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“Con nuestro voto, ni por acción ni por omisión, Rita Barberá será alcaldesa”

ENTREVISTA AMADEU SANCHIS. El coordinador general de Esquerra Unida en València y candidato de Acord Ciutadà a la alcaldía de la ciudad está convencido de que en la ciudad ha habido mucho negocio con los servicios públicos e, incluso, “vulneraciones de la ley”.

Amadeu Sanchis, coordinador general de Esquerra Unida en València y candidato de Acord Ciutadà (coalición en la que se ha integrado Esquerra Republicana del País Valencià) a la alcaldía de la ciudad / Wikipedia

LAURA L. DAVID

VALENCIA.- Su programa es “de izquierdas”. Sin eufemismos. Y no es lo único en lo que no se anda con rodeos. “No vamos a pagar los 400 millones de euros que debemos de la Copa América”, dice Amadeu Sanchis (València, 1971), coordinador general de Esquerra Unida en València y candidato de Acord Ciutadà (coalición en la que se ha integrado Esquerra Republicana del País Valencià) a la alcaldía de la ciudad. Convencido de que en la ciudad ha habido mucho negocio con los servicios públicos e, incluso, “vulneraciones de la ley”, Sanchis concurre por tercera vez a los comicios como alcaldable y asegura que será la última.

IU ha sido la alternativa clásica al bipartidismo, pero las encuestas les sitúan como la sexta fuerza en el Ayuntamiento de Valencia. ¿Cómo valora este escenario?

No nos preocupa porque no es la primera vez que nos dan esta posición. Además, creo que las encuestas consolidan nuestra entrada al Ayuntamiento, con un porcentaje de voto cercano al 8%, lo que significa casi un tercer concejal. Los nuevos fenómenos no rompen el bipartidismo. Uno va a afianzar a la derecha y el otro está prácticamente ya de cuarta fuerza. El bipartidismo no se rompe así, se rompe con políticas de izquierda. Y seguimos siendo los únicos de izquierda en este país.

¿Por qué creen que su trabajo en la oposición en los últimos años no se traslada a los sondeos?


A pesar de que hemos sido la oposición más beligerante en el Ayuntamiento, la gente no está por votar el trabajo municipal, pero sin ese trabajo las encuestas serían peores. Aunque creo que el trabajo que hemos hecho en el Ayuntamiento tiene un nivel de reconocimiento muy alto en la ciudad, vivimos en sociedades mediáticas y capitalistas y hay un gran entramado mediático que comunica con la ciudadanía que tenemos que compensar con trabajo militante. Creo que, en ese sentido, nosotros resistimos bien el tirón estatal de las fuerzas emergentes.

¿No cree que ha tenido algo que ver la crisis de IU Madrid?

Los medios amplifican siempre las crisis de la izquierda, y más la crisis de IU. Estamos en una ‘telecracia’ en la que las televisiones amplifican, ponderar y orientan el voto. Y, muy especialmente, el voto progresista. El problema de la crisis de IU en Madrid es que se ha alargado mucho en el tiempo, los protagonistas no han estado a la altura y el resto del Estado hemos tenido que ver con estupefacción cómo no se gestionaba un problema al que, por otro lado, IU-Federal ya había dado soluciones porque los consejeros de Bankia habían sido expulsados. Es curioso cómo se amplificó algo que se atajó de forma rauda.

"Hay quien lleva meses y se cree que esto es nuevo, pero desgraciadamente el sistema capitalista es muy viejo"

¿Esa diversidad de fuerzas a la izquierda del PP, no les complicará arrebatarle el ayuntamiento a la derecha?

Eso lo tiene que ver quien ha imposibilitado un acuerdo plural donde hubiéramos cabido todos sin necesidad de tener que dejar nuestras siglas, renunciar a nuestros programas, recursos militantes, políticos y económicos. Lo digo por el conjunto de fuerzas de la izquierda que llevamos décadas luchando contra este sistema. Hay quien lleva meses y se cree que esto es nuevo, pero desgraciadamente el sistema capitalista es muy viejo. Pero, si se actúa con cierto rigor, no tiene por qué ser una complicación. En esta última legislatura, desde el centro-izquierda hasta la izquierda alternativa hemos demostrado que tenemos la capacidad de actuar juntos sin perder perfil político ni ideología y discrepando cuando había que discrepar.

