Este artículo se publicó hace 2 años.
Podemos defiende una nueva agenda de derechos, libertades y ayuda mutua entre la UE y los países del Mediterráneo
La formación morada impulsa un decálogo que busca abrir un marco alternativo, centrado sobre todo "en los derechos humanos, horizontalidad y justicia en las dos orillas". Entre otros puntos, el documento aborda asuntos tales como el feminismo, las relaciones laborales o el ámbito de las migraciones.
Bilbao-
Las vías hacia unas relaciones internacionales más justas, basadas en la cooperación y la igualdad, están plasmadas en un documento que se encuentra ya en la Unión Europea (UE), protagonista clave para recorrer ese camino. La apuesta, que llega en medio de un panorama mundial crítico y convulso, ha nacido con el impulso de Podemos, que ahora se encargará de defenderla.
La propuesta morada tiene varios colores detrás. No en vano, este documento, titulado "10 propuestas para una nueva agenda para el Mediterráneo", ha visto la luz tras los debates mantenidos con "representantes políticos, actores sociales, ONG, sindicatos" y distintos especialistas en la materia a lo largo del ciclo de seminarios en línea organizados por Podemos en 2021.
En esos "webinarios" propios de este tiempo de pandemia, la formación de izquierdas buscó "compartir posturas y ver cómo trabajar de forma común en esta nueva agenda", explica a Público la eurodiputada Idoia Villanueva.
Las conclusiones alcanzadas entonces han dado vida a este documento. "Ponemos esta reflexión conjunta encima de la mesa para impulsar desde las organizaciones sociales y desde nuestra presencia en las instituciones esas políticas que nos permitan generar una nueva agenda para el Mediterráneo", subraya la representante de Podemos en la Eurocámara.
"Con ellas defendemos una agenda alternativa a la seguida por la Unión Europea, más centrada en los derechos humanos, horizontalidad y justicia en las dos orillas y menos en relaciones económicas y políticas que generan desigualdad", destaca el decálogo al que ha tenido acceso Público.
En primer lugar, el informe subraya "la interdependencia de las dos orillas y los retos comunes" que desde ambos lados se afrontan. No en vano, "el conjunto de la vecindad sur debe ser considerado un socio estratégico, reconociendo la diversidad y heterogeneidad de la región y adaptando nuestra relación a cada uno de los contextos de cada Estado".
Para ello, Podemos –que forma parte en el Parlamento Europeo del Grupo de la Izquierda– considera que hay que realizar "una revisión crítica y sincera de qué cuestiones han impedido que las anteriores políticas de vecindad cumplieran sus objetivos".
"Hoy todos miramos los conflictos que tenemos en la vecindad este, pero también es fundamental para España la vecindad que estamos creando con nuestra vecindad sur", apunta Villanueva.
Economía social
En esa línea, la nueva política de vecindad "debe superar el enfoque puramente economicista de su relación hacia la región" y apostar así "por unas relaciones económicas más igualitarias, mutuamente beneficiosas para las dos
orillas".
Para alcanzar tales objetivos, Podemos plantea "renunciar a las políticas extractivas y depredadoras de recursos y centrarse en un cambio de modelo económico, fomentando el crecimiento de las pymes, la economía social, los
intercambios educativos y científicos y el desarrollo de la investigación", además de "apoyar el diálogo social antes de adoptar cualquier política de austeridad que pueda afectar a los derechos de las personas trabajadoras".
Vida digna
Del mismo modo, la política de vecindad "debe girar en torno a la seguridad humana, a través de una apuesta para lograr el desarrollo mutuo de los pueblos y unas mínimas condiciones de vida dignas para todo el mundo", sin olvidar que "las vidas de las dos orillas del Mediterráneo están amenazadas por la crisis climática, por la falta de soberanía alimentaria, por el estallido de conflictos y por el retroceso en derechos y libertades".
Esta nueva agenda para el Mediterráneo "debe contribuir en el corto y medio plazo a destensar los conflictos en la vecindad europea y a prevenirlos en el futuro, dotándola de los recursos necesarios para contribuir efectivamente a la construcción de paz, el respeto al derecho internacional y los derechos
humanos, la seguridad humana, la igualdad de género y el desarrollo sostenible, inclusivo e igualitario".
"Creemos, además, que España es uno de los países que debe liderar en la Unión Europea la reorientación hacia una relación cooperativa y no competitiva con otros países y organizaciones regionales", destaca Podemos.
Impulso al feminismo
El documento hace especial énfasis en que "la protección de las libertades fundamentales es una condición esencial para la cooperación con
los gobiernos de la región". Señala además que las políticas europeas "deben acompañar el avance de los movimientos feministas en toda la vecindad árabe, especialmente en Líbano, Argelia, Iraq y Sudán".
En este ámbito, plantea apoyar las demandas de mayor representación de mujeres, especialmente feministas, en política", pero no solamente eso. También llama a emprender "reformas económicas, reducir el desempleo y distribuir la riqueza para que las mujeres puedan ejercer sus derechos con dignidad", así como "la puesta en marcha y ratificación de convenios internacionales para luchar contra las violencias machistas".
Migraciones y relaciones laborales
Las migraciones son igualmente abordadas en este decálogo. En concreto, se remarca que "la UE debe acabar con Frontex y establecer vías legales y seguras para evitar que el Mediterráneo siga siendo una fosa común". "La nueva agenda para el Mediterráneo no puede basarse en la violación del derecho a la migración. El nuevo Pacto de Migración y Asilo es un atentado contra el derecho internacional y contra los derechos humanos", advierte Podemos.
En el campo de las relaciones laborales y derechos de las personas trabajadoras, la propuesta de la formación morada plantea que la UE "debe incluir de manera efectiva al movimiento sindical en las consultas nacionales y dinamizar
el diálogo social", sin obviar "las causas profundas de las protestas por la libertad, igualdad y justicia social".
El documento recoge también una serie de alternativas en el ámbito de la justicia climática y la transición ecológica. Entre otros puntos, sostiene que la UE "debe tener en cuenta que los combustibles fósiles son perjudiciales para las comunidades, no solo por lo contaminante de su uso sino por las infraestructuras que necesitan para facilitar la extracción, así como por sus impactos geopolíticos y de derechos humanos".
Solución de conflictos
Podemos sitúa en este decálogo la búsqueda de un "impulso político" para el Sahara Occidental, Palestina y los pueblos kurdos, dado que "la nueva política de vecindad sur de la Unión Europea debe pasar de las declaraciones a los hechos" en esos casos, impulsando "las soluciones reconocidas por el derecho internacional para conflictos que duran ya demasiadas décadas".
En esa línea, considera que "la nueva política de vecindad debe tener una aproximación específica para cada país y promover una coordinación efectiva de las políticas de los Estados Miembro". Tal enfoque debe estar basado "en el derecho internacional, el multilateralismo, el respeto a los derechos humanos y la resolución de conflictos".
Villanueva lo resume con otras palabras. "Debemos ser críticas ante las políticas hechas hasta ahora, ver por qué no han funcionado ni resuelto conflictos que hoy siguen presentes, y ser capaces también de lanzar políticas que nos permitan abrir esas agendas con países del sur", remarcó.
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