El domingo 3 de marzo de 1996 Felipe González perdió las elecciones generales frente a José María Aznar. Al día siguiente, un joven que estaba cerca de cumplir los 23 años se afilió al PSOE. Lo hizo en la agrupación socialista de Canillejas, barrio donde nació. El año anterior, Joaquín Leguina había perdido también las elecciones autonómicas en la Comunidad de Madrid. Desde entonces, los socialistas no gobiernan a nivel autonómico. 

28 años después, ese joven, después de haberse curtido en mil y una batallas políticas en su partido, afronta el próximo ciclo electoral con una misión, la de acabar con nada más y nada menos que casi tres décadas de poder del PP en Madrid. Óscar López oficializa este jueves su candidatura para liderar el PSOE de Madrid.

Lo hace tras una dimisión, la de Juan Lobato, que ha generado un terremoto interno durante días. Su objetivo, que considera casi "una misión de servicio público" es "acabar con ese pozo de corrupción y política sucia en el que han convertido Ayuso y la derecha Madrid", según dijo el pasado fin de semana en el 41 Congreso Federal del PSOE que se celebró en Sevilla. 

El ejemplo del día de la afiliación de López pone de relieve, según fuentes que conocen su trabajo, que al actual ministro de Transformación Digital y Función Pública le gusta sacar la cara en momentos difíciles. Que es un político con "compromiso socialdemócrata" indudable. 

Los orígenes de López en el partido estuvieron unidos desde el principio a dos amigos suyos: Pedro Sánchez y Antonio Hernando. Los llamados "chicos de Blanco" llegaron a la dirección del PSOE en el año 2000 de la mano del entonces secretario de Organización José Blanco y trabajaron en todas las campañas de José Luis Rodríguez Zapatero. 

Ahora milita en el PSOE de Las Rozas y antes también lo hizo en la agrupación de Hortaleza. Pero en tiempos de Zapatero se le encargó otra misión, la de liderar el PSOE de Castilla y León, por sus raíces segovianas. Ejercía como diputado en el Congreso por esa circunscripción desde el año 2004. Y en 2008 fue elegido secretario general de la federación castellano y leonesa. 

Dos años después se presentó a la "aventura" animado por Blanco y Zapatero en las elecciones autonómicas y tuvo unos malos resultados. Hay algunas voces en Castilla y León que por aquello, y por cómo salió de allí, reconocen que no guardan buen recuerdo. Por ello dudan de que la jugada pueda salirle bien ahora al PSOE. Eran otros tiempos, señalan quienes confían ahora en él. 

El recuerdo, según otras fuentes, es bueno. "Ha sido uno de los mejores políticos que ha pasado por Castilla y León. Tenía un gran instinto político y le sobran tablas", señalan. 

Las siguientes misiones de López tampoco fueron fáciles. Asumió la secretaría de Organización en 2012, con un PSOE a la baja en tiempos con Alfredo Pérez Rubalcaba al frente. En ese periodo, en 2013 cometió un "grave error", según sus palabras por el que pidió perdón. Favoreció una moción de censura en el Ayuntamiento de Ponferrada (León) que contaba con el apoyo del exalcalde del PP Ismael Álvarez, condenado por acoso sexual a Nevenka Fernández. López le puso como condición que el exalcalde dimitiera al día siguiente pero contar con él le generó muchas críticas internas. 

La abstención con Rajoy y las primarias de 2017

Ya con su amigo Sánchez como secretario general, fue portavoz del grupo socialista en el Senado desde 2014. Todo cambió en 2016. La traumática decisión de apartar a Sánchez del liderazgo del PSOE ante la crisis provocada por la abstención en la investidura de Mariano Rajoy provocó la ruptura entre ambos. López no apoyó la decisión de Sánchez y meses después se integró en la candidatura de Patxi López durante el proceso de primarias que terminó ganando el actual presidente del Gobierno. El actual ministro quería impedir a toda costa que Susana Díaz liderara el PSOE y dio el paso en otra candidatura por las dudas iniciales de Sánchez. 