Ustedes intentaron la confluencia con Guanyem València. ¿Por qué no fraguó?

Porque Podemos planteó una política de cara a las municipales sin tener en cuenta el respeto que nos merecemos todas las fuerzas políticas ni la necesidad de que hubiera siglas para poder sumar todos los votos bajo una marca paraguas y tirar al PP de la Diputación (que, por cierto, con ahora con el caso Imelsa estamos viendo lo importante que es). Y también porque cada vez que encontrábamos una solución para ir juntos, aparecía un nuevo problema. No hemos querido ser la herramienta para que alguien sea el presidente del Gobierno. Eso es algo que es transversal al conjunto de fuerzas políticas que intentamos entrar en Guanyem, pero al final no se nos dejó.

Pero sí deberán ponerse de acuerdo después del 24-M. ¿Cuáles serán sus líneas rojas para pactar?

Pondremos los programas encima de la mesa y las fuerzas emergentes tendrán que aclararse si son de derechas, de izquierdas o de centro y si quieren mantener el status quo. No saben bien dónde se tienen que ubicar porque todo lo están haciendo de cara a las generales, pero de aquí a noviembre queda muchísimo tiempo. No pueden estar silbando y mirando hacia arriba si tienen que ayudar a gobernar una ciudad y una comunidad autónoma. Nosotros sí nos comprometemos a que, con nuestro voto, ni por acción ni por omisión, Rita Barberá será alcaldesa. Aunque al minuto siguiente de la investidura tengamos que pasar a la oposición.

Diremos que no vamos a pagar los 400 millones de euros que debemos al Instituto de Crédito Oficial (ICO)

¿Cuáles serían las primeras medidas que llevarían a cabo en su formación?

El primer compromiso es desarrollar el acuerdo sobre el Cabanyal. Además, tenemos un plan de choque contra el desempleo y la pobreza extrema. ¿De dónde sacaremos el dinero? Hablaremos con el Secretario de Estado de Hacienda y le diremos que no vamos a pagar los 400 millones de euros que debemos al Instituto de Crédito Oficial (ICO) por la Copa América porque tenemos que pagar que mucha gente pueda sobrevivir en esta ciudad. También crearemos empleo público porque cuando hay una tasa de paro de más del 20% solamente la iniciativa del Estado, en cualquiera de las Administraciones, puede crear empleo. Lo demás está fracasado y demostrado en la historia.

Rita Barberá suele repetir que el ayuntamiento tiene superávit. ¿Se lo cree?

Es verdad que las cuentas este año cuadran y han cuadrado siempre, porque la Intervención del Ayuntamiento es muy profesional. Pero tenemos una deuda de 700 millones. Yo al PP lo que le reprocho es el no haber reivindicado la mejora de las transferencias del Estado al Ayuntamiento, que es de lo que vive el presupuesto de la ciudad -no del IBI o de las multas de la grúa-, y de la Generalitat, que nos debe 30 millones de euros. Más que el tema del endeudamiento, me preocupa la falta de financiación, pero habrá que renegociar esa deuda que se come la quinta parte del presupuesto en pagar intereses con las entidades financieras que nos prestaron dinero en el plan de ajuste de 2012. Haremos una auditoría y a ver qué parte de la deuda es adquirida por servicios públicos y cuál por grandes eventos o cuestiones perentorias.

¿Esperan encontrarse facturas ocultas en los cajones?

Más que una situación financiera caótica, nos vamos a encontrar con una forma de gobernar en la cual ha habido negocio con servicios públicos que se han privatizado y vulneraciones de la ley. Ya hemos visto una vinculación del Ayuntamiento de València con el caso de la Diputación. Todo es lo mismo: hacen negocio con empresas privadas que al final tienen que ver con familiares o amigos suyos.

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