales, Democracia Ourensana le robaría al PP un escaño en el Parlamento de Galicia y estaría a mil votos de birlarle el segundo. Justo los que le harían falta a Alfonso Rueda para renovar mandato en la Xunta.
Cambio de coche y mudanza
Fuentes de la Deputación aseguran que Manuel Baltar ya está de retirada. Al menos formalmente. Que ya ha devuelto el flamante Peugeot 508 blanco que le prestó un concesionario local para que pudiera pasar desapercibido cuando salieron a la luz las informaciones sobre los modelos y matrículas de los coches oficiales que conducía a toda velocidad.
Y que a los elegantes monovolúmenes de ocho plazas adscritos a la Presidencia del organismo que se emplean para cuidar el transporte protocolario de personalidades, les han quitado los asientos traseros para poder cargar todo lo que los Baltar han ido acumulando en la Deputación durante casi cuatro décadas.
Es una mudanza de calado, aunque hay quien asegura que no hay que ser bisoño ni fiarse de las apariencias. Un diputado provincial con años de experiencia en la institución lo resume así: "El baltarismo no desaparece porque desaparezca Baltar".
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