"Reivindicar a Grimau es un acto de justicia", ha destacado Enrique Santiago, secretario general del Partido Comunista de España (PCE), durante el acto por el 60 aniversario del asesinato de este dirigente comunista, asesinado por el régimen franquista. Según ha señalado la formación, después de aprobarse la Ley de Memoria Democrática, es el momento de ejercer el derecho a la verdad, la justicia y la reparación para reparar el nombre de Grimau.

El homenaje, que ha tenido lugar en el Auditorio Marcelino Camacho de Madrid, ha contado con la participación de Lola Grimau, hija del represaliado. Ella ha tildado de "farsa" el proceso judicial por el que condenaron a su padre. Esta víctima ha recordado que todos los juicios militares deberían ser considerados "nulos" porque el fiscal al cargo, Manuel Fernández Martín, no tenía ningún título de abogacía y tan solo contaba con el apoyo de las autoridades, siendo un "agente importante de la represión franquista".

En 1964, un colegio de abogados logró demostrar que Fernández Martín era "un impostor", motivo por el que abrieron por primera vez el caso de Julián. "Nuestra madre, que lo dio todo, optó por el silencio como medida terapéutica", ha ensalzado Lola Grimau la labor de su madre, Ángela, quien estuvo detrás del litigio legal. Esta militante también ha querido aprovechar la ocasión para agradecer a todas aquellas personas que apoyaron a su familia durante el proceso de revisión del caso de su padre.

Durante en el acto, también ha participado Víctor Díaz-Cardiel, miembro del PCE y la última persona en ver a Grimau antes de su detención. El veterano militante ha recordado con pena el "peregrinaje terrible" que pasó este dirigente político. "Yo me enteré del asesinato por la BBC", ha explicado Díaz-Cardiel, quien ha finalizado su intervención diciendo: "Julián, no te olvidamos".

Santiago: "Estamos orgullosos de reivindicar a Grimau"

"Los y las comunistas estamos orgullosos de reivindicar a Grimau", ha pronunciado el secretario general del PCE. Santiago ha señalado que "figuras como las de Julián representan a una generación indomable, que construyó la República y luchó contra el fascismo".

"Reivindicar a Grimau es un acto de justicia", ha aclamado el líder progresista. A pesar del intento de la dictadura de doblegar al PCE con este asesinato, miles de españoles se sumaron al partido para formar parte de la resistencia antifranquista, según ha asegurado Santiago.

El dirigente, además, ha celebrado la reciente Ley de Memoria Democrática, que entró en vigor el pasado 21 de octubre. Esta norma ha supuesto "una respuesta institucional contra el franquismo". El texto reconoce la nulidad de los juicios acontecidos durante la dictadura. De esta forma, "Grimau y su familia han recibido el justo reconocimiento que merecían", ha sentenciado el secretario del PCE.

También ha estado presenta Amanda Meyer, militante de Izquierda Unida, quien ha remarcado de manera emotiva que "recordar es volver a pasar por el corazón". La abogada, además, ha explicado que "Grimau representa la larga batalla contra el fascismo"

Además, a modo de tributo, se han interpretado dos canciones: Qué dirá el Santo Padre de Violeta Parra y Canción de Grimau de Chicho Sánchez Ferlosio. También se han recordado unas palabras de Dolores Ibárruri, que pronunció en 'La Pirenaica' un día antes del asesinato de Grimau: "Salvad a Julián de una condena marcada por el odio".

Asimismo, este jueves se ha realizado por la mañana en el Cementerio Civil de la Almudena una ofrenda floral en la tumba de Grimau, donde han participado decenas de personas del PCE. 

Grimau, torturado y asesinado por el franquismo

Grimau se unió al PCE durante la Guerra Civil. Sin embargo, a causa del conflicto tuvo que emigrar, primero, a Francia y, luego, a Latinoamérica. Al regresar a España en 1959, estuvo varios años actuando para su partido en la clandestinidad. En 1962, fue arrestado por las autoridades franquistas, que le acusaron de "rebelión militar continuada".

Este militante pasó cinco meses en la Dirección General de Seguridad en la Puerta del Sol, donde le sometieron a terribles torturas. En uno de los interrogatorios, los agentes llegaron a lanzar a Grimau por la ventana.

En 1963, el caso llegó al Consejo de Guerra, en el que estaba el propio Manuel Fraga, quien se había encargado de hacer una campaña pública de desprestigio contra Grimau. El Gobierno de Franco recibió más de 800.000 telegramas, en los que pedían el perdón para Grimau, algunos de ellos fueron enviados por John F. Kennedy, Aldo Moro, Jean Paul Sartre o el Papa Juan XXIII .

A su condena tan solo se opusieron el ministro de Exteriores, Fernando María Castiella, y tecnócratas del Opus Dei, que estaban trabajando por la integración del régimen en Europa. Asimismo. La madrugada del 20 de abril de 1963, después de un juicio que tan solo duró 72 horas, Grimau fue fusilado en el paredón.