¿Por qué se le degradó a Seymour Hersh de 'legendario' a 'polémico'?
Inna Afinogenova
Madrid-
Seymour Hersh fue legendario, reconocido y prestigioso para los mismos que, luego de esa publicación sobre la voladura de los gasoductos, lo degradaron a 'bloguero', 'teórico de la conspiración' o 'polémico periodista'. En 1963 fue contratado por la agencia Associated Press en Chicago y Washington, donde se dedicó a realizar investigaciones periodísticas. La abandonó tras un conflicto con sus redactores jefe luego de que le presionaran para que suavizara un artículo sobre un programa secreto del Pentágono para desarrollar armas químicas y biológicas, entre ellas el Agente Naranja que se usó masivamente en Vietnam.
En 1969 Hersh entrevistó al teniente William Calley que habló sobre la masacre de centenares de civiles vietnamitas en marzo de 1968. Encontró testigos que le confirmaron la historia de Calley: la de que los militares estadounidenses asesinaron a entre 347 y 504 personas desarmadas. Uno de los soldados le dijo a Hersh que la masacre fue una cosa de tipo nazi: "Las tropas estadounidenses no hacen la guerra de manera más honorable o sensata que los japoneses y alemanes en la Segunda Guerra Mundial".
Luego de esto, lo contrató el New York Times, donde cubrió el escándalo del Watergate, reveló bombardeos secretos que realizó el gobierno de EEUU sobre Camboya, así como escuchas telefónicas que probaron el espionaje masivo de grupos pacifistas por parte del Gobierno de Nixon.
En 2004 en la revista New Yorker expuso las torturas a las que fueron sometidos prisioneros iraquíes en la cárcel de Abu Ghraib. Muchos recordamos aquella terrible foto en la que se ve a un preso posando desnudo rociado con excrementos y con los pies atados, frente a un soldado estadounidense. Las pruebas gráficas de esos crímenes han seguido apareciendo luego de las revelaciones de Hersh. Julian Assange, otro que fue degradado de periodista a hacker por algunos profesionales, publicó en Wikileaks más imágenes de esos abusos.
Este digamos que es el periodo de su carrera profesional que nadie pone en duda. Entre 2013 y 2015 publicó una serie de artículos en los que sugirió que la Administración de Obama usó las denuncias sobre el uso sirio con gas sarín a civiles para justificar su ataque contra el país y que el responsable de ese ataque no fue el Gobierno de Al Asad, sino Turquía.
En 2015 cuestionó la versión oficial del Departamento de Estado sobre el asesinato de Osama Bin Laden. Sostuvo que la operación de aniquilación de Bin Laden por parte de EEUU fue acordada entre Washington, Pakistán y Arabia Saudí. Sobraría aclarar que todas esas publicaciones fueron categóricamente desmentidas por la Administración estadounidense.
El artículo sobre la muerte de Bin Laden fue criticado por diversos profesionales por falta de pruebas y, al igual que en el caso de la investigación sobre la voladura de Nord Stream, por el uso de una sola fuente. En su artículo recurre decenas de veces a la misma voz anónima, un agente de inteligencia retirado que conoció de primera mano las fases de la operación.
No podemos dar su información como cierta sin más cuestionamientos ni reparos. No tenemos pruebas para afirmar que detrás del sabotaje de Nord Stream está EEUU. Esto por un lado. Por el otro, y esto ya sí que es una hipótesis personal, pero en casos por el estilo una tiende a pensar que detrás de un sabotaje suele estar el máximo beneficiario del mismo y no el máximo perjudicado.
Y en este caso, lo mires por donde lo mires, Rusia sale perjudicada: destruir tu propia infraestructura en la que has invertido cientos de millones de dólares, en aguas de un tercer país, siendo ese un país de la OTAN, hacerlo en tiempos de guerra, cuando necesitas esa infraestructura para ejercer presiones a los aliados de tu enemigo ¿exactamente para qué? ¿Para demostrarle a EEUU y a la UE de lo que eres capaz? Si ya vieron de lo que eres capaz. Como que parece un nivel de estulticia superlativo incluso para el Kremlin.
En Rusia tenemos una frase para este tipo de comportamientos, que se aplica normalmente a lo que hacen los niños: "Me voy a congelar las orejas para fastidiar a la abuela". En fin, que es difícil de creer que ese sabotaje fuera obra de Rusia. Pero, ¿significa esto que el reportaje de Hersh dice la verdad? Con los datos que nos da, no podemos saberlo. Para ello hay que confiar en que un periodista con cierto prestigio esté diciendo cosas que son verdad. Y en periodismo no deberíamos basar nuestro criterio sobre lo que es cierto o no en la "confianza" en el mensajero, sino en que aporte evidencias suficientes para demostrar que es cierto de manera innegable. ¿Lo hace Hersh? Pues no.
Lo que tampoco parece de recibo es pedir que no se difunda esta información. Porque el problema no es el uso de una sola fuente anónima. El problema que tienen muchos con este material es el simple hecho de que está en contra de todo lo que desde aquí, desde este lado del mundo, se quiere transmitir sobre este conflicto. Sin ir más lejos, buscad el nombre de Laurie Garrett, premio Pulitzer también, por cierto. Pues aquí el premio Pulitzer que se le dio por otro material, sirvió a una serie de medios varios para legitimar la información de esta mujer sobre los motivos que llevaron a Putin a iniciar la invasión.
Especuló en un hilo de Twitter que Putin padecía covid-19 persistente, se vacunó con la vacuna rusa que hizo que su estado empeorara y entrara en un estado de paranoia que le llevó a invadir Ucrania. Premio Pulitzer también, ojo. Y ningún problema con que la teoría parezca una ida de olla absoluta. Lo veo publicado en medios británicos e italianos, sin mayor reflexión ni cuestionamiento.
En un momento en el que hay una falta de crítica absoluta y cualquiera que la intente hacer es tachado de propagandista del enemigo, en un momento en el que se traga como cierta toda la información que venga de voceros de un solo bando, en este momento se ponen quisquillosos y manifiestan reparos que no han manifestado con otras informaciones dudosas o directamente con bulos.
Tampoco pasa nada porque haya sido EEUU quien voló los gasoductos, ¿eh? ¿No era eso lo que querían hacer desde mucho antes de que empezara la guerra? ¿No dijeron abiertamente que harían todo lo posible por tumbar ese proyecto? ¿Por qué tanta incredulidad ahora, que además tienen la guerra como excusa? Sugerir que les beneficia de alguna manera todo ese sabotaje y sugerir que ese texto no parece descabellado no es legitimar la invasión rusa. Nadie justifica la invasión rusa, nadie pretende hacerla pasar por buena.
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