Duelo de alcaldables. Los juzgados de Barcelona celebran este lunes el juicio de la demanda por injurias presentada por Ada Colau, candidata de Guanyem al ayuntamiento de Barcelona, contra Cristina Cifuentes, delegada del Gobierno y postulante para la alcaldía de Madrid por el PP quien la acusó, a ella y a la Plataforma de Afectados con la Hipoteca (PAH) de apoyar a 'grupos filoetarras' o de tener vinculación con grupos de apoyo a ETA.

La vista pública se celebrará a las 10:00 horas de la mañana en la sala 310 de los Juzgados de Barcelona, situado en la Gran Via de les Corts Catalanes. El juzgado de primera instancia ha excusado a la delegada del Gobierno de estar presente en el juicio. Quien sí lo estará es la demandante y la cúpula del movimiento cívico.

Cifuentes realizó sus declaraciones el 25 de marzo de 2013 en el programa de Radio Nacional de España El día menos pensado. La demanda fue presentada por Colau después de que esta asegurara que la PAH no era sólo un grupo de apoyo a las personas desahuciadas, sino que aprovechaba esta situación para seguir una 'estrategia bastante radical', una 'lucha callejera hasta llegar casi a la kale borroka'. Cifuentes aseguró en concreto: 'Ada Colau y las personas que están en la plataforma antidesahucios 'han manifestado su apoyo, en determinadas ocasiones, a Bildu, a Sortu y a todos estos grupos que a mi modo de ver y a modo de ver de muchos españoles tienen mucho que ver con el entorno de ETA'.  'Esa lideresa que está liderando ese grupo supuestamente en defensa de los desahucios -explicó entonces-, yo creo que en realidad allí hay intereses de otro tipo, bueno pues últimamente parece que tienen también ciertas inquietudes de apoyos a grupos 'filoetarras 'o 'pro-etarras'.

Cifuentes criticaba así los escraches o manifestaciones de protesta ante las viviendas de determinados responsables políticos del PP y de su Gobierno. Al día siguiente, Cifuentes insistió en vincular a Colau con el entorno de ETA. Así, el día 4 de abril reenvió (retuiteó) un mensaje del presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, en el que decía: 'Les guste o no, algunas de estas personas (PAH) están en el entorno de ETA y Batasuna. @ccifuentes sólo ha dicho eso'.

Colau reaccionó presentando una demanda de protección a su honor para que declaraciones en las que se les criminalizaba como éstas no quedaran impunes, según dijo entonces, y para pedir responsabilidades a una persona que ejerce un cargo público: 'Por declaraciones menos graves, en Europa ya se la habría obligado a dimitir'. A juicio de su abogado, Jaume Asens, el objetivo de la delegada del Gobierno era 'despertar el rechazo hacia la portavoz de una organización de afectados que gozaba de un gran respaldo social -de hasta el 90% según encuestas- y que se ha destacado públicamente en su lucha contra una de las situaciones de injusticia más grave que padece nuestra sociedad'.

Las palabras de Cristina Cifuentes se producían en medio de una escalada de críticas a la PAH, en especial de los medios más conservadores, a partir de que comenzaran a producirse manifestaciones contra políticos del PP.

Colau sostiene en su demanda que buena parte de la opinión pública dio total credibilidad a las palabras de Cifuentes. Y que, a causa de estas injurias, ha recibido insultos, amenazas contra su integridad física y contra su familia, mediante mensajes también en la red social Twitter o por correo electrónico, acusándola de 'terrorista'. Entre los mensajes figuran algunos como 'sois la podredumbre, la gangrena de España, sois los amigos de ETA y sus secuaces... pues yo te digo ¡ ten cuidado ! cuando salgas de tu casa, ratonera o trabajo, mira a un lado y hacia el otro, no vaya a ser un día te encuentres una ¡sorpresa!, yo que tú me lo pensaría salir sola a la calle ''por si las moscas' '. O un mensaje que recibió en su correo personal con la fotografía de su hijo, de dos años de edad, con una bala incrustada en la cabeza y con amenazas directas contra la vida del niño y donde la tildaban de 'puta separatista socialista'.

Al mismo tiempo, recibió el apoyo de numerosas asociaciones en defensa de su derecho al honor. Entre ellas se encuentran las principales asociaciones de derechos humanos, la Asociación Catalana de Víctimas de Organizaciones Terroristas (ACVOT), Jueces para la Democracia, los colegios de abogados de Barcelona y Girona, el Observatorio de Derechos Económicos Sociales y Culturales de Barcelona (DESC), Justicia y Paz, la Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona (FAVB), el Observatorio del Sistema Penal y los Derechos Humanos de la Universidad de Barcelona, el Instituto de Derechos Humanos de Catalunya y la Asociación catalana por la defensa de los derechos humanos (ACDDH).