Este artículo se publicó hace 11 años.
Izquierda política y movimientos sociales: ¿Un futuro en común?
El tabú sobre la influencia o participación de los partidos políticos en las plataformas surgidas a raíz del 15-M puede estar rompiéndose. En las últimas semanas han aumentado los rumores que apuntan a la
Puede que Mariano Rajoy pensara que aprobando esta semana una descafeinada ley contra los desahucios podría mitigar la fuerza y repercusión de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) y su Iniciativa Legislativa Popular, pero en realidad lo que han obtenido él y su gobierno ha sido una sonora derrota moral frente a un movimiento ciudadano. Como la PAH, la iniciativa del 15MPaRato consiguió sentar en el banquillo a algunos responsables de Bankia, lo que concede a las movilizaciones ciudadanas nacidas en las acampadas de Sol hace ahora dos años una relevancia que quizá en los albores de aquel 15 de mayo se podía soñar aunque seguramente parecía imposible conseguir.
La PAH, las mareas por la sanidad y la educación públicas, las marchas de los mineros e iniciativas como la Plataforma 25-S se han convertido en símbolos de la lucha social frente a las políticas de austeridad que aplica fervientemente el Partido Popular al dictado de Bruselas, la corrupción, la represión policial, las desigualdades y sobre todo, los signos de agotamiento del sistema político de la Transición. Sin embargo, a pesar del esfuerzo, han sido pocas las victorias palpables, lo que de algún modo ha comenzado a alimentar un sentimiento de que si todas estas fuerzas no se unen entre sí será difícil conquistar los cambios que todos buscan.
"Desde la irrupción del movimiento 15-M estamos asistiendo a un intenso ciclo de luchas y protestas que ha chocado con la mayoría absoluta que mantiene el PP", explica Jaime Pastor, profesor de Ciencias Políticas en la UNED, especializado en nuevos movimientos sociales. En este contexto, observa que "los movimientos están constatando las dificultades de arrancar conquistas parciales al tiempo que se dan cuenta de que hay una crisis de régimen que afecta a la totalidad de éste: la monarquía, el Parlamento y el actual marco autonómico". Sin embargo, está convencido de que "no cabe exportar modelos", como podría ser el de Syriza en Grecia, sino que habría más bien que encontrar formas propias. Y ahí reside la dificultad. Muchos sectores del 15-M se han dado cuenta de la necesidad de jugar en el tablero electoral, pero su lógica de movimiento impide que lo hagan como tal. Mientras, "Izquierda Unida no tiene la capacidad de lograr el cambio político que está reclamando el movimiento", asegura Pastor.
Jaime Pastor: "IU no puede lograr el cambio político que está reclamando el movimiento"Con el objetivo de generar estos espacios de confluencia que cada vez se ven más necesarios han surgido ya varias iniciativas, pero de momento ninguna unitaria. Algunos ejemplos serían el Frente Común, el Partido X, el colectivo En Red o el proyecto de Asociación Democracia Real Ya, que también estaría por la labor de un frente electoral amplio. Otros apuestan también por esta convergencia de la izquierda política y los movimientos sociales, pero sin miras directamente a la creación de un frente electoral. Ejemplos de esto serían el Frente Cívico, Somos Mayoría o la plataforma Confluencia. Y para intentar aunar todas estas iniciativas surge ahora Alternativas desde Abajo.
Espacio de encuentroLos próximos días 7 y 8 de junio se celebrarán en Madrid unas jornadas en las que confluirán representantes de esos movimientos sociales y de la izquierda política con el fin de abrir "un espacio de encuentro para reflexionar y poner en común experiencias de los últimos meses a la hora de encontrar una alternativa política, no exclusivamente electoral, a la actual", explica Antonio Hernández, uno de los portavoces de la iniciativa. "Se trata de sentarse y debatir las vías necesarias para avanzar hacia propuestas lo más conjuntas posibles aunque no está prefijado que tenga que haber ninguna conclusión. Es obvio que nos gustaría, pero no tiene por qué".
