Este artículo se publicó hace 2 años.
La izquierda andaluza contrapone modelos fiscales y de sociedad con Moreno
Nieto y Rodríguez reprochan al presidente durante el debate de Investidura su fe inquebrantable en las bajadas de impuestos y este admite que tiene diferencias "ideológicas" con Por Andalucía y Adelante Andalucía.
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El debate de Teresa Rodríguez e Inma Nieto con Juanma Moreno reveló que el presidente de la Junta tiene ideología, al contrario de lo que proclaman en ocasiones los portavoces del PP, que pretenden hacer pasar medidas, como por ejemplo la práctica supresión del impuesto sobre las herencias, como de pura gestión.
El líder del PSOE, Juan Espadas, en su intervención por la tarde, le ofreció cinco pactos: por los servicios públicos, contra la inflación, sobre los fondos europeos, sobre las políticas medioambientales, políticas de agua y por el pleno ejercicio de los derechos de ciudadanía: la igualdad entre mujeres y hombres, vivienda, el acceso a la cultura o la protección frente a la exclusión social.
Espadas emplazó también a Moreno a ofrecer "una rendición de cuentas permanente" ante el Parlamento, y le instó a comprometerse a "no bloquear la acción de la oposición" y a "comparecer" sobre "aquellas cosas que deben conocer los andaluces". "Cualquier administración autonómica es más transparente que el gobierno de Moreno Bonilla a la hora de informar sobre el grado de ejecución de los fondos europeos", manifestó Espadas.
Así, las intervenciones de las portavoces de Adelante Andalucía y Por Andalucía llevaron a Moreno a reconocer que las soluciones y las medidas que su Gobierno quiere tomar en estos años son diferentes a las de la izquierda: "Tenemos diferencias en lo ideológico", le dijo Moreno a Rodríguez que le preguntó varias veces si iba a gobernar para los favorecidos, las oligarquías, los fondos buitre y los fondos de inversión, o para los desfavorecidos, si iban a ser el presidente de las pymes o el de las multinacionales, el presidente de un seguro privado o de la pública, del pequeño comercio o de las grandes superficies.
"Me plantea una lucha de clases, de los poderosos o de los pobres. Hay un termino medio en todo en la vida, en las sociedades occidentales hay una amplia clase media. Es la que nos presiona a la clase dirigente para que tomemos decisiones que beneficien al conjunto, a la mayoría. Vamos a trabajar para el conjunto. Frente a esa lucha de clases, [nosotros] estamos en un modelo más de libertad", dijo Moreno.
En otro momento del debate con Inma Nieto, Moreno admitió: "Tenemos visiones distintas de modelo social".
El debate con Nieto y con Rodríguez se produjo en un tono de respeto mutuo y de diálogo con el presidente, que ofreció su mano tendida para aprobar propuestas que le parezcan razonables y "robustas" que vengan de ambas coaliciones.
"Entre el modelo de sociedad suyo y el que representa mi gobierno hay una distancia considerable. Coincidimos en el diagnóstico, vamos a coincidir en el 90%, pero si apuntamos las soluciones, tenemos soluciones diametralmente distintas. Creo que sus recetas no son viables. No solucionan los problemas y se han experimentado en gobiernos muy muy de izquierdas. Está bien esa posición ideológica un tanto poética, pero otra cosa es la cruda realidad, que necesita pragmatismo, rigor y cercanía", le dijo el presidente a Rodríguez.
"Ayer como hace 4 años empleó un hit: presidente de todos los andaluces. Permítame que le diga que desconfío de esa idea, porque niega la misma idea y esencia de la democracia y el pluralismo, esta expresión elude que hay intereses contradictorios en la sociedad, no se puede gobernar para todos. Tengo la firme certeza de que su gobierno no será el de las mayorías por ser del PP. Esto no va por lo personal. Olvida que hay jerarquías sociales", dijo Rodríguez.
Tanto Nieto como Rodríguez criticaron la fe inquebrantable –de evidente tenor ideológico– de Moreno en las bajadas de impuestos. "Mientras yo sea presidente, no pienso bajarle los impuestos a los andaluces", proclamó Moreno. "No voy a renunciar –le dijo Nieto– a mantener este debate con usted en toda la legislatura para que usted salte a la modernidad, al tratamiento de la fiscalidad con una base lógica, la justicia fiscal. El sostenimiento de los servicios públicos debe recaer en quien más tiene: es muy antigüito lo que usted plantea y deviene en fracaso".
"En el momento –manifestó Rodríguez– que entremos en situación de recesión, veremos que recaudamos menos. Va a prescindir de 620 millones, eso son 14.000 sanitarios y 6.000 maestras. En un momento en que es difícil coger cita con la pediatra de mi hija, se va a urgencias. Las rebajas fiscales que han hecho benefician a los más ricos. Cada vez que ustedes agujerean la hucha de todos, merman la herencia real que recibe la mayoría andaluza".
