Este artículo se publicó hace 7 años.
CRISIS EN MURCIAPedro Antonio Sánchez se va antes de que le eche Génova
El presidente de Murcia imputado en el caso Auditorio anuncia su retirada antes de la reunión del PP regional con el coordinador general nacional, Fernando Martínez-Maillo. "Tomo una decisión que depende de mí", asegura.
Madrid--Actualizado a
"Por responsabilidad". Esa es la justificación oficial que el presidente de Murcia ha dado al anunciar su dimisión. Pero lo cierto es que Pedro Antonio Sánchez se va antes de que Génova le eche.
El hasta hoy jefe del Ejecutivo murciano ha anunciado su decisión apenas una hora y media antes de que el PP regional que ahora preside celebrase su Junta Directiva Regional en la que también estará presente el coordinador general nacional, Fernando Martínez-Maillo.
Así le ha ahorrado a Mariano Rajoy el gesto de tener que obligarle a dimitir. "Tomo una decisión que depende de mí", aseguró Sánchez. "Y esa renuncia se hace pensando en la gente. Espero que sirva para salvar a la Región de Murcia de las nefastas consecuencias de un tripartito que no quieren los murcianos. Por eso lo hago", siguió el expresidente.
"Espero que (mi renuncia) sirva para salvar a la Región de Murcia de las nefastas consecuencias de un tripartito que no quieren los murcianos"
Sánchez afirmó que, pese a que tanto PSOE como Ciudadanos mantenían abierta su negociación para la moción de censura hasta el último momento [se debatía mañana y pasado en la Asamblea murciana], "ya hay un acuerdo del tripartito". Se mostró, así, convencido de que toda la oposición -también Podemos- tenían ya un acuerdo "cerrado". "Es un hecho. Y está en mi mano evitar que ocurra lo que Murcia no merece: un Gobierno imposible, desastroso para los intereses generales de la Región", siguió tras afirmar que le quita "el sueño" pensar en esa posibilidad.
El expresidente, que seguirá manteniendo su escaño en el Parlamento murciano y liderando la organización territorial del PP, argumentó que se marcha por "el interés general". Pero lo cierto es que su decisión llega justo después de que el juez Velasco pidiera al Tribunal Superior de Justicia de Murcia que le impute por otros tres delitos cometidos presuntamente en el marco de la Operación Púnica.
La encrucijada del PP
Esa situación, unida a la imputación ya confirmada de Sánchez en el caso Auditorio, dejó a la cúpula nacional del partido en una difícil encrucijada: ceder a las presiones de C's y permitir que Albert Rivera se apunte el tanto de haber echado a un barón conservador, o dejar caer un Gobierno autonómico dejando que prosperase la moción de censura acordada por toda la oposición.
Génova, que en un principio defendió la presunción de inocencia de Sánchez, rebajó su apoyo en los últimos días y se limitó a esperar. Confiaba en no tener que actuar. Incluso la secretaria general, María Dolores de Cospedal, confirmó su confianza que fuera él quien dimitiera: "Estoy convencida de que el presidente de Murcia va a hacer lo que crea que es mejor para la Región y va a defender el interés de los murcianos. Y en el interés de los murcianos está que Murcia no pueda tener de ninguna manera un Gobierno tripartito de PSOE, Ciudadanos y Podemos", aventuró en Los Desayunos de TVE.
Al final, su profecía se cumplió. Sánchez, que pese a todo agradeció "el apoyo, la confianza y el respeto de la dirección", cedió a las presiones veladas del PP nacional (el murciano sí le apoyaba y defendía su continuidad) y a las de la oposición y dimitió. Se fue antes de que le echaran.
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