Este artículo se publicó hace 4 años.
PresupuestosIglesias abre la vía con ERC y Bildu, pero Moncloa deja claro que la negociación de Presupuestos la "lidera" Hacienda
Tras la reunión de la vicepresidenta primera con el PP, y pese a que PSOE y Unidas Podemos acordaron no buscar apoyos de otros grupos hasta cerrar un borrador de las Cuentas públicas, el vicepresidente segundo se verá este miércoles con ambos partidos. La
Alejandro López de Miguel / Manuel Sánchez
Madrid-
Pablo Iglesias ha ganado una batalla, pero sus socios de Gobierno se han encargado de acotar límites. El vicepresidente segundo y líder de Unidas Podemos ha logrado abrir una nueva vía de acercamiento con ERC y EH Bildu, partidos del bloque de investidura a los que Iglesias señala como socios prioritarios para sacar adelante los Presupuestos para 2021, si bien el Ejecutivo del que forma parte ha dejado claro que el grueso de las decisiones en esta materia corresponden a la ministra de Hacienda, María Jesús Montero.
"Los Presupuestos los tiene que hacer la ministra de Hacienda"; "Los Presupuestos los hace la ministra, sobre el acuerdo de los dos partidos que sostenemos el Gobierno", repitió este martes la vicepresidenta primera, Carmen Calvo.
En la misma comparecencia que Calvo, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, la propia Montero reconoció que en la ronda para buscar apoyos a las cuentas "habrá presencia" del secretario de Estado de Derechos Sociales, Nacho Álvarez -responsable económico de Unidas Podemos y su representante en la negociación presupuestaria con el PSOE-, pero precisó que será ella quien lleve la voz cantante. La ronda será "liderada por mi", fueron sus palabras.
Además, Montero destacó que el acuerdo de coalición es la base para la elaboración presupuestaria, pero que habrá que "adecuarlo" al momento económico que vive el país, entre otras cosas posponiendo la creación de nuevos impuestos, y el conjunto de la reforma tributaria que aparece en el programa. Que Montero destaque este asunto no es menor, toda vez que Unidas Podemos ha topado con el rechazo del PSOE a propuestas como su impuesto a la riqueza -que supondría modificar el gravamen de patrimonio, y no crear una nueva figura-.
Calvo y Montero reforzaban así el mensaje de que es Hacienda quien tiene la batuta para elaborar el borrador de las cuentas públicas, que desde hace algunas semanas explora con Álvarez.
A su vez, ambas restaban importancia al hecho de que Iglesias haya decidido citar este miércoles en la sede de la Vicepresidencia a los portavoces de ERC y Bildu, Gabriel Rufián y Mertxe Aizpurua. Estas reuniones, anunciadas en la mañana del martes por estos partidos, fueron comunicadas al PSOE con antelación, pero no fueron acordadas entre los dos socios previamente.
De hecho, este martes Montero trató de esquivar las preguntas sobre si alguien en el Ejecutivo había mandatado a Iglesias para cerrar estos contactos: "En este Gobierno ningún ministro ni ningún vicepresidente actúa por su cuenta", esgrimía, tildando de "perfecto" que otros ministros tengan "iniciativa" y aporten su grano de arena para buscar apoyos para las cuentas públicas.
Así, Calvo también restaba importancia a los contactos de Iglesias –“Cualquier miembro del Gobierno puede hablar con grupos parlamentarios", "es bastante habitual"-, como horas antes habían hecho la portavoz socialista, Adriana Lastra, y su homólogo en Unidas Podemos, Pablo Echenique.
Y mientras Lastra incidía en que Montero será quien lidere las rondas de negociación de los Presupuestos, Echenique apostilló que Álvarez estará presente en las reuniones con otras fuerzas.
No obstante, algunas fuentes cercanas al presidente del Gobierno en un nuevo intento de Iglesias de buscar protagonismo y en respuesta al papel que Calvo había adquirido en las negociaciones para buscar un acuerdo presupuestario, que no estaba previsto en un principio.
En el entorno de Sánchez se entiende el paso de Iglesias como respuesta al protagonismo que quería tener Calvo en la negociación
Hay que recordar que la propia Calvo fue quien abrió la veda de estas reuniones, el lunes, al citarse con la nueva portavoz del PP en el Congreso, Cuca Gamarra. Según reveló el propio Iglesias en declaraciones a los medios de comunicación, su acuerdo con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, pasaba por dejar negociar el borrador a Montero y a Álvarez; por anunciar después las líneas generales en un acto conjunto Sánchez-Iglesias, y sólo después tendrían lugar las reuniones para buscar apoyos de los grupos.
Lo cierto es que el encuentro de Calvo con Gamarra, pese a darse en el contexto de la negociación presupuestaria, es además el primero de la ronda de la también ministra de Relaciones con las Cortes, para explorar el horizonte del nuevo curso político.
Presión contra Cs y búsqueda de una mayoría estable
Además de garantizar que Unidas Podemos tenga parte del foco mediático en las negociaciones presupuestarias, las reuniones de Iglesias este miércoles buscan explorar la predisposición de ambas fuerzas al entendimiento sobre los PGE -ambas ya han transmitido su disponibilidad-, así como pulsar el estado en el que se encuentran dos puntales del bloque de investidura cuando apenas ha comenzado el curso político.
La cita con ERC y EH Bildu no es sólo una forma de presionar a favor de esta vía, en detrimento del entendimiento con Cs -otra de las posibles opciones para completar el puzzle de apoyos presupuestarios-; es también un esfuerzo por volver a acercar posiciones con las fuerzas que permitieron la investidura del Gobierno de coalición, necesarias para garantizar la estabilidad -y la fertilidad- de la legislatura.
Son los partidos de este bloque, y no Ciudadanos -ni mucho menos el PP, cuyo apoyo nadie espera realmente- los que deben ser considerados "actores prioritarios", y hay que "cuidarlos", apuntan.
Frente a esta postura, desde los sectores del PSOE en el Ejecutivo siguen dejando vía libre al pacto con Cs. El mismo que, según afirmó el propio Sánchez hace apenas una semana, "aún sigue en la foto de Colón", el icono de su entendimiento con el PP y la formación ultraderechista Vox.
ERC, imprevisible
Sin embargo, en el entorno de Sánchez sigue existiendo una gran desconfianza en poder contar con el apoyo de ERC, no tanto por no lograr llegar a un pacto en la propia negociación presupuestaria, si no por otros factores vinculados a la situación de Cataluyna y la proximidad de las elecciones.
En este sentido, fuentes consultadas apuntan que ERC es bastante imprevisible, y no pueden correr el riego de que sean devuelto los Presupuestos al Gobierno en el último momento. Por el contrario, aseguran que en los acuerdos alcanzados hasta ahora entre el Gobierno y la formación naranja, la mayoría vinculados a la ampliación del estado de alarma, el partido de Inés Arrimadas ha cumplido lo pactado.
Esto no implica, aseguran las fuentes consultadas, que se intente un acuerdo con los republicanos catalanes y que se pueda conseguir, pero siempre con las posturas muy claras y consolidadas. El Gobierno no quiere correr el más mínimo riesgo de que le ocurra lo mismo que con los Presupuestos de 2019, donde el voto de ERC fue decisivo para que no fuesen aprobados y provocaran la convocatoria de elecciones.
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