Terminaba octubre del 2022 y el pacto parecía casi hecho. El CGPJ se acercaba a los cuatro años caducado. PSOE y PP estaban llamados a firmar aquel viernes 28 el acuerdo que supondría la ansiada renovación. Las portadas y tertulias de los medios conservadores de la capital apretaban para que el líder del PP, que había llegado a Madrid medio año atrás prometiendo moderación, no pactara con Pedro Sánchez. A Alberto Núñez Feijóo le temblaron las piernas en el último momento, se impuso la línea dura del partido conservador.

La excusa esgrimida en aquel momento por el PP fue la reforma del delito de sedición. Los de Feijóo anunciaban horas antes de la firma prevista que las conversaciones con los socialistas quedaban "suspendidas". El líder conservador habría llamado previamente por teléfono a Sánchez para trasladarle su "extrañeza ante el cambio de posición del PSOE en lo relativo a la reforma del Código Penal para rebajar las penas del delito de sedición".

Lo curioso es que el PSOE no había cambiado en las últimas horas su postura sobre este asunto en sus declaraciones públicas. "La renovación del CGPJ se dará con este PP y con otro PSOE", auguró, hasta ahora sin éxito, el presidente del PP. Hoy el PSOE sigue siendo el mismo. El PP, también, aunque con la Moncloa cada vez más lejos.

La sedición fue una más en la lista de las excusas que durante todo este tiempo de bloqueo ha ido argumentando un PP que no da muestras de querer renovar, tal y como el mandato constitucional advierte, el CGPJ caducado. Al fin y al cabo, ahora la mayoría en el órgano de gobierno de jueces y juezas es conservadora, y en algunos temas parece actuar de forma coordinada con la derecha política y mediática.

Antes de la polémica por el delito de sedición, desde la calle Génova usaron hasta dos decenas de subterfugios para no acordar la renovación del CGPJ, y es que se necesita un acuerdo entre los dos grandes partidos para garantizar los tres quintos de ambas cámaras que precisa la designación de nuevos vocales del Consejo.

Desde el antisanchismo, hasta la crítica a los acuerdos con independentistas, pasando por la negativa a negociar con Unidas Podemos, quien también formaba parte del Gobierno de coalición la pasada legislatura (ahora en funciones)... El PP, simple y llanamente, no ha querido renovar el CGPJ.

29 de agosto de 2023. Sánchez y Feijóo se reúnen en el Congreso de los Diputados en el marco de la ronda de contactos que el gallego desarrolla para intentar lograr apoyos de cara a su debate de investidura, la cual se le vislumbra casi imposible. El CGPJ estuvo en el centro del cruce de reproches entre PSOE y PP una vez más.

En el encuentro, Feijóo pidió a Sánchez el apoyo socialista para una legislatura corta, de tan solo dos años, "para evitar una repetición electoral". Durante esos ficticios dos años, el líder del PP se comprometía a impulsar hasta seis pactos de Estado. Llamativamente, no hacía referencia explícita a la renovación del CGPJ en ninguno de ellos. 

Los seis grandes acuerdos propuestos por el dirigente conservador eran ambiguos: Feijóo ofreció pactos por la regeneración democrática, por el estado del bienestar o por el saneamiento económico. También brindó al secretario general del PSOE pactos de Estado por la familia, por el agua y otro para defender la integridad territorial.

Sánchez, por su parte, levantó sus cartas, sabedor de que el único de los dos que tiene opciones reales de ganar una investidura es él; o gobierno progresista o repetición electoral son los escenarios que hay sobre la mesa. El socialista propuso salir de aquel encuentro en la Carrera de San Jerónimo con un acuerdo: que gobernara quien gobernara el otro se comprometiera a facilitar el cambio en el CGPJ. La reunión terminó, como era de prever, sin entendimiento.

Más cerca de un nuevo gobierno que de un nuevo CGPJ

Los dos principales partidos se remiten a lo explicado tras la reunión de agosto en el Congreso. Si Sánchez facilita la presidencia de Feijóo, habrá pactos de Estado, vienen a decir desde Génova. "Feijóo tiene que empezar por desbloquear el CGPJ", afirman desde Ferraz. Sottovoce, en ambas escuadras se da por sentado que queda Consejo caducado para rato. 

Y es que las mayorías que pueden facilitar una nueva legislatura de Sánchez (independentistas, nacionalistas e izquierdas) son las mismas excusas que el PP ha usado hasta ahora para no acordar la renovación. Además, con un Senado con mayoría absoluta del PP, se complica todavía más. 

Se habla del CGPJ y se intenta relacionarlo con la investidura, aunque lo cierto es que son dos cuestiones que poco o nada tienen que ver. Uno de los principales problemas institucionales del país no encuentra cabida en estas negociaciones para formar Gobierno, pese a que desde la propia UE han hecho especial hincapié en la necesidad de una solución. Algo huele a podrido en la Plaza de la Villa de París, de Madrid.