Este artículo se publicó hace 3 años.
Manuela Carmena: "La extrema derecha lleva formándose en España hace tiempo y sólo se combate con más democracia"
Retirada de la política y en la plenitud de su segunda jubilación (la primera la interrumpió para ser alcaldesa de Madrid), Carmena afirma que el PP ya actuaba en el Ayuntamiento de la capital como hoy hace Vox cuando ella ocupaba el cargo de primera edil (2015-2019) e insiste en que hay que cambiar la forma de hacer los debates electorales para evitar que sean caldo de cultivo de la ultraderecha. ‘Público’ habla en exclusiva con Manuela Carmena a una semana de las elecciones autonómicas.
Esther Rebollo
Madrid-Actualizado a
Manuela Carmena logró en 2015 lo que durante casi 25 años nadie había conseguido: unificar en una candidatura a una parte importante de la izquierda y arrebatar a la derecha el Ayuntamiento de Madrid. El Partido Popular había gobernado de forma ininterrumpida desde 1991 en la capital y ese desalojo inspiró una nueva forma de hacer política. Carmena hizo revivir los tiempos del viejo profesor, Enrique Tierno Galván, quien se hizo con el Ayuntamiento en 1979, tras las primeras elecciones municipales de la democracia, y retuvo el cargo hasta 1986, bajo el paraguas del PSOE y apoyado por el Partido Comunista. Fueron tiempos de apertura democrática y de libertad, fueron los años de La Movida.
"Madrid me mata" y "De Madrid al cielo" eran algunos de los lemas que se escuchaban en ese Madrid de los años ochenta y que se desempolvaron cuando Carmena irrumpió en la campaña para las elecciones municipales de 2015 con Ahora Madrid, una candidatura ciudadana de unidad popular e influida por el movimiento del 15M, forjado cuatro años antes en la Puerta del Sol, como símbolo de lucha contra el bipartidismo instalado durante décadas en España. Unidas Podemos, entonces Podemos a secas, ya se había hecho un hueco en la política; nacido en 2014, ese mismo año había colocado a varios eurodiputados en Bruselas. Y así fue como se construyó la propuesta de Carmena, a la que sumó Podemos, Equo y una parte de lo que era Izquierda Unida en Madrid.
Ahora Madrid proyectó luz a una buena mayoría de madrileños que vieron en la jueza jubilada una figura de integración, capaz de dar unidad a la izquierda. Manuela Carmena lo volvió a intentar en las elecciones de 2019, pese a su reticencia inicial de volver a presentarse como candidata, pero perdió frente a la unión de las derechas, ya no sólo representadas en el PP, sino con los apoyos de Ciudadanos (que se integró en su Gobierno) y el ultraderechista Vox.
Jubilada por segunda vez, Manuela Carmena se dedica desde entonces en cuerpo y alma a su proyecto solidario Zapatelas, una tienda de ropa, zapatos y complementos que fabrican presos y que se venden en una tienda del barrio de Malasaña, a la que sigue acudiendo con frecuencia, por cierto, en Metro (como siempre). También escribe, participa en un programa de radio y cuida de uno de sus nietos. La ex alcaldesa y ex jueza se ha retirado definitivamente de la política, ha sido reticente a ofrecer entrevistas durante esta campaña electoral, pero con motivo de un debate organizado por el movimiento ciudadano De Madrid Hablamos, sin políticos, Carmena habla con Público sobre la necesidad de seguir apostando por la democracia, como única opción para combatir a la extrema derecha.
La ultraderecha estaba ahí
"La extrema derecha lleva formándose en España desde hace mucho tiempo, hemos vivido actitudes del Partido Popular desde hace años, yo las he vivido en el Ayuntamiento, que tienen mucho que ver con cosas que está diciendo ahora el partido Vox", advierte la ex alcaldesa, convencida de que este problema "viene de lejos".
¿Y cómo lo combatimos?, le pregunto. "Combatir a estas personas que no tienen un sentimiento ni actitudes democráticas se hace precisamente con más democracia", responde, al asegurar que cuando dejó el Ayuntamiento ya avisó de la urgencia de "cuidar la democracia y la estructura jurídica que nos une; eso es lo que, de alguna manera, da más posibilidad a cada individuo de ser alguien con todos sus derechos".
Deben cambiar los debates electorales
Sobre el rumbo que ha tomado la campaña electoral, tras la anulación de los debates por la tensión causada por Vox y las amenazas de muerte que han circulado en los últimos días, Carmena reflexiona: "Cuando hemos permitido que en los debates haya insultos, descalificaciones, cuando hemos permitido no escucharnos unos a otros, estábamos preparando el caldo de cultivo en el que la ultraderecha se mueve como nadie. Si no queremos que eso sea así, modifiquemos nuestras actitudes, evitemos un caldo de cultivo favorable a la extrema derecha".
"A mí me hubiera gustado [en la actual campaña] escuchar propuestas concretas, tenemos que pensar en el día de mañana, tenemos que hacer los debates de una manera diferente, debería ser posible que los ciudadanos, sin estar incluidos en ningún partido político, podamos participar en esos debates, dando sugerencias", remarca.
Carmena considera que "hay un gran distanciamiento con la ciudadanía", por eso apuesta por un cambio radical: "No tienen sentido unos debates en los que se permiten las descalificaciones, en los que se busca que se interrumpan unos a otros; el día de mañana habrá que hacer otro tipo de debates en los que se haga una evaluación de la realidad, se analice cómo se han desarrollado los programas, qué es lo que se debe cambiar".
Un llamamiento a la convivencia
Por eso reclama una ley de participación ciudadana para "poder seguir hablando de Madrid, de lo que necesita Madrid, siempre insistiendo en que las propuestas puedan fructificar". Y pone el acento en que "hay que hacer lo imposible para no descuidar la convivencia ante opiniones diferentes, ante actitudes diferentes. Aunque no lo hagan otros, lo hacemos los demócratas".
Esa insistencia por cuidar la convivencia sale a relucir, durante la conversación, ante la casi certeza de que, gane quien gane, Madrid va a estar dividida o polarizada, por tanto el reto es convivir y entenderse.
Preguntada sobre su opinión relativa a cómo va la izquierda madrileña a las elecciones del 4 de mayo, seis años después de su propuesta ganadora, y ahora con tres candidaturas conformadas por el PSOE, Más Madrid y Unidas Podemos, Manuela Carmena prefiere no pronunciarse pese a que estos partidos (algunos con diferentes nombres) fueron sus socios en el Ayuntamiento.
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