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Historia de un "expolio": cómo Queipo de Llano se hizo con el cortijo Gambogaz en Sevilla

La plataforma Gambogaz resume en un documento cómo se ejecutó la apropiación de la finca.

Miembros de la Plataforma Gambigaz y cargos públicos, este lunes en Sevilla.
Miembros de la Plataforma Gambigaz y cargos públicos, este lunes en Sevilla. Cedida / Público

La plataforma memorialista Gambogaz reclamó este lunes una reunión con el Gobierno para explorar la posibilidad de expropiar el cortijo homónimo, propiedad de la familia de Gonzalo Queipo de Llano, artífice de una auténtica masacre y represión en Andalucía en los meses posteriores al golpe militar de 1936. 

Para ello, la plataforma plantea la "oportunidad de constituir una comisión, integrada por historiadores y juristas de reconocido prestigio, cuyo objetivo sea la redacción de un informe técnico que evalúe las posibilidades de remitir a la Abogacía del Estado un dictamen". Y, después, ir a los tribunales.

Entre los argumentos que expone la plataforma para tratar de implicar al Gobierno, está la forma de adquisición del cortijo, que consideran un verdadero "expolio", la "punta del iceberg del que llevaron a cabo los golpistas en Andalucía".

 La finca de Queipo ejemplifica, para el movimiento memorialista, como pocos "los episodios de saqueo de los vencedores que a día de hoy permanecen en la más absoluta impunidad".

"A estas alturas de la investigación conocemos con detalle los pormenores del proceso que duró más de diez años y que culminó con la ominosa apropiación de Gambogaz por parte del general golpista", asegura la plataforma en un documento enviado a los medios. Esta es la historia de este "expolio", según la narración que ha recopilado la plataforma.

Venta antes del golpe

"Apenas un mes antes del golpe de Estado, María de la Lastra, viuda de José Vázquez, vendió los derechos de casi el 86% del cortijo al empresario gaditano Manuel Camacho, quién pagó por la compraventa 1.250.000 pesetas. El cortijo pertenecía a la familia Vázquez desde mediados del siglo XIX y había sido un ejemplo de modernización de la agricultura por parte de la emergente burguesía sevillana de la época".

"En junio de 1936 María de la Lastra, ahogada por las deudas, transmitió el cortijo a su principal prestamista que era Manuel Camacho. Este es el primer eslabón de un proceso que terminará con la usurpación del cortijo por parte de Queipo», recoge la plataforma en el documento".

"Solo tres días antes del golpe, la sucursal de Cádiz del Banco de España aprobó la concesión de un crédito de 750.000 pesetas a Manuel Camacho, que de momento no se ejecutó por la sublevación de una parte del Ejército contra la República".

"Este crédito, cuya garantía hipotecaria era Gambogaz y otras fincas de Sevilla, Santiponce y Morón, se materializó finalmente, contra toda lógica en plena guerra, concretamente el 18 de Enero de 1937, precisamente cuando estaba más restringido el movimiento de capitales. En esas fechas la sucursal del Banco de España en Cádiz ya estaba bajo la obediencia de las autoridades sublevadas".

Detención en Algeciras

"En febrero de ese mismo año, un mes más tarde de la concesión del crédito hipotecario, el propietario del cortijo, Manuel Camacho, es detenido en Algeciras y acusado de tráfico de divisas junto con tres personas más".

"Queipo, muy atento a estos arrestos, ordenó inmediatamente el traslado de los detenidos a Sevilla y encargó su interrogatorio al comandante de la Guardia Civil, uno de sus hombres de confianza. Tras su detención, la situación de Manuel Camacho le impidió atender el pago del crédito hipotecario que pesaba sobre Gambogaz".

"Después de cuatro meses en la cárcel, Camacho fue puesto en libertad (aunque tampoco existe documento que así lo demuestre) a mediados del mes de junio de ese mismo año 37, tras ratificar la Auditoría de guerra (controlada por el fiel Francisco Bohórquez) el sobreseimiento provisional de su causa. Solo se le obligó a pagar una sanción de 5.000 pesetas. Al ser provisional el sobreseimiento, la causa podía volver a reabrirse si así lo decidían las autoridades golpistas".

Colecta popular

"El 10 de julio de ese mismo año, solo un mes después de la puesta en libertad del dueño de Gambogaz, los militares golpistas iniciaron una colecta popular en la segunda Región Militar (Andalucía- Extremadura) cuya recaudación se entregó al general Queipo como homenaje a su persona. La colecta terminó una semana después, el 18 de julio de ese año, el día del primer aniversario del golpe de estado".

"Hay una notable polémica sobre el dinero que se recaudó, aunque historiadores como Paul Preston sostienen que la colecta alcanzó apenas las 100.000 pesetas. Este historiador y otros consideran que la colecta fue una burda coartada para justificar el origen del dinero con el que Queipo diría cinco meses después que había comprado Gambogaz. A finales del año 37 y sin posibilidad de pagar sus deudas, Manuel Camacho se vio obligado a enajenar Gambogaz a favor de Queipo, su carcelero".

Firma de la escritura

"El día de la Nochebuena del 37, por la mañana se firmó la escritura de compraventa de Gambogaz y cuatro fincas más por un valor teórico de 1.520.000 pesetas. En el mismo acto se constituyó la Fundación social agraria Gonzalo Queipo de Llano y se transfirió la propiedad del cortijo a la Fundación".

"Queipo no pagó las 750.000 pesetas de la hipoteca del Banco de España que pesaba sobre Gambogaz. No hay constancia en los archivos del Banco, ni en ningún otro archivo de que hiciera, en realidad, ningún pago. De lo que si hay constancia es de que Manuel Camacho se vio obligado a donar voluntariamente a la Fundación de Queipo 150.000 pesetas más, sobre el precio establecido".

"En los tres años siguientes (1938-1940) se generaron 6 actos notariales. Mediante estos actos de compraventa o de permuta, los miembros de la familia Vázquez, se vieron obligados a enajenar los derechos sobre Gambogaz de los que eran titulares. En la última fecha su Fundación, representada en Sevilla por el ex auditor de guerra, Francisco Bohórquez, culminó la operación y se hizo con la totalidad de Gambogaz".

El cortijo, a nombre de Queipo

"En marzo del 43 Queipo decidió poner a su nombre el cortijo.  El procedimiento utilizado consistió en que la Fundación Agraria cediese Gambogaz a su fundador. Por esta cesión, que se hizo "a título de venta", Queipo se comprometió a pagar 2 millones de pesetas antes del 1 de septiembre de 1944. Ni en la contabilidad de la Fundación ni en el Banco de España consta que el General pagase, ni antes de esa fecha ni después, la cantidad adeudada".

"Siete meses después de que Gambogaz pasase a su titularidad, Queipo inscribió a su nombre en el Registro de la Propiedad de Sevilla todos los bienes de la Fundación y por supuesto también Gambogaz. Con todos los plazos ampliamente vencidos, en la primavera del 46, se inscribió en el Registro de la Propiedad de Sevilla, el pago de los 2 millones que adeudaba Queipo a la Fundación. No hay constancia contable de ese pago ficticio ni ningún rastro bancario del mismo".

"El 9 de julio de 1946 El Banco Hipotecario y Queipo firmaron la escritura de una hipoteca. El montante que figura en el documento es de 1,5 millones de pesetas y la garantía la constituyen la totalidad de las tierras del general, incluido Gambogaz. En el año de 1951 murió sin haber efectuado ningún otro pago, ni a la Fundación Agraria, ni a Manuel Camacho ni al Banco de España ni al Banco Hipotecario".

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