Izquierda Unida ha comenzado a dar forma y aterrizar las tesis políticas que surgieron de la XIII Asamblea Federal que encumbró a Antonio Maíllo como coordinador de la organización a nivel estatal. Y entre estas tesis, la de la unidad de las izquierdas ocupa un lugar relevante, sobre todo si se atiende a las últimas citas electorales, en las que han competido varias candidaturas del mismo espacio ideológico.

Este domingo, la formación ha convocado a la Coordinadora Federal (el máximo órgano entre asambleas) para reflexionar sobre el escenario actual y el papel que IU debe tener de cara al futuro.

En el borrador del informe político (que debe ser debatido y votado en el órgano), al que ha tenido acceso Público, la ejecutiva liderada por Maíllo deja claro su objetivo: iniciar un "proceso político" para "involucrar a más personas en la política, construir una organización social, fomentar la movilización y, mediante una metodología democrática y participativa, lograr una única candidatura de las izquierdas federales y confederales para las próximas citas electorales".

Históricamente (y en especial en la última década, caracterizada por la irrupción de nuevas fuerzas en la izquierda alternativa), IU ha apostado abiertamente por las alianzas y los frentes amplios (sus pactos con Podemos y Sumar son buena prueba de ello). Pero en esta ocasión, la apuesta del partido es doble, debido, sobre todo, a la nula relación que existe en la actualidad entre los partidos de Yolanda Díaz y de Ione Belarra.

En este sentido, IU avanza que en este momento mantiene conversaciones con ambos actores a través de su participación en dos foros o espacios. El primero, la mesa de partidos que surgió tras el fracaso de Sumar en las elecciones europeas y la dimisión de Yolanda Díaz de sus cargos en Movimiento Sumar, una mesa en la que está el partido de la vicepresidenta, Más Madrid, Catalunya en Comú y Verdes Equo.

Las conversaciones de IU con el resto de las izquierdas

El segundo, entablando "relaciones con todas las organizaciones que formaron parte de la candidatura de Sumar el 23J de 2023, incluido Podemos". Desde la salida de Podemos del grupo parlamentario de Sumar a finales del pasado año, la relación entre los de Belarra e IU era prácticamente inexistente.

Sin embargo, en los últimos meses, según ha podido saber Público de voces de ambas organizaciones, se han producido conversaciones; un acercamiento que los de Maíllo revelan en el borrador de su informe político y que se ha establecido con el objetivo último de lograr una candidatura de unidad.

En este texto, que se someterá ahora al escrutinio de la Coordinadora Federal, se resume el objetivo político respecto a la unidad: "Apostamos por una cultura unitaria en la construcción de alianzas -podemos resumirla gráficamente como 'todos dentro, sin vetos cruzados'-, compatible con el refuerzo organizativo y de interlocución directa con la sociedad".

La organización fija además una serie de condiciones de posibilidad para logar esa unidad. La primera es tejer las alianzas en torno a "un programa de país que garantice vidas dignas, con políticas que hagan frente a la derecha y la extrema derecha".

La segunda tiene que ver con lo que en otras ocasiones Maíllo y el partido han definido como "método democrático": "Debe existir una coordinación entre iguales y una democratización en la toma de decisiones, terminando con la confusión de las nomenclaturas, como es Movimiento Sumar (partido) y Sumar (coalición), y trabajando conjuntamente por la movilización social y la construcción de organización social", con un "método de funcionamiento que aún no existe", reza el texto.

En otoño, como mandató la XIII Asamblea, el Consejo Federal de IU celebrará un debate monográfico sobre "política de alianzas". El borrador del informe también hace un análisis de la coyuntura política más allá del estado actual del espacio de la izquierda alternativa.

Los de Maíllo hacen hincapié en que la movilización del pasado fin de semana por el derecho a la vivienda (que definen como "la gran cuestión del momento") es "una movilización intergeneracional de clase, la clase trabajadora", y que su éxito se debe a "una convocatoria transversal -desde sindicatos de clase a asociaciones de vecinos- que no entiende de protagonismos excluyentes o particulares".

El éxito de la manifestación por la vivienda

En esta materia, en el borrador se defiende "la expropiación de viviendas a los fondos buitre por interés público". En el escenario internacional, IU destaca la "pérdida de relevancia" de la ONU a la hora de detener conflictos como la guerra de Ucrania o como el genocidio que Israel perpetra en Palestina, una pérdida de relevancia que el partido ejemplifica con el veto del gobierno de Netanyahu a António Guterres, el secretario general de Naciones Unidas, para entrar en su territorio.

"El Ministerio de Defensa español no puede seguir colaborando con empresas israelíes que participan en el genocidio o en la ocupación" y "el presidente del Gobierno tampoco puede adoptar una postura equidistante ante una situación que será una vergüenza futura para el mundo occidental, cuyos gobiernos, pusilánimes, permiten el exterminio de la población en Gaza", reza el texto.

Para los de Maíllo, "la Unión Europea, lejos de ser un actor de paz, se ha convertido en cómplice, al seguir la política de Estados Unidos y la OTAN, lo que otorga al Gobierno israelí una impunidad total". Por todo ello, el borrador del informe político exige que España corte "todo tipo de relaciones con un país bajo el control de un régimen genocida".

El texto también se refiere a la situación de ocupación ilegal por parte de Marruecos del Sáhara Occidental y califica de "insensible" al Ministerio del Interior por la deportación de las personas saharauis que estuvieron retenidas durante unos días en el Aeropuerto de Barajas; "su titular" dice el texto (en referencia a Fernando Grande-Marlaska), "es incapaz de comprender que las respuestas humanitarias también reflejan el nivel moral de un país".

En este contexto, IU avanza en su borrador que ha iniciado el trámite para pedirle al Partido de la Izquierda Europeo (PIE), del que forma parte, la celebración en España de una Cumbre Mundial por la Paz.