Este artículo se publicó hace 2 años.
La relación con Vox, un nuevo reto para Feijóo tras su coronación como líder del PP
El líder gallego hereda una alianza con la extrema derecha que le permite gobernar al PP en varias comunidades autónomas. El futuro de la Xunta de Galicia es su otro rompecabezas.
El PP le ha puesto la alfombra roja a Feijóo y él se deja querer. Todos los barones le piden que se ponga al frente del partido y lo encumbran como el único "referente" conservador capaz de coser las heridas internas y externas. Las cuatro mayorías absolutas en Galicia le han elevado a la categoría de imbatible a ojos de los suyos, pero en Génova hay una sombra, cada vez más grande, de la que Feijóo no ha tenido que preocuparse: Vox.
"No es posible ese pacto [con Vox], y lo digo claramente. No tengo ningún interés ni ningún compromiso de pactar con Vox, y no lo haré simplemente porque no creo que ese pacto sea bueno para los gallegos, y además porque creo que no van a tener representación parlamentaria. Por consiguiente, no vamos a darle categoría a un partido que siempre que habla está en contra de Galicia. (...) Nosotros somos constitucionalistas, somos autonomistas. Vox está en contra de las comunidades autónomas. Cuanto más hablan, más acreditan que no conocen Galicia". Feijóo dijo esto hace dos años, el 20 de febrero de 2020. Las elecciones autonómicas fueron cinco meses después y el presidente gallego pudo cumplir su palabra de no pactar con la extrema derecha porque repitió mayoría absoluta.
Ahora tendrá que darse la mano con ellos, si su coronación culmina, porque al frente de Génova Feijóo heredará varias alianzas en varios territorios con Vox: Moreno Bonilla es presidente en Andalucía con sus votos, auparon a Fernando López Miras para el gobierno de la región de Murcia y son también el bastón de Isabel Díaz Ayuso en la Comunidad de Madrid. Es más, si Alfonso Fernández Mañueco llega al congreso extraordinario del próximo 2 de abril siendo presidente de Castilla y León, lo hará probablemente tras haber pactado con la extrema derecha.
"Tendrá que resolver cómo relacionarse con Vox porque no va a poder gobernar sin ellos", señala a este medio el politólogo Pablo Simón. ¿Habrá una estrategia de Feijóo para frenar a la extrema derecha? Qué ser con respecto a Vox es "un dilema que va a heredar" con la lección de que "la estrategia de la dirección nacional no ha funcionado", explica Simón.
Tándem Ayuso-Feijóo
Pablo Casado llegó a la presidencia de un Partido Popular en horas bajas y asediado por dos flancos. Se va habiendo desactivado a uno, Ciudadanos, pero con el otro, Vox, en su mejor momento electoral. Ignorar los postulados de la extrema derecha no le ha funcionado al PP y su próximo líder "va a tener que mirar en esa dirección" quiera o no, apunta el politólogo.
Para la analista Marta Marcos, "el posible tándem Isabel Díaz Ayuso-Alberto Núñez Feijóo puede ser el equilibrio necesario para hacer frente a Vox". Los dos grandes activos políticos no han estado, hasta el momento, en sintonía sobre su relación con los de Abascal, y, mientras Feijóo les cerraba la puerta, Ayuso defendía sus pactos "sin complejos", pero los dos han sido efectivos como dique de contención al crecimiento electoral de la extrema derecha.
"La clave será cómo se estructura ese mensaje y si será consecuente con lo que se establezca desde un principio", establece la politóloga. Una coherencia argumental que costó encontrar en la era Casado, caracterizada por su tibieza y sus vaivenes en la relación con Vox.
A Alberto Núñez Feijóo no le podremos ver interactuar con la extrema derecha en el hemiciclo y esta es otra de las dificultades de su liderazgo. Para Pablo Simón, que el presidente de la Xunta de Galicia no pueda optar a un escaño como diputado no será un obstáculo importante porque las principales batallas por los votos se juegan fuera. "Los partidos nuevos eran extraparlamentarios", señala Simón. No sería tampoco la primera vez que el líder de la oposición no tiene escaño: le sucedió a Pedro Sánchez (PSOE) después de ganar las primarias y a Antonio Hernández Mancha (PP).
"No tendrá la oportunidad de confrontar con Pedro Sánchez y tendrá menos exposición pública, pero se puede terminar resolviendo con éxito si estratégicamente se elige a una figura destacada en el Congreso que cumpla el papel de oposición y que consiga mantener la voz del partido frente al PSOE y, sobre todo, frente a Vox", apunta Marta Marcos. Cuca Gamarra, portavoz del grupo parlamentario y coordinadora general del partido hasta el congreso extraordinario, ha asumido ese papel mientras el PP no resuelve definitivamente su situación.
O Génova o la Xunta
El gran rompecabezas de Alberto Núñez Feijóo será qué hacer con la Xunta de Galicia. El político conservador ocupa el palacio de Monte Pío- residencia oficial del presidente de la Xunta- desde el año 2009 y su salida inmediata no entraba en los planes pese a que su nombre lleva años sobrevolando Génova, con más ímpetu en las horas bajas.
"No podría entender que llegáramos al verano con Feijóo como presidente de la Xunta", asegura tajante Simón. Más allá de las dificultades organizativas que pueda implicar para el líder gallego y su partido, según el experto, compatibilizar la presidencia de una Comunidad Autónoma y el liderazgo de la oposición "es algo que desde la perspectiva democrática no podemos permitir". Considera que "el PP, a nivel institucional, tiene que aprender que no puede compartir cargo institucional y partido" y señala el ejemplo de Martínez Almeida, que dimitió este martes como portavoz nacional del partido para centrarse en la alcaldía de Madrid.
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