Este artículo se publicó hace 8 años.
Hallan en el norte de Francia un zulo de ETA con decenas de armas que permanecía inactivo
Fuentes antiterroristas apuntan que, con el material encontrado, la organización terrorista pretendía negociar con los gobiernos español y francés.
-Actualizado a
MADRID.- ETA ocultaba en un zulo a unos cien kilómetros al norte de París un importante arsenal con decenas de armas cortas enterradas en bidones, han informado fuentes de la lucha antiterrorista. El depósito, que permanecía inactivo, está siendo analizado por las autoridades judiciales galas tras la operación desarrollada este miércoles por la Dirección General de Seguridad Interior francesa (DGSI), que ha contado con la colaboración de la Guardia Civil.
El escondite utilizado por la veintena de terroristas que continúan al frente de ETA se hallaba en una zona boscosa del departamento de Oise. El arsenal, según fuentes de la lucha antiterrorista, contiene decenas de armas, aunque aún no se ha cuantificado totalmente su contenido. Los agentes están todavía abriendo las bolsas halladas en el zulo para detallar el material escondido y poder determinar si procede del robo de armas perpetrado en la empresa Sidam, en la localidad francesa de Vauvert, hace ya diez años.
De ese robo, hay pendientes de localizar todavía la mitad de las 350 pistolas sustraídas, después de las que ha requisado la Policía en diversos zulos desde 2006.
Se trata de un arsenal "importante", según los investigadores, por el material que ha acumulado en el zulo la banda terrorista con la intención probablemente de ser utilizado para negociar con los gobiernos español y francés.
La última vez que se consiguió incautar un importante arsenal de ETA fue el 28 de mayo de 2015. La banda custodiaba en Biarritz, ciudad del suroeste de Francia situada a unos 30 kilómetros de la frontera con el País Vasco, 19 revólveres, siete pistolas, más de mil cartuchos de distintos modelos, 3,2 kilos de pentrita y temporizadores artesanales.
En un posterior comunicado, los terroristas calificaron esta operación policial como un "ataque" y criticaron que las fuerzas de seguridad "golpearan el proceso de sellado" de su arsenal, al considerar que impedía su estrategia de negociación diseñada tras la derrota policial y el anuncio, el 20 de octubre de 2011, del fin de la violencia.
ETA reconoció en ese comunicado que se había "atacado el proceso para dejar fuera de uso operativo" el arsenal que mantenía tras su derrota policial, según había acordado con la Comisión Internacional de Verificación. Se trata de un proceso que se desacreditó a sí mismo al ser ignorado por España y Francia y después de episodios como la declaración de integrantes de esta comisión en la Audiencia Nacional.
En sede judicial, reconocieron que los etarras se habían llevado en cajas de cartón las mismas armas que los terroristas habían escenificado que entregaban ante la Comisión Internacional de Verificación.
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