¿Qué medidas fiscales ha aprobado el Congreso y cuáles no?
El Gobierno de coalición y sus aliados parlamentarios han aprobado este jueves una parte de la reforma fiscal impulsada por el Ministerio de Hacienda.
Madrid--Actualizado a
El Gobierno ha logrado sacar adelante este jueves una reforma fiscal que, si bien no es tan ambiciosa como apuntaban los acuerdos iniciales entre el Ministerio de Hacienda y algunas de las formaciones aliadas del Ejecutivo en el Congreso, sí que incorpora varias medidas tributarias de calado. Otras, en cambio, han quedado en el tintero.
Las intensísimas negociaciones de los últimos días han evidenciado la importancia que conferían en el Gobierno a lograr apoyos suficientes para este jueves. El lunes, la Comisión de Hacienda en la que se acordó un primer texto fue larga y turbulenta. Durante el Pleno de esta tarde, ese texto ha sido aprobado definitivamente ―ahora tendrá que avalarlo el Senado, pero, si lo tumba, el Congreso tendrá la última palabra― y, además, se han añadido algunas medidas extra.
¿Qué medidas han salido adelante?
Directiva europea. Se trata de la imposición de un impuesto mínimo del 15% a las grandes multinacionales. Es la base del proyecto de ley sobre el que, pacto a pacto, el Gobierno ha construido el resto de la reforma fiscal acometida en las últimas semanas. Se trata de una medida a la que obliga la Unión Europea.
Impuesto a la banca. Antes del 31 de diciembre, decaerán los gravámenes extraordinarios tanto a la banca, como a las energéticas. Las izquierdas de la Cámara han presionado mucho durante la negociación para evitarlo. Finalmente, el impuesto a la banca se mantendrá, aunque modificado. ERC, EH Bildu y BNG lograron en un acuerdo con el PSOE elevar el tramo más alto del impuesto para que los bancos con más beneficios paguen más impuestos. En cuanto al de las energéticas, Podemos ha acordado con el PSOE crear una comisión negociadora para impulsar un proyecto de ley que convierta en permanente el impuesto y, además, el compromiso de que saldrá adelante pese a la complejidad de contar con el voto de Junts.
Tabaco e hidrocarburos. La reforma fiscal también incorpora un aumento en la carga tributaria al tabaco ―en especial, a las empresas que comercializan con vapeadores y bolsas de nicotina― y medidas para evitar el fraude en el IVA de las empresas de hidrocarburos.
Más impuestos para las rentas altas. Otra medida relevante tiene que ver con el aumento de dos puntos ―del 28% al 30%― en la tributación del IRPF a las rentas más altas. Se trata de un pacto que alcanzaron PSOE y Sumar y que contó con el apoyo de Esquerra y EH Bildu.
Rebaja impositiva a las pymes. Se va a aplicar una rebaja en los impuestos a las pymes que facturen, como máximo, 10 millones de euros y también a las micropymes.
¿Qué medidas han quedado fuera?
Golpe a las SOCIMI. En el acuerdo que alcanzaron PSOE y Sumar hace menos de dos semanas, acordaron terminar con las ventajas fiscales para las Sociedades Anónimas Cotizadas de Inversión Inmobiliaria (SOCIMI) especialmente en cuanto al alquileres turísticos y de temporada. En cualquier caso, ha quedado fuera del paquete.
Seguros sanitarios privados. Con Sumar también se alcanzó el acuerdo de aumentar la carga impositiva a los seguros privados, pero tampoco ha pasado el corte del Congreso.
IVA de los pisos turísticos. A pesar del gran problema en torno a la vivienda que existe en España, tampoco esta reforma fiscal ha servido para subir el IVA a los pisos turísticos. Los votos en contra de PP, Vox y Junts, además de la abstención del PNV, han impedido su aprobación. Es otra de las medidas que había pactado el PSOE con Sumar.
Impuesto al lujo. Tampoco ha salido adelante el impuesto al lujo, que como el de las SOCIMI o el de los seguros privados, también pactó el PSOE con Sumar. No existirá, por el momento, un tributo extra para los yates privados o los coches de alta gama.
Equiparación del diésel y la gasolina. Otro cambio que pretendía imponer el Ministerio de Hacienda es la equiparación de los impuestos al diésel y la gasolina para conseguir que los conductores de diésel pagaran tantos impuestos como los de la gasolina y aumentar, con ello, la recaudación. Tampoco ha salido.
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