Hernández reconoce que "hay mucha gente que está hablando ahora mismo sobre la posibilidad de crear un frente electoral". "Esa puede ser una de las salidas y no es descartable", añade, aunque prefiere ser cauto: "No es el objetivo primordial desde mi punto de vista ya que hay que avanzar en muchas cosas primero y ver cuáles pueden ser los proyectos comunes y las diferencias". Por el momento se celebrará una asamblea preparatoria el 21 de mayo en la Sala Polivalente del Patio Maravillas, mientras que la organización busca un espacio lo suficientemente amplio para las reuniones de junio.
Una parte preeminente entre las más de 200 personas que se habían adherido hasta la pasada noche a la convocatoria de Iniciativas desde Abajo procede de las distintas corrientes y sensibilidades de Izquierda Unida. A este respecto, Tania Sánchez, diputada en la Asamblea de Madrid y parte del sector crítico con la actual coordinadora de la capital, asegura que la federación "tiene que estar en todos los espacios de diálogo que se están abriendo en estos momentos". Algo se ha avanzado. "Ahora mismo lo que hay es un reconocimiento mutuo que no ha habido en mucho tiempo. La izquierda política entiende que los movimientos tienen el protagonismo en la calle y ellos están entendiendo la necesidad de instrumentos políticos", asegura Sánchez.
En Alternativas desde Abajo se debatirán "las vías para avanzar hacia propuestas conjuntas"
Sin embargo, en el seno de IU hay muchos espacios muy diferentes y no todos están por la misma labor. Las corrientes se mueven en distintas direcciones pero a la hora de la verdad son los órganos de dirección los que marcan el camino a seguir. En este momento de cambio, "nadie en el seno de IU sabe dónde van a acabar todos estos procesos de convergencia", asegura.
Generosidad y un dibujo comúnQuizá por eso, varias de las fundaciones afines a IU están organizando, según un documento de trabajo al que ha tenido acceso Público, unas jornadas muy similares para los días 1 y 2 con el objetivo primordial de ver lo que "izquierda social" e "izquierda política" tienen en común, en qué están en desacuerdo y hacia dónde se puede avanzar "en la formación de un amplio bloque frente al neoliberalismo".
"Izquierda Unida es la que más generosidad debe demostrar", afirma el miembro del Consejo Político Federal de Izquierda Unida, Hugo Martínez Abarca, quien ve como el principal obstáculo "que no seamos capaces de llegar a nada por la ineficacia y resistencia de los sectores más inmovilistas, que los puede haber tanto dentro de los movimientos sociales como en los partidos. Los recelos son lógicos y hace falta mucha generosidad por ambas partes".
Martínez Abarca cree que éste es un momento propicio por cómo han ido evolucionando y madurando todos los movimientos y plataformas que nacen del 15-M y destaca la importancia de que " ahora ya no se puede identificar a un grupo como tal, sino que el 15-M se ha convertido más bien en un clima de movimiento y puesta en jaque de los valore del régimen y de la transición".
Esto alimenta una visión del asunto que define como "teoría del mosaico". "Durante este tiempo han ido cristalizando un montón de cosas que tienden hacia la convergencia y ahora lo que hace falta es formar un dibujo común. Creo que empieza a ser suficientemente urgente". Una de las causas que hacen interesante para política y movimientos ese posible acomodo en un frente común coincide en parte con la visión de Pastor. " Desde IU no podemos esperar que pese a las encuestas y el gran número de votos que podemos obtener eso sea suficiente como para conseguir que cambie el país. Desde el 15-M se puede pensar que esto ha ido bien pero para iniciar el proceso constituyente que reclama es necesario el ámbito político".
Mucho camino por recorrerBlanca Casado, portavoz de Izquierda Abierta en Madrid, tiene la misma percepción. "Creo que todos acudimos con la convicción de que la implicación y participación del 15-M tiene que tener un sentido político". ¿Deben los movimientos sociales y los partidos políticos ir de la mano? Para Casado "queda mucho camino por recorrer pero no nos queda más remedio que hacerlo juntos. Cada uno debe ocupar el espacio que le corresponde y cada uno tiene una función", pero "o recorremos ese camino juntos y llegamos a una conjunción, o entonces estaremos perdidos".