Energías renovables
Rodríguez también habló del cómo pretende Moreno lograr el objetivo que se marcó en el discurso de investidura, duplicar la generación de energía verde, renovable, para el que espera que se movilicen 12.000 millones de inversión, según dijo este miércoles. "¿Lo regalamos todo al oligopolio eléctrico, sin quedarnos con nada? ¿Alicatamos Andalucía de placas solares? ¿Les regalamos agua, suelo? La transición tendrá que ser de diferente manera", dijo Rodríguez.
"Sobre su discurso –abundó Rodríguez– tiene que empezar a desengañarse. El milagro económico andaluz solo está en su cabeza. Somos una economía vulnerable, que ha tenido una élite foránea, rentista: algunos de estos apellidos ponen nombre a calles de Andalucía y que han extraído toda la riqueza posible de recursos naturales y del sudor y del trabajo de nuestra gente. No hemos tenido un problema de ser atractivos para la inversión. El problema es que nos regalamos. ¿Han pensado en los efectos del extractivismo?".
El presidente replicó: "Tenemos un problema climático. Tenemos que buscar otras alternativas energéticas que no nos hagan depender de dictaduras, que nos chantajean con la energía. Andalucía afortunadamente puede ser una gran potencia en renovables, mapas de viento y días de sol. ¿El problema ahora es que no gusta la energía limpia? Esto no se puede instalar donde uno quiera, tiene que haber un viento determinado, una situación solar, y capacidad de evacuación de esa energía. Lo que no podemos hacer es energía a la carta. Cuando ofrecemos una alternativa, tampoco le gusta, ¿queremos energía barata y sostenible, queremos no depender de las dictaduras mundiales? Lo tengo claro, voy a hacer de Andalucia una potencia energética en renovables".
Nieto reprochó al presidente que en su discurso no hiciera referencia a la pobreza. "Hay un 38% de personas pasando fatigas en Andalucía. Ese panorama no puede quedar al margen de un discurso de investidura. Un plan contra la pobreza debiera escalar posiciones". Moreno se defendió de la crítica tirando de humor: "Me hubieran llamado el Castro de Andalucía", dijo, en referencia velada a la leyenda de los larguísimos discursos del cubano Fidel.
Nieto instó a Moreno a eliminar "inmediatamente el teléfono de violencia intrafamiliar", que pactó la legislatura pasada con Vox. "Mucho lo hizo porque quiso. Bien está lo que bien acaba. Saque es teléfono del listado de la Junta y promueva un pacto andaluz contra la violencia machista que implique a las asociaciones feministas. Y desarrollemos nuestra ley de despatologización de la transexualidad". Moreno no dijo una palabra al respecto. Tampoco sobre sacar a Queipo de Llano de la basílica de la Macarena.
Vox y la urgencia
Macarena Olona, portavoz de Vox, centró su discurso en la economía, afirmó que se acercaba una recesión en el último trimestre, llamó candidato a Moreno y dijo que Vox había venido para quedarse y que pensaban seguir siendo incómodos. A Moreno le criticó que "no había urgencia en sus palabras" y le instó a bajar aún más los impuestos. "Ya vamos tarde. España no está para sonreír. ¿Cómo vamos a proteger a los hogares andaluces [frente a los nubarrones económicos que vienen?". "Tiene las manos libres": Hace falta un "escudo social que alivie a miles de hogares andaluces para quienes esta inflación desbocada les impide llevar carne o fruta a las mesas", dijo Olona.
"Yo no quiero hablar de recesión porque las palabras también ayudan a hundir la economía, las palabras de calibre grueso constituyen un pesimismo social que terminan por machacar las oportunidades económicas. No quiero que haya recesión en España ni en Andalucía, gobierne Sánchez o gobierne quien gobierne. No puedo ni debo hablar de recesión. Ahora mismo crecemos al 4,2%", le devolvió Moreno a Olona.
"Es verdad –admitió luego Moreno– que las previsiones no son positivas, entre otras cosas por las medidas que estamos tomando para bajar la inflación, se está enfriando la economía, vamos a intentar no llegar a la recesión, que sigamos creciendo aunque sea medio punto y que haya un efecto rebote para crecer por encima de la media. No diseñar un escenario catastrofista".
El presidente también quiso confrontar en el terreno ideológico con Vox. Para ello utilizó el cambio climático y el diálogo social como campos de juego. Moreno reivindicó el primer asunto como el gran tema estructural y el segundo como la mejor solución para resolver conflictos. Moreno cree que las críticas a su izquierda y a su derecha, le vienen bien, porque le permite ubicarse en la centralidad y en cierta síntesis.
El presidente también reivindicó la legitimidad de Vox como tercera fuerza, que merece, dijo, el respeto de todos. Moreno le dijo a Olona que cuando fueron útiles, en la legislatura pasada, los ciudadanos se lo reconocieron, y cuando dejó de ayudar al Gobierno andaluz, los ciudadanos lo percibieron. "Espero que hayan aprendido", dijo el presidente. "Reflexione sobre si los cálculos son más importantes que los intereses generales de los andaluces", agregó. "Pido respeto y utilidad política", remachó el presidente.
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