Este artículo se publicó hace 4 años.
La oposición arremete contra Moreno por la sanidad, la educación y el modelo productivo
El presidente rechaza una banca pública para Andalucía, admite que la atención primaria está "desarbolada" y anuncia medidas "drásticas" para contener el coronavirus
Sevilla-
La oposición, PSOE y Adelante Andalucía, centraron el debate con el presidente Juanma Moreno, sobre todo, en la sanidad, la educación y el modelo productivo. El presidente, en su discusión con Susana Díaz, secretaria general del PSOE, admitió que la atención primaria estaba "desarbolada", echó la culpa de la situación a los gobiernos socialistas, y anunció una reunión el próximo viernes para tomar decisiones "drásticas", además del reparto de mascarillas entre las personas mayores.
Díaz describió un panorama muy complicado en la sanidad y la educación y ante la oferta de pactos y acuerdos del presidente, la secretaria general del PSOE replicó que "el consenso no se pide, se practica". Luego, añadió que "si quiere un Pacto por la Educación, devuelva los recursos que ha quitado a la educación pública para dárselos a la privada y nos sentaremos a hablar".
Díaz vino a acusar a Moreno de negligencia en cuanto le ha tocado gestionar la pandemia. "La evolución del coronavirus en Andalucía, desde que usted tiene el mando único, se ha disparado en un 573%. Somos la última comunidad en test PCR de todo el país. Usted es la persona que tiene que arreglarlo", le dio.
Después, reclamó a Moreno que no se escudase en la pandemia "para convertir la salud de todos los andaluces en el negocio de unos pocos". "Hay pacientes crónicos, que lo están pasando muy mal, y que no están siendo atendidos. En las residencias están sacando a usuarios sanos para enviarlos a hospitales privados", afirmó Díaz.
Por su parte, Ángela Aguilera, quien tomó la palabra en nombre de Adelante Andalucía, ante la baja por maternidad de Teresa Rodríguez, reclamó una banca pública, que Moreno rechazó y arremetió con dureza contra el Gobiernocandaluz, al que acusó, en aplicación de la doctrina del shock –como bautizó Naomi Klein la toma de decisiones en momentos de crisis–, de haber aplicado "grandes reformas neoliberales en detrimento de lo público".
Aguilera recuperó el concepto de "capitalismo del desastre" y argumentó: "La pandemia ha puesto al descubierto de manera descarnada la dependencia de nuestra economía, la debilidad de nuestro mercado laboral y la infamia de sus recortes. Siempre después de las grandes catástrofes, solo entiende de atractivas oportunidades de mercado y organiza ataques contra lo público". La portavoz de Adelante Andalucía no solo criticó al Gobierno andaluz, sino que equiparó a Moreno con Díaz y los llamó "el dúo pimpinela de los recortes".
Aguilera instó a Moreno a cambiar el rumbo y a abandonar las recetas de los 90, que ya aplicó el expresidente José María Aznar: "Más ladrillo y un coladero urbanístico para tapar la incapacidad del Gobierno, un retroceso histórico".
Chiringuitos feministas
Vox, cuyo portavoz, Alejandro Hernández, intervino después de Aguilera, optó por dar la de cal y la de arena. Por un lado, criticó la actividad del Gobierno, sobre todo, en el terreno de la sanidad, y tachó el discurso del presidente de "decepcionante" y "autocomplaciente", pero también garantizó que Moreno seguirá teniendo "su colaboración". Moreno aprovechó para en la línea de su discurso de por la mañana, tratar de irse al centro, y en un tono moderado, le recordó a Hernández que los proyectos de PP y Vox son diferentes y también, luego, le reconoció su apoyo para implantar el proyecto liberal en Andalucía: "Deseo que sigamos contando con el apoyo de su grupo".
Hernández dejó una frase que provocó las risas de algunos parlamentarios: "La única oposición real que tienen somos nosotros. Solo discuten con el PSOE o por inercia o por deporte. Son irrelevantes". Luego, prosiguió con sus obsesiones habituales, antifeminismo, memoria histórica, y xenofobia. Hernández tachó de "bobada" el informe de impacto de género, que acompaña a los presupuestos andaluces desde que José Antonio Griñán (PSOE) era presidente. Y le preguntó al presidente si era "tiempo de gastar en memoria histórica cuando tenemos a lo feriantes sin trabajar". El portavoz de la ultraderecha agregó: "¿Podemos financiar la educación de los Menas? ¿Cuántas actuaciones se podrían hacer con alumnos españoles con esos importes? ¿Debemos financiar asociaciones que no quieren que los problemas se resuelvan? Sin ser una relación exhaustiva, sirve para ilustrar la situación en que nos encontramos".
El presidente respondió sobre el tema feminista destacando que había cosas que los anteriores gobiernos habían hecho "de manera razonable". Luego, agregó: "Hay una brecha de igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres. Me reúno con las cooperativas agrarias y no veo a mujeres, no las veo cuando me reúno con empresas. Y no las veo porque no hay igualdad de oportunidades. La obligación de un gobierno es romper esa brecha entre mujeres y hombres. Después, hay chiringuitos y asociaciones que se han querido financiar, en las que ha primado la ideología y los intereses por encima de la mujer. Y eso sí lo combatimos y habrá visto las críticas".
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