Hugo Martínez Abarca: "Izquierda Unida es la que más generosidad debe demostrar" Chema Ruiz, responsable de Movimientos Sociales de IU, también ve necesarios los "espacios de convergencia donde estemos todos los que estamos combatiendo la que nos está cayendo encima", pero enfoca las jornadas de Iniciativas desde Abajo como "algo muy embrionario". Ruiz, que tuvo en su momento un papel muy destacado en la PAH, además de haber participado también en Democracia Real Ya y la Coordinadora 25-S, es "positivo con respecto a un frente común". "Es un proceso que seguramente no será ni corto ni sencillo. Hay un sector que el simple hecho de hablar de opción electoral le pone los pelos de punta y puede que algunos de ellos se queden por el camino. Después hay otros muchos que se están dando cuenta de lo importante que es que haya una pata de contrapoder popular pero también que tenga presencia en las instituciones".
No obstante, reconoce que "es muy complicado generar esos espacios entre movimientos tan difusos como los que giran en torno al 15-M y unos partidos y organizaciones sindicales que tienen unas estructuras más clásicas. Encontrar una forma asamblearia que una a toda la izquierda social va a ser difícil pero IU comenzó así, otra cosa es cómo terminó" advierte.
Desde Equo, el portavoz en Madrid, Ramón Linaza, también destaca el punto de madurez que están alcanzando muchos de los movimientos nacidos del 15-M y que "cada vez más personas se dan cuenta de que las manifestaciones no son suficiente. Piensa que hay que avanzar para que las propuestas ciudadanas lleguen a las instituciones". "Ahora bien -avisa-, si se empieza haciendo la propuesta de una unidad de la izquierda o crear un frente amplio esto no nos permitirá avanzar en temas de transparencia y regeneración". Linaza prefiere esperar "a ver qué pasa y cómo se plantean las cosas" y cree que por el momento, "el marco para llegar a posibles candidaturas conjuntas es el ámbito local, donde es más sencillo que confluyan los intereses y puntos de vista de todos".
Desde Equo creen que "el marco para llegar a posibles candidaturas conjuntas es el ámbito local"
El representante de Equo no esconde que las formaciones de izquierdas han podido cometer muchos errores, no sólo con los movimientos sociales, y según él "si la izquierda no hace autocrítica y explica cómo se ha permitido la hegemonía de la derecha en todo este tiempo, pues entonces no tiene mucho sentido hablar de candidaturas conjuntas".
Mientras, el Frente Cívico de Julio Anguita sigue librando su batalla. Una de sus cabezas visibles es Manolo Monereo, un histórico en el PCE y persona de confianza de Anguita. "Básicamente somos es una fuerza político-social, no político-electoral, que intentamos organizar un contrapoder que permita salir de este régimen y abrir caminos para construir un nuevo régimen político". Monereo remarca que su intención no es presentarse a las elecciones, para eso está IU, sino "generar condiciones sociales objetivas para una transición de modelo". Ellos lo que tratan es de "complementar, yendo más allá de lo que a día de hoy es social y políticamente IU". En definitiva, "ayudar a que IU sea una alternativa para otro régimen". Pero, de momento, "el protagonismo del conflicto", las movilizaciones y la unidad de los movimientos sociales son la prioridad.
"Procesos como el de Alternativas pueden ayudar a hacer surgir algo nuevo, que supere a IU. Ésta tendría que cambiar y sentarse a hablar de igual a igual con los movimientos" asegura Jaime Pastor. Y para construir esta unidad entiende que hay varios puntos ineludibles: "Negar el pago de la deuda, garantizar el derecho a decidir de las nacionalidades históricas y una nueva democracia más participativa, una democracia basada en la socialización de los bienes comunes". Pero éste es un proceso difícil. Las tensiones entre partidos y movimientos afloran cada paso que se da en este dirección.
El problema es, según Pastor, que en IU "sigue pesando más la voluntad de ser partido de gobierno que la conciencia de que en un contexto de crisis como la actual no se puede gobernar con un partido como el PSOE, que ha sido el soporte de las políticas neoliberales". Y por eso cree que la federación debe plantarse claramente frente a los recortes y las órdenes de Bruselas. Por otro lado, está el modelo organizativo, al que achaca una excesiva profesionalización de los dirigentes. A su entender, "los nuevos instrumentos políticos deben contar con los jóvenes que están en los movimientos. La gente que en los últimos años ha entrado en la política de movimiento es la que ha de liderar este proceso".
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