Este artículo se publicó hace 5 años.
Pablo CasadoIncomodidad en el PP ante los bandazos ideológicos de Casado a 20 días del 26-M
En el PP conviven dos almas, la de los barones que piden al líder 'popular' que consolide este giro al centro antes de que sea demasiado tarde y, los que alegan, capitaneados por el propio Casado, que nunca han abandonado el centro.
Marta Monforte Jaén
Madrid-
"Es falso que en España haya tres derechas, hay otro partido de extrema derecha, que es Vox, y un partido que, como mucho, está en el centro izquierda, Ciudadanos". Con esas palabras, pronunciadas en una rueda de prensa el pasado martes tras una larga reunión con barones territoriales, Pablo Casado evidenciaba un cambio de estrategia que los barones le demandaban desde hacía meses. El líder del PP llamaba, por primera vez, -y lo hizo hasta tres ocasiones- "extrema derecha" al partido de Santiago Abascal y situaba al Partido Popular en el centro.
La moderación -desaparecida durante la campaña- volvió al vocabulario de los conservadores tras el descalabro electoral de Casado, que perdió 71 diputados y queda ahora relegado a una débil segunda plaza (con 66 escaños) lo que resta de la legislatura. Durante la pasada semana fueron varios los líderes autonómicos que pidieron consolidar ese giro al centro y dejar de mirar tanto a Vox. Entre ellos destacan los nombres de Alberto Núñez Feijóo, presidente de la Xunta de Galicia, Juanma Moreno, presidente de la Junta de Andalucía, Alfonso Alonso, líder del PP vasco y Alfonso Fernández Mañueco, el candidato 'popular' para presidir la Junta de Castilla y León.
"Tenemos que ensanchar el partido y que el Partido Popular sea lo que siempre ha sido: un punto de encuentro entre muchas sensibilidades", subrayó Feijóo, al que todas las miradas apuntaban como sucesor natural de Rajoy. "Cuando lo hemos ensanchado hemos ganado y cuando lo hemos limitado pues lamentablemente no hemos ganado", afirmó el pasado martes en Santiago de Compostela.
"A veces en política uno tiene que mover pie a la izquierda o a la derecha pero nunca dejar el centro. Los proyectos de mayoría se hacen desde posiciones de centro", apostilló Juanma Moreno a su llegada al Comité Ejecutivo celebrado el martes 30 en la sede de Génova.
Alfonso Alonso: "No nos podemos sentir atraídos por posiciones radicales; hay que buscar la moderación que siempre ha distinguido al PP"
"El espacio de centro derecha está fragmentado y yo creo que no se puede andar con un discurso que se ha percibido de una manera dura, no nos podemos sentir atraídos por posiciones radicales. Hay que buscar esa moderación que ha distinguido siempre al PP", fueron las palabras de Alfonso Alonso tras la reunión celebrada con el resto de barones territoriales. "Casado reconoce que debemos reivindicar que somos un partido de centro", subrayó el líder del PP en Euskadi.
"Hagamos una oferta desde la moderación y desde el centro de la política a todas las personas del centro derecha para que vuelvan a confiar en nosotros. Hay que hablar de la gente", declaró Fernández Mañueco, líder de otro de los grandes feudos del PP. Precisamente el vicepresidente y portavoz de la Junta de Castilla y León, José Antonio de Santiago-Juárez afirmó el pasado jueves que en el PP de Casado debería haber "más Feijóo y Herrera" y menos "Aznar y Faes". Son varios los dirigentes que han criticado -más en privado que en público- la influencia de Faes en el discurso y listas del actual PP, que ha relegado al 'marianismo' al banquillo, salvo honrosas excepciones como la de Ana Pastor o Rafael Catalá.
Actualmente en el PP conviven dos almas, la de los barones que piden al líder del PP que consolide este giro al centro antes de que sea demasiado tarde -se celebran elecciones autonómicas, europeas y municipales dentro de un mes y muchos temen que los "bandazos ideológicos" del conservador les pasen factura en sus respectivas comunidades y ciudades- y, los que alegan, capitaneados por el propio Casado, que el PP nunca ha abandonado el centro.
Casado considera que él "nunca se ha movido" del centro
Por su parte, Casado no cree que el PP tenga que hacer un viaje al centro porque alega que nunca se ha movido de allí. El líder del PP defiende que el partido tiene en sus estatutos que está "en el centro ideológico, reformista y liberal. En el centro del espacio constitucionalista" y que, durante la Convención Nacional celebrada el pasado mes de enero, ya definió al PP como la casa común "del centro derecha".
Sin embargo, en el citado discurso, Casado tocó diversos palos: desde Catalunya, pasando por el aborto, la violencia de género, la memoria histórica y la prisión permamente revisable, cuestiones que se debatieron en el mismo cónclave durante el fin de semana y que escenificaron el giro más a la derecha del nuevo PP para intentar frenar a Vox, que estuvo muy presente durante toda su intervención.
La alusión más directa a sus discrepancias con el anterior Ejecutivo las verbalizó en una frase: "La gente quería que volviera el PP y ahora queremos que la gente vuelva". A juicio de Casado, el PP renunció sus esencias y era él quien estaba tratando de recuperarlas mediante este rearme ideológico. Pero no a todos los 'populares' les convencía ya este discurso más derechista y que evoca a los primeros años de aznarismo; Rajoy fue, con creces, la persona más ovacionada por los presentes, muy por encima de Aznar e incluso del propio Pablo Casado.
Una tesis -la del "verdadero PP"- defendida por Cayetana Álvarez de Toledo, uno de los flamantes fichajes de Casado, que se fue del partido por desavenencias con la gestión de Rajoy. "No sé qué es esto de las vueltas al centro o las moderaciones que oigo por otro lado. Defender el Estado constitucional y la democracia con coraje y valentía y plantar cara al nacionalismo no es falta de moderación. Es simplemente llamar a las cosas por su nombre", sostuvo la conservadora el pasado 1 de mayo.
La madrina política de Casado -junto con José María Aznar-, Esperanza Aguirre, considera que "el PP nunca ha dejado de ser de centro", aunque difiere con el líder 'popular' acerca de la terminología con la que dirigirse a Vox. "Si no se llama de 'extrema izquierda' a Podemos, no tiene sentido que a un partido constitucionalista como Vox le llamemos esos adjetivos hirientes, aunque ellos han empezado llamándonos 'derechita cobarde'", expresó la expresidenta de la Comunidad de Madrid.
El pasado mes de octubre Casado aseguraba públicamente que el PP debía "seguir en el centroderecha", pero sin cámaras ni micrófonos el discurso de su formación era bien distinto. Fuentes de la dirección del Partido Popular no sólo reconocían el giro a la derecha impuesto por Casado, sino que se reafirmaban en que es lo que tocaba "hoy por hoy". "Ahora estamos conectando con el espectro que se nos fue"; "Estamos en la línea que nuestra gente nos pedía", defendían. Una estrategia que, vista ahora con perspectiva, ha sido totalmente equivocada.
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