Cuentan fuentes conocedoras de la vida interna aquellos años que López y Sánchez dejaron de hablarse durante un largo periodo. Para sorpresa de muchos, incluido el propio López según estas mismas fuentes, Sánchez lo recuperó en 2018 para ser presidente de Paradores. 

La redención completa de López llegó en verano de 2021, cuando Sánchez lo nombró jefe de gabinete. Su mano derecha. En ese puesto, en tiempos muy convulsos, permaneció hasta el pasado mes de septiembre. Pasó a primera línea como ministro sustituyendo a José Luis Escrivá. Estar en el Consejo de Ministros era una de sus grandes ilusiones en política. Ya avisó que llevaba mucho tiempo callado por su puesto en la sombra y que tenía muchas ganas de hablar de política. 

La "unidad" en Madrid y su capacidad para hacer equipos

López es definido como un "especialista en campañas electorales". Quienes le conocen bien destacan su papel en 2004 con Zapatero, así como su implicación en las autonómicas gallegas del año 2005 cuando Emilio Pérez Touriño logró ganar a Manuel Fraga gracias al apoyo del BNG. "Es la persona con más importancia orgánica en el PSOE en los últimos 24 años. Ha tenido la máxima confianza de Zapatero, Rubalcaba y Sánchez", explica una de las fuentes consultadas para este artículo. "Eso indica muchas cosas porque no es habitual y te lo tienes que ganar", señala un dirigente consultado, 

Todas las personas consultadas destacan su capacidad para "formar equipos" y por ser un gran conocedor del PSOE a nivel orgánico. Durante su toma de posesión como ministro pronunció una frase que se puede leer en los vestuarios del equipo al que sigue fervientemente, el Real Madrid, acuñada por Alfredo Di Stéfano. "Ningún jugador es tan bueno como todos juntos". 

Antes de enfrentarse electoralmente a Ayuso, para eso quedan todavía casi tres años, el reto de López es conseguir la unidad en el PSOE de Madrid y fortalecerlo. La tarea no es sencilla, según reconocen algunas fuentes del socialismo madrileño. Pero la intención de López es integrar a las familias. Sánchez ya realizó un guiño en este sentido incluyendo en la Ejecutiva al alcalde de Fuenlabrada, Javier Ayala, que se presentó ante Lobato en las primarias de 2021. 

Para ganar necesitará a buen seguro la colaboración con Más Madrid, que actualmente está por encima del PSOE madrileño. En la formación han deslizado su desconocimiento del territorio. "Estaré encantada de enseñarle a Óscar López esta maravillosa región porque, para poder gobernar la Comunidad de Madrid, lo primero que hay que tener es un amor verdadero y un conocimiento profundo de sus vecinos y de sus vecinas", dijo hace unos días la portavoz de la formación, Manuela Bergerot. 

Quienes han trabajado codo con codo con él destacan que es capaz de adaptarse a varios registros discursivos. Desde la "elegancia" cuando toca, a "los machetes" si hay que endurecer el tono. "Destacaría su inteligencia política. Por ejemplo, como gabinetero es el mejor preparando debates electorales", señala una dirigente socialista. "Se prepara muy bien los temas y conoce a sus rivales, a Ayuso la tiene calada", destaca otra fuente que también resalta su conocimiento del mundo televisivo y su importancia. 

Sea como fuere, el futuro inmediato del PSOE de Madrid está en sus manos. Entre el domingo 8 diciembre y el sábado 14 de diciembre tendrá que recoger los avales, lo que dará una primera muestra del apoyo interno con el que cuenta. Si todo va según lo previsto y, como se prevé, no hay más candidatos alternativos, a mediados de enero será proclamado secretario general del socialismo madrileño con la vista puesta en 2027.