Este artículo se publicó hace 11 años.
La paz entre Gómez y Rubalcaba afianza a Lissavetzky y hunde las posibilidades de Carmona
Miembros del PSM creen que sólo unas primarias podrían romper el alto el fuego entre ambos líderes. Los socialistas madrileños asumen que el acercamiento se debe a que la Ejecutiva federal ve que hay posibilidades de recuperar
La situación no era la más cómoda posible. Desde que en febrero de 2012 se proclamara secretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba no paraba de encajar las críticas del líder de una de las principales federaciones socialistas, la madrileña. Su máximo dirigente, Tomás Gómez, comenzó a arremeter contra la "oposición responsable" del líder federal apenas unos meses después del cónclave, convirtiéndose en la principal cabeza visible del sector más díscolo con Ferraz. En diciembre, en una reunión del Consejo Territorial del PSOE, se atrevía incluso a reclamar a Rubalcaba que cediera el testigo y convocara un congreso extraordinario, sin lograr que el resto de los barones dieran un paso adelante y lo apoyaran públicamente.
El líder de los socialistas españoles, mientras tanto, no ocultó su desacuerdo con el máximo dirigente del PSM en diferentes comparecencias públicas. En enero de este mismo año, ni siquiera le acompañó al Tribunal Constitucional a presentar el recurso de inconstitucionalidad contra el euro por receta. Algo cambió, sin embargo, el pasado 20 de mayo. Ese día Rubalcaba sí estuvo junto a Gómez frente a ese mismo tribunal arropando a Maru Menéndez, secretaria de Organización de los socialistas madrileños, que presentó otro recurso por su expulsión temporal de la Asamblea de Madrid por llamar corrupto al presidente, de la Comunidad, Ignacio González.
Después, ambos mantuvieron una reunión en Ferraz. ¿De qué hablaron? La versión oficial es que acordaron mejorar la coordinación entre ambas ejecutivas para remar juntos de cara a próximas citas electorales. Pero también hay quien insinúa acerca de la existencia de un "pacto de no agresión" referido a las candidaturas para esas elecciones que están por llegar, aspecto que niegan tajantemente tanto desde la dirección federal del partido como desde la Ejecutiva madrileña. Con acuerdo tácito o sin él, la escenificación de la paz se dio este domingo en un acto en Madrid en el que Rubalcaba llegó a pronosticar la llegada de Gómez a la Presidencia de la Comunidad.
A favor de una "alternativa seria" para la ciudadA ese mismo escenario se subió el portavoz del PSOE en el ayuntamiento de la capital, Jaime Lissavetzky, fiel y reconocido amigo del secretario general federal y uno de los más probables candidatos a encabezar de nuevo la lista para el consistorio en las próximas elecciones municipales. En diversos medios lleva meses especulándose acerca de la posibilidad de que en esa carrera también dé la batalla el secretario de Política Económica del PSM, Antonio Miguel Carmona, -uno de los mayores apoyos de Gómez en su Ejecutiva- sobre todo después de que este mismo reclamara una "alternativa seria" para su partido en la ciudad de Madrid.
Pero el escenario actual de sintonía entre Gómez y Rubalcaba y el respeto mutuo que simulan haberse prometido parece decantar la balanza más hacia el primero. A pesar de que a la cúpula del PSM no le gusta su estrategia de oposición, el exsecretario de Estado para el Deporte cuenta con el respaldo de la Ejecutiva federal. Además, los socialistas madrileños dan por seguro que Ferraz no tratará de colocar un candidato alternativo a su líder para la Comunidad, como sucedió con Trinidad Jiménez en 2010, por lo que resulta probable que el equipo de Gómez abogue también por evitar que uno de los suyos contribuya a la división del partido en la capital, sobre todo cuando ven posibilidades de ganar en ambas plazas.
A la espera de la Conferencia PolíticaCarmona, en declaraciones a Público, ha rehúsado entrar en la polémica. "Yo no sé nada", ha asegurado, tanto sobre el supuesto pacto entre el líder del PSM y el del PSOE, como acerca de sus posibilidades para tratar de optar a la Alcaldía de la capital. No obstante, miembros del PSM críticos con Tomás Gómez han asegurado, en declaraciones a este diario, que el escenario podría cambiar por completo a partir de octubre, cuando la Conferencia Política del PSOE determine el procedimiento de las primarias y abra el melón para quienes quieran optar a las mismas tanto para la presidencia de la Comunidad como para el Gobierno.
Explican que dependiendo de esas condiciones proliferarán más o menos candidatos y tanto Gómez como Rubalcaba podrán medir sus apoyos en Madrid. Estudiarán entonces si les merece la pena dar la batalla colocando a sus propios candidatos para la Comunidad -en el caso del líder del PSOE- como en el consistorio -en el del secretario general del PSM-. Pero esas fuentes insisten que, hasta entonces, la paz entre ambos se mantendrá porque ese es el pacto al que han llegado ambos líderes.
Unidos "para ganar"En el equipo del exalcalde de Parla estas especulaciones causan un verdadero estupor."Es no conocer a Tomás Gómez pensar que va a acordar unas no primarias", explica la secretaria de Organización del PSM y miembro de la Ejecutiva federal, Maru Menéndez. Según ella, el acercamiento entre el líder de su partido y Rubalcaba no tiene otra explicación que el hecho de que se viva una "situación límite" en Madrid, "no está en otros términos" y mucho menos se está pensando en procesos internos futuros. "Se trata de un esfuerzo compartido por unir fuerzas para ganar en 2015", concluye. El entorno más cercano a Gómez añade incluso que si Ferraz ha decidido virar su estrategia es porque ve posibilidades de hacerse tanto con la Comunidad como con el ayuntamiento.
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