Este artículo se publicó hace 5 años.
Juicio al procésGolpes en la cabeza, mayores arrojados al suelo y cargas indiscriminadas: la violencia policial el 1-O, ante el Tribunal Supremo
La defensa de los acusados Oriol Junqueras y Raül Romeva muestra algunas de las grabaciones que reflejan con mayor crudeza la actuación policial durante el referéndum soberanista. La defensa de Joaquim Forn exhibe vídeos de otras protestas en las que hubo
Alejandro López de Miguel
Madrid--Actualizado a
Golpes en la cabeza y rostros ensangrentados; personas mayores arrojadas al suelo y pateadas, y manifestantes sentados pacíficamente que se vieron arrastrados por agentes de Policía Nacional y Guardia Civil de forma violenta, agarrados por las muñecas e incluso por la cabeza y el cuello. La actuación policial para frustrar el referéndum soberanista del 1 de Octubre de 2017, que además está siendo investigada en distintos juzgados catalanes, está siendo exhibida con toda su crudeza este miércoles, en el juicio a la cúpula del procés.
Si el martes fueron las acusaciones -salvo los ultraderechistas de Vox, que no pidieron la inclusión de una sola prueba documental en la causa-, quienes mostraron agresiones a policías y guardias civiles en esa jornada -en particular la Fiscalía, que es quien acusa por rebelión-, los vídeos propuestos como prueba por las defensas persiguen retratar la parte más oscura de la actuación policial.
Los máximos representantes del Gobierno cuando tuvo lugar la actuación policial del 1-O se han lavado las manos, y el propio ministro del Interior Zoido negó conocer "quién dio la orden" de cargar
En una causa en la que han comparecido como testigos cerca de 200 agentes -llamados por la Fiscalía y la Abogacía del Estado-, y en la que los máximos responsables políticos del Ministerio del Interior e incluso del Gobierno, con Mariano Rajoy a la cabeza, han eludido cualquier autocrítica o asunción de responsabilidad –"Yo no di la orden", que diría el exministro Juan Ignacio Zoido-, las defensas pretenden demostrar que la violencia en esa jornada y en las posteriores tiene su origen en la actuación policial, que únicamente recibió la orden del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya de impedir las votaciones.
En el acceso a los locales electorales, dentro de los colegios e incluso lejos de las puertas de entrada, las agresiones se sucedían, a menudo de forma indiscriminada. Los golpes en todas las partes del cuerpo, los empujones y zarandeos a concentrados pacíficos por parte de los agentes, han quedado reflejados en los vídeos planteados por el letrado de Oriol Junqueras y Raül Romeva, Andreu Van den Eynde.
Entre gritos de "Somos gente de paz", "Fuera" o "Votaremos" -siempre en catalán-, parte de los ciudadanos que acudieron a votar y a impedir el paso de los agentes se vieron golpeados independientemente de su edad o sexo, a menudo entre gritos.
Los policías rompieron puertas y verjas para acceder a algunos centros, y en algunos de ellos la respuesta fueron gritos o insultos, si bien también se colaba la imagen de algún empujón a los agentes. Eran minoritarios: a última hora de la mañana se colaban imágenes de los agentes cargando en la misma puerta de un Ayuntamiento, incluso utilizando un spray de defensa contra los concentrados.
La letrada Ana Bernaola, a cargo de la defensa de Jordi Sànchez, Jordi Turull y Josep Rull, proponía nuevas imágenes de estas actuaciones, grabadas en distintos centros, para mostrar la misma realidad: cargas indiscriminadas, agentes golpeando con porras, escudos, manos y pies a personas que permanecían quietas, con los brazos en alto, o simplemente intentaban escapar. "¡Asesinos!", coreaban en un caso.
La jugada de Melero: vídeos de otras protestas violentas donde no se acusó por rebelión ni sedición
Por su parte, el letrado Melero acostumbra a desmarcarse del resto de defensas, y hoy lo ha hecho con un golpe de efecto. En lugar de pedir la proyección de vídeos del 1-O, el abogado de Forn ha exhibido grabaciones de otras protestas y manifestaciones que en los últimos años también acabaron con graves disturbios. En este saco entraba la protesta en el barrio burgalés de Gamonal (2014), el rodea el Congreso (2012) o la protesta Aturem el Parlament (2011).
La maniobra de Melero perseguía contrastar estas protestas, todas con imágenes de mayor violencia que las del procés. Y en ninguno de estos casos se planteó acusar por rebelión o por sedición, venía a recordar el letrado.
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