Este artículo se publicó hace 2 años.
¿Qué es el plan de autonomía marroquí para el Sáhara que apoya Sánchez y por qué no coincide con el marco de la ONU?
La propuesta que ahora respalda el Gobierno excluye el derecho de autodeterminación y va en contra del espíritu de las resoluciones internacionales sobre el pueblo saharaui.
Madrid-
El plan de autonomía para el Sáhara Occidental que Marruecos promueve con el apoyo de Pedro Sánchez tiene poco de nuevo y mucho de problemático. La vía que plantea Rabat con el beneplácito de La Moncloa data de 2007 y excluye dos factores clave: dicho documento no tiene en cuenta al Frente Polisario como parte esencial de este asunto ni tampoco admite la independencia como una alternativa democrática y válida que también debería someterse a la voluntad popular.
Las "omisiones" no solo chocan con las reivindicaciones del pueblo saharaui, sino que entran en plena contradicción con las resoluciones de Naciones Unidas que han abordado este tema. A través de distintas declaraciones, la ONU ha dejado claro a lo largo de las últimas décadas que la vía hacia una solución pasaba por "un referéndum de libre determinación del pueblo del Sahara Occidental", como puede leerse en la aprobada en abril de 1991.
Ni una, ni dos, ni tres. El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ha aprobado 74 resoluciones que hacen alusión al conflicto del Sáhara y plantean vías para su resolución. En tal sentido, la autonomía no aparece contemplada como una propuesta seria a la hora de abordar las claves para una solución del conflicto en parámetros democráticos.
Las resoluciones internacionales sobre el Sáhara no solo descartan cualquier vía que no incluya la libre determinación, sino que además hay sentencias de distintos organismos que reconocen al Frente Polisario como único interlocutor válido del pueblo saharaui. Las propias Naciones Unidas siempre han contado para las diferentes rondas de negociaciones con el Polisario, así como con Marruecos, como interlocutores válidos. Por ello, cualquier plan debe tenerle en cuenta como actor clave ya que las resoluciones de Naciones Unidas reconocen que la solución ha de ser "mutuamente aceptable" por las partes, Marruecos y Frente Polisario.
Límites claros
Nada de esto ocurre en el plan de autonomía que defiende Marruecos con el apoyo de Sánchez. Esta propuesta, elaborada en 2007, deja sentado que Marruecos se compromete con "una iniciativa para la negociación de un estatuto de autonomía de la región del Sáhara", con unos límites tan claros como contrarios al espíritu de las resoluciones de Naciones Unidas: ese plan, subraya el texto, se materializará única y exclusivamente "en el marco de la soberanía del Reino y de su unidad nacional".
Este plan, inspirado en la España de las autonomías, borra de un plumazo cualquier posibilidad de someter a la voluntad popular la opción de la independencia, tal como reclama el Frente Polisario. Se trata, por tanto, de una propuesta de parte: solo se atiende lo que Marruecos defiende, al tiempo que anula y omite la voz del pueblo saharaui, tal y como reclaman las Naciones Unidas.
Una cuestión es que la autonomía pueda formar parte como una opción a votar en un referéndum para ejercer el derecho a la autodeterminación. En ese caso, tendría que estar contemplado en el mismo la opción que defiende la otra parte, es decir, la independencia del Sáhara Occidental con respecto a Marruecos.
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