Los 'nuevos García-Gallardo': estos son los ultras de Vox que pueden ser vicepresidentes autonómicos con el PP
Entre ellos destaca Carlos Flores, líder del partido en el País Valencià, que tiene una condena por violencia machista.
Madrid--Actualizado a
La extrema derecha amplía sus tentáculos en las instituciones. Tras la debacle de la izquierda en las elecciones autonómicas y municipales de este 28M, el Partido Popular podría arrebatar hasta cinco comunidades al PSOE. Sin embargo, para gobernar necesitan el apoyo de Vox, que tiene la llave de la próxima legislatura en País Valencià, Aragón, Illes Balears, Extremadura y Cantabria. ¿Qué consecuencias podría tener la llegada de la extrema derecha a las Cortes?
El mejor ejemplo está en Castilla y León. El candidato de Vox, Juan García-Gallardo, llegó a la vicepresidencia de la Junta hace poco más de un año. Este abogado ultra se convirtió en el primer alto cargo de la extrema derecha en acceder a un Gobierno autonómico. Lejos de mantener un perfil bajo, llegó al hemiciclo con una mochila llena de mensajes racistas, homófobos y machistas. Entre otras gestas, se le conoce por abanderar el negacionismo climático y proponer la recuperación del latido fetal contra el aborto. Estos son los otros radicales que podrían seguir sus pasos gracias al PP de Feijóo.
Carlos Flores, condenado por violencia machista
El aspirante de Vox a la vicepresidencia de la Generalitat valenciana es, a priori, el más polémico de los cinco perfiles. Carlos Flores tiene el currículum manchado por una condena por violencia machista. En 2002, su exmujer lo denunció por maltrato psicológico, amenazas y vejaciones. La Audiencia Provincial de València le dio la razón a la víctima. Pese a ello, la formación de Santiago Abascal lo consideró un buen candidato y la población valenciana le regaló ni más ni menos que 13 diputados.
El PP ha sido la fuerza más votada en el País Valencià, pero necesita el respaldo de Vox para hacerse con el Gobierno autonómico. La suma de los populares y la ultraderecha supera, aunque por la mínima, la barrera de los 50 escaños en los que se fija la mayoría absoluta. Alberto Núñez Feijóo, líder del partido, guarda silencio ante la posibilidad de pactar con un agresor que ya estuvo vinculado a los populares durante la última legislatura.
Jorge Campos, contra el catalán en Illes Balears
El cabeza de lista de Vox en Illes Balears es otro de los ultras que puede ocupar un sillón en el Govern insular durante los próximos cuatro años. Jorge Campos ganó popularidad en el archipiélago durante su etapa al frente del Círculo Balear, la asociación de extrema derecha que defendió, entre otras cosas, la conservación del monumento franquista al Crucero Baleares. El colectivo también impulsó la querella contra el rapero Valtonyc y alzó banderas falangistas en numerosas manifestaciones. Campos se ha mostrado partidario de legislar contra el uso del catalán en las islas y tiene la llave para que el PP de Marga Prohens recupere el control de la comunidad.
Alejandro Nolasco, contra los avances democráticos
El líder de la ultraderecha en Aragón, Alejandro Nolasco, no ha tardado ni 24 horas en tender la mano al candidato del PP, Jorge Azcón, para llegar a un acuerdo y arrebatar el Gobierno autonómico al socialista Javier Lambán. La coalición de Vox con los populares sumaría 35 escaños y lograría mayoría absoluta. El abogado de profesión, es autor de varios libros, entre ellos uno sobre la División Azul. Nolasco nunca ha escondido su deseo de derogar la Ley de Memoria Democrática y también rechaza la Ley Trans. Además, quiere convertir la comunidad en una especie de "paraíso fiscal".
Leticia Díaz, una carrera con tres cambios de chaqueta
Leticia Díaz es la única mujer de los cinco vicepresidenciables de Vox con capacidad para influir en el futuro de estos cinco territorios. A diferencia de sus compañeros, no es una cara nueva en los pasillos de la política española. La candidata de la ultraderecha en Cantabria dio sus primeros pasos en el PRC de Miguel Ángel Revilla. Más tarde fue consejera autonómica y senadora por el PP y el pasado enero, en pleno viaje hacia la radicalización, anunció su entrada en las filas del partido que dirige Santiago Abascal. Durante su etapa institucional, se coronó como una firme defensora de lo privado y planteó despidos a multitud de empleados públicos en la región.
Ángel Pelayo, el García-Gallardo de Extremadura
Este candidato tampoco es ningún principiante en la política extremeña. Antes de dar el salto a Vox, Ángel Pelayo fue concejal del Partido Popular en Mérida y miembro del Comité Ejecutivo Provincial de la formación. Es otro negacionista confeso de la crisis climática y en su programa electoral, que era el mismo para todas las ciudades de España, incluía políticas contra la okupación, pese a que no se trata de un problema prioritario para los vecinos de Extremadura.
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