"La estrategia de acoso y derribo lleva meses perpetrándose. Llegados a este punto, la pregunta que legítimamente me hago es ¿merece la pena todo esto?". Pedro Sánchez ha publicado este miércoles una carta a la ciudadanía en la que se reconoce abatido tras los últimos movimientos de la derecha política, mediática y judicial. El presidente del Gobierno se ha referido a la "máquina del fango" de Umberto Eco para responder al Tribunal Superior de Justicia de Madrid, que decidió abrir diligencias contra su esposa por una denuncia del pseudosindicato ultra Manos Limpias. Los propios denunciantes han reconocido horas después de trascender la noticia que su demanda –tal vez y solo tal vez– puede basarse en informaciones falsas.

El juez Juan Carlos Peinado, cuya hija milita en el PP, ha puesto en marcha una investigación después de admitir a trámite la denuncia de Manos Limpias. El grupo ultra reunió en siete páginas un total de ocho recortes de El Confidencial, Voz Pópuli, The Objective, ES Diario y Libertad Digital con presuntas informaciones sobre Begoña Gómez, todas ellas sin contrastar. Esta no es la primera vez que la derecha hace piña y utiliza las fake news para engrasar el lawfare contra los políticos y candidatos de izquierdas. Mónica Oltra, Pablo Iglesias, Irene Montero, Ada Colau, Victoria Rosell o Alberto Rodríguez también han pasado por la diana. Todas sus causas se han archivado, pero los daños de la prensa son irreparables y las pruebas siempre fueron lo de menos. 

"¿Dónde queda la ética? Hablamos de comportamientos que no son ilegales, pero están fuera de cualquier límite profesional. En el mejor de los casos los medios manipulan un dato o una noticia verídica, pero generalmente lo que hacen es publicar informaciones a sabiendas de su falsedad", explica Andrea Castro Martínez, profesora de comunicación en la Universidad de Málaga. La denuncia de Manos Limpias se basa en titulares y publicaciones difundidos por una "constelación de cabeceras ultraconservadoras", según palabras del propio Pedro Sánchez.

Este es el enésimo ejemplo de cómo la derecha y la extrema derecha han activado la maquinaria para tratar de debilitar al presidente del Gobierno tras los resultados del 23J. Los ataques de PP, Vox y sus medios afines no solo se centran en el líder del Ejecutivo. Su esposa, su suegro, su padre o su hermano han protagonizado las noticias con más clics de los últimos meses. "Las campañas sucias en el terreno político han existido siempre. La diferencia aquí es que entran en la batalla medios mainstream, aparentemente serios y con muchos lectores. Las cabeceras ya han sembrado la duda y cuando se demuestre que las informaciones son falsas, dará todo igual porque estaremos en otro momento político", señala Ana Sofía Cardenal, profesora de ciencias políticas en la Universitat Oberta de Catalunya. 

El fenómeno se agudiza con el efecto amplificador de las redes sociales. El 74% de los profesores españoles considera que su alumnado está desinformado y un 67% advierte de la falta de inversión en alfabetización mediática. Los docentes consideran que es fundamental disponer de los recursos necesarios para enseñar a los jóvenes a tener una actitud crítica frente a la manipulación de la prensa, según recoge el Informe sobre Alfabetización Mediática en España publicado por la Fundación Luca de Tena. Además, cabe recordar que los jóvenes de entre 18 y 24 años solo reciben información a través de plataformas como Instagram, Twitter y TikTok –donde los algoritmos premian lo tendencioso, trivial y burdo–. El éxito de las fake news resulta entonces menos llamativo. 

La pauta de los digitales: mentir para sobrevivir

Todos los medios que incluye Manos Limpias en su denuncia reciben subvenciones y dinero público de la derecha en los territorios donde gobierna. "Los portales digitales han sabido aprovechar el laboratorio de las derechas en Madrid para ganar financiación. Hablamos de medios deficitarios, que necesitan grandes subvenciones tanto públicas como privadas para sobrevivir. El caso de The Objective es particularmente sangrante. Lo que hacen es actuar como ariete de embestida contra el Gobierno. Los escándalos que utilizan circulan antes por las redes y son mimados por la galaxia digital", precisa Iago Moreno, sociólogo y experto en comportamientos de la extrema derecha.

The Objective, ES Diario, Libertad Digital, El Confidencial y Voz Pópuli tienen más cosas en común al margen de la financiación, entre ellas, buen posicionamiento en Google y una larga ristra de titulares engañosos. "El público ni siquiera tiene que buscarlos para acceder a lo que publican. Es una retroalimentación constante. Los políticos le dan credibilidad al medio y los medios legitiman el discurso político, todo bajo el fantasma de la investigación y la necesidad de arrojar luz. Esto es lo mismo que ocurre con las reseñas falsas que paga una marca para publicitarse en Internet", detalla Andrea Casto Martínez.

Las fuentes consultadas por Público sostienen que las necesidades económicas podrían explicar la derechización de algunas cabeceras desde la llegada de Pedro Sánchez a la Moncloa. "La radicalización ha sido tremenda y las informaciones se han polarizado mucho. Esto es lo peor que le puede pasar a un medio mainstream, que acabe recogiendo informaciones no contrastadas para blanquearlas. Me imagino que habrán hecho cálculos y les saldrá a cuenta enfangar, porque su credibilidad puede quedar muy dañada", asegura la politóloga Ana Sofía Cardenal.

El PSOE, Sumar, PNV, EH Bildu, ERC y BNG han salido en masa para denunciar el "lawfare permanente" y pedirle al presidente del Gobierno que "aguante". La derecha, mientras tanto, acusa al socialista de "montar un espectáculo" de dudosa credibilidad. "Los medios tienen el incentivo de alinearse y participar de las estrategias que salen de la famosa máquina del fango, donde convergen grupos de extrema derecha con agitadores como Alvise Pérez y asociaciones como Manos Limpias. Hablamos de medios que tienen un volumen de visitas bestial. Las cabezas que piensan estas estrategias saben que genera más atención hablar de las presuntas saunas del padre de Begoña Gómez que de las políticas para salvar al lince ibérico en Doñana", sentencia Iago Moreno.