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Las formaciones de Sumar ponen a fuego lento la reconfiguración de la izquierda

Las organizaciones no logran de momento un consenso sobre quién debería acudir a la mesa de partidos y qué debates concretos se deberían abordar en la misma. No está garantizado que el foro tenga lugar antes de las vacaciones de verano.

Ernest Urtasun, Carlos Martín
El portavoz de Sumar, Ernest Urtasun, junto al diputado Carlos Martín este lunes en la sede del partido. Javier Lizón / EFE

La dimisión de Yolanda Díaz como coordinadora del Movimiento Sumar tras el fracaso de la candidatura de la izquierda alternativa en las europeas provocó una rápida respuesta en los partidos de la coalición. Todas las organizaciones que habían formado parte del proceso de configuración de Sumar dieron un paso adelante y se apresuraron a establecer, incluso, un guion para un nuevo proceso de reconfiguración del espacio.

El primer capítulo de este guion era la mesa de partidos. Más Madrid remitió poco después del anuncio de la vicepresidenta segunda una carta a su militancia en la que planteó la necesidad de convocar de manera rápida una "Mesa de la Coalición" para establecer la hoja de ruta a seguir de manera común y consensuada.

Izquierda Unida, firme partidario de este tipo de foros, se mostró dispuesta y anunció que, tras dar por superada la tesis de Sumar como paraguas del resto de organizaciones, se abría una nueva etapa de "relaciones horizontales y democráticas" entre los partidos, cuyo primer hito sería esa mesa.

Movimiento Sumar redobló la apuesta y, tras nombrar a una coordinadora interina para llevar la dirección de la organización hasta que celebren una nueva asamblea para renovar a sus órganos, convocó una mesa de partidos para reflexionar sobre el futuro del espacio de la izquierda alternativa y lograr "una cultura de la cooperación" entre los distintos actores. Desde esta formación se apuntó que la reunión se celebraría la pasada semana, pero finalmente los partidos no la convocaron alegando cuestiones de agenda.

Posteriormente se fijó la fecha de este encuentro en esta semana, pero este mismo lunes los partidos no sólo han evitado poner una hora y un lugar para que la mesa de partidos se celebre en los próximos días, sino que directamente han restado importancia a su celebración.

El objetivo de la mesa de partidos

Tanto desde Izquierda Unida como desde Movimiento Sumar han defendido que lo que toca es un debate de largo recorrido, "sin prisas y con tiempo" en un momento en el que no hay elecciones a la vista y en el que la legislatura parece estar tomando su primer respiro desde el 23J. Desde ambas organizaciones se insiste en que ya existen contactos "a todos los niveles" entre las formaciones de la coalición y en que, por tanto, ya se estaría abordando esa reconfiguración de la izquierda.

Sin embargo, ya no se apunta a esa "mesa de partidos" o "Mesa de la Coalición" que daría el pistoletazo de salida a la reconfiguración de la izquierda. Más allá de las explicaciones públicas sobre la necesidad de "tener un debate sosegado", existe cierta discrepancia sobre el fin último y la utilidad real de la mesa.

Desde Más Madrid se reconoce que este foro ha acumulado demasiadas expectativas y ha centrado demasiado la atención desde que se planteó por primera vez. Esto ha provocado, apuntan algunas voces, que la mesa haya transmutado (incluso antes de ponerse en marcha) desde un foro de debate complejo para reflexionar y sacar una serie de conclusiones sobre los últimos fracasos electorales y políticos de las izquierdas en una suerte de escenificación de la unidad, aunque no tendría precisamente ese objetivo.

De hecho, la pasada semana el debate no se desarrolló en torno a qué contenidos y temas se llevarían a esa mesa, sino sobre quién acudiría a la misma. Movimiento Sumar planteó enviar a los "primeros espadas" de cada partido e Izquierda Unida avanzó que su representante en este foro sería su coordinador federal, Antonio Maíllo.

En Más Madrid no descartan enviar a Mónica García si acuden el resto de líderes, pero consideran que esta mesa tiene que servir para tener debates sobre el futuro concreto de la coalición y sobre la manera de colaborar y de relacionarse de los distintos actores del espacio, un debate que afrontarían en mejores condiciones, trasladan, perfiles más volcados en lo orgánico y en lo estratégico. 

"No es momento de escenificar, es momento de trabajar"

Una "fotografía de líderes", sin embargo, sólo podría ser en el mejor de los casos un preludio a una mesa de debate real, alejada de los focos mediáticos, apuntan algunas voces del espacio. 

Este lunes la portavoz de Izquierda Unida, Amanda Meyer, advertía de que "no es cuestión de una reunión, no viene al caso pensar en fotos, ni en espectáculos, ni en escenificación; no es momento de escenificar, es momento de trabajar".

En este sentido, Meyer pedía abordar los debates sobre "cómo garantizar que hay un gobierno de toma de decisiones horizontal, transversal y democrático con todas las organizaciones partícipes; cómo atraer a simpatizantes y votantes, y también a los que no son votantes pero son de izquierdas y están alarmados por el avance de la ultraderecha".

Fuentes de Sumar reconocen que en este momento la mesa de partidos ha quedado en un segundo plano porque el espacio está centrado en la negociación presupuestaria que se abrirá para apuntalar la legislatura con unas nuevas cuentas en 2025. No sólo la negociación con el PSOE, sino también el debate interno de la coalición de los distintos partidos que conforman el grupo parlamentario de Sumar en el Congreso para atender a las demandas presupuestarias de todos y aunarlas en una misma propuesta conjunta.

El guion motivado por el paso atrás de Yolanda Díaz en el espacio de la izquierda alternativa ha cambiado también los ritmos de la reconfiguración de la izquierda. En un contexto sin elecciones a la vista, algunos partidos de la coalición Sumar prefieren evitar las prisas y apostar por cocinar esa reconfiguración a fuego lento. 

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