madrid
Santiago Abascal sale reforzado de la concentración de este domingo. Ha sido primero en hacer declaraciones a los medios de comunicación, seguido de Rivera y Casado; ha conseguido 'colar' a uno de sus periodistas de cabecera en la lectura del manifiesto, Carlos Cuesta, y también ha logrado hacerse la foto que a Ciudadanos tanto le incomoda. Al estar tan presente en este tipo de convocatorias, Vox consigue la relevancia mediática que no tiene en el Congreso.
En Ciudadanos repetían una y otra vez durante toda la semana que la concentración la organizaban entre el Partido Popular y ellos, tratando de que la presencia del partido de extrema derecha no les salpicase. Afirmaban que Fernando de Páramo, secretario de Comunicación de Cs, y Javier Maroto, secretario de Organización 'popular', eran los únicos encargados de los detalles de la misma y que "el resto de partidos sumaban, pero no organizaban".
Pero lo ocurrido este domingo evidencia lo contrario: Vox ha estado presente en esas negociaciones y ha reivindicado su espacio, siendo Rivera el principal perjudicado en esa foto a siete. De hecho, Manuel Valls, el candidato de Cs a la alcaldía de Barcelona, no ha subido a la plataforma; el francés siempre se ha mostrado muy crítico con el pacto con Vox. "Esto no cambia el principio de que no hacemos acuerdos programáticos más que con el PP y el PSOE no sanchista", apuntan desde la dirección del partido naranja.
Desde la formación ultra acusan a Rivera de subir al escenario de la manifestación en la madrileña plaza de Colón "con más dirigentes" de lo que las formaciones habrían pactado. "Lo pactado era una foto en el escenario únicamente con los líderes de los partidos políticos y los tres periodistas que han leído el manifiesto. Ciudadanos ha incumplido lo pactado y Rivera ha subido con más dirigentes de su partido, entendemos que para intentar disimular ante Macron que se saca fotos con Vox", subrayan fuentes de la organización.
En Cs defienden que no había ningún acuerdo y que fue el sábado cuando se cerraron los oradores y manifiesto, sin hablar de la foto final. "La organización del acto ha sido de Cs y PP, Vox no estaba en la organización de la concentración", sostienen. "El presentador ha pedido que subieran los 'partidos' y hemos subido, igual que los equipos del resto, nos parece que la concentración ha sido un éxito y la foto está bien", argumentan.
La presencia de los de Abascal tampoco beneficia al Partido Popular, que ve como la formación ultra les gana terreno desde la derecha, como ya sucedió en Andalucía, donde perdieron 7 escaños y 300.000 votos. A pesar de que el líder del PP, Pablo Casado, ha endurecido su discurso en cuestiones como el aborto, la migración o Catalunya, la amenaza de Vox pesa sobre los 'populares'
Banderas que se saltan el principio de constitucionalidad
Durante la concentración se han visto banderas de la Guardia Civil, la Legión y la Policía Nacional, saltándose el principio de neutralidad institucional. La secretaria general del Sindicato Unificado de Policía (SUP), Mónica Gracia, ha asegurado que la organización se ha unido a la concentración porque están "cansados" de que se les "utilice" y de que se les quiera "echar" de Catalunya.
Gracia ha subrayado que el SUP, como sindicato mayoritario de los policías, es una organización apolítica. "No hemos ido a una manifestación de izquierdas ni de derechas", ha aseverado. "Somos la Policía del Estado, tenemos un montón de compañeros destinados y esto nos genera mucha incertidumbre", ha añadido.
A la concentración en la plaza de Colón se han sumado, según Gracia, cinco miembros de la Ejecutiva nacional del SUP y "decenas" de compañeros llegados desde Galicia, Valladolid, Salamanca o Barcelona. La secretaria del SUP se ha hecho una fotografía junto al candidato del PP al Ayuntamiento de Madrid, José Luis Martínez Almeida, y la candidata a la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.
Los 21 insultos de Casado a Sánchez calan en la protesta
Pedro Sánchez ha sido el protagonista absoluto de los cánticos de la concentración, al que tachaban de 'okupa', 'traidor' y 'vendido', en la línea de los descalificativos que le dedicó Pablo Casado el pasado miércoles. Desde la dirección nacional del PP reconocieron que, aunque el tono empleado por Casado "fue duro", lo justificaron apelando a la supuesta traición de Sánchez.
"Traidor", "felón", "incapaz", "incompetente", mediocre", "mentiroso compulsivo", "ilegítimo", "okupa"... Hasta 21 descalificaciones a Pedro Sánchez en una sola intervención, pero pablocasado_ dice que solo "son descripciones" https://t.co/ehJ7FBQK4C pic.twitter.com/0rJjL5rynm
— Adriana (@adricaliforni) 6 de febrero de 2019
El presidente del Gobierno, en un acto en Santander, ha cargado contra el 'popular' del que ha dicho que "no pierde la razón porque insulta, insulta porque no tiene razones ni argumentos" y ha subrayado que "como presidente del Gobierno, faltaría más, respeto a la concentración, pero también digo que están haciendo una concentración en contra de mi persona".
Sánchez rompió la relación con Casado el 24 de octubre de 2018 -la primera vez que se decreta la ruptura de las relaciones institucionales con el líder de la oposición- con un breve comunicado remitido a la prensa a las 22:51, tras lanzar varias advertencias en el debate que se había celebrado la mañana de ese mismo día en el Congreso, en el que el 'popular' le culpó de ser "responsable y partícipe" del procés independentista.
Desde Ciudadanos ven más posible el acuerdo con algunos presidentes socialistas autonómicos, como Férnandez Vara en Extremadura o García Page en Castilla La-Mancha, que con el actual presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, al que critican por sus acercamientos con Podemos y los partidos independentistas.
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