Este artículo se publicó hace 11 años.
Los grandes amigos de Bárcenas en el PP, Arenas y Vera, en el punto de mira
Están entre los más estrechos colaboradores del extesorero y siguen en la dirección nacional. Sus defensores creen que si ellos son un lastre, Rajoy también lo es, pues tiene la misma trayectoria e implicación en e
Javier Arenas es el vicesecretario general de Política Autonómica y Local del Comité Ejecutivo Nacional del PP y Juan Carlos Vera, el coordinador del área de Organización del mismo Comité. Pero más allá de la estricta denominación orgánica de sus puestos, ambos son dos pesos pesados del partido y pertenecen a su núcleo duro desde la etapa de Manuel Fraga, pasando por la de José María Aznar y terminando ahora en la de Mariano Rajoy.
Han estado en todos los fregados del partido, en las épocas de oposición y en las de gobierno. Arenas ha llegado a ser vicepresidente, ministro y ha aspirado cinco veces a presidente andaluz, sin éxito; Vera, en cambio, siempre se ha mantenido en la sombra del poder, haciendo y deshaciendo toda la maquinaria electoral y organizativa del partido (mítines, actos, caravanas, etc.)
Ambos dirigentes son ahora dos políticos de la máxima confianza de Rajoy, pero desde que se publicaron los papeles de Bárcenas, reconocen en el PP, su presencia es un auténtico lastre para los dirigentes y barones, que se han alegrado de que el extesorero entrase en la cárcel para poder liberarse de una vez y que la Justicia ponga las responsabilidades de cada uno en su sitio. Tanto Arenas como Vera han trabajado codo con codo con Bárcenas durante sus casi 30 años de responsable de finanzas y, como la mayoría de los dirigentes actuales, cobraron sobresueldos -de los más elevados- y figuran en las cacareadas fotocopias del exresponsable de finanzas. Pocos en la calle Génova -y así lo reconoce alguno de ellos- pueden creer que estos dos dirigentes no conocieran nada de cómo trabajaba Bárcenas con el dinero que entraba y salía del PP.
La prueba, según los conservadores, es la cerrada defensa que Arenas hizo del extesorero desde que lo imputó el juez Baltasar Garzón para que no lo dejaran caer, esto es, para que no permitieran que entrara en la cárcel, algo que ocurrió el jueves pasado. El expresidente del PP de Andalucía quería evitar que un Bárcenas despechado -que, ademas, es o era su amigo- se ensañara con el partido contando y documentando todo lo que sabe sobre todos, desde José María Aznar hasta Mariano Rajoy, pasando por María Dolores de Cospedal y la antigua cúpula del PP (Francisco Álvarez-Cascos, Ángel Acebes, Rodrigo Rato o Eduardo Zaplana).
El fracaso de Arenas los ha puesto a él y a Vera en el punto de mira de sus propios compañeros, que los consideran un lastre en la renovación que el PP trata de lograr dejando atrás la etapa de la trama Gürtel y del propio Bárcenas. Sin embargo, el papel de Vera con el extesorero fue diferente al de Arenas. El coordinador de Organización -que, al contrario que el andaluz, sí goza de la confianza de la secretaria general- fue el de intermediar entre ésta y Bárcenas para que el extesorero abandonase el partido, con los conocidos "salario en diferido" y "simulación de contrato" como resultado, primero, y con el despido fulminante el 31 de enero de este año, después.
La misma trayectoria que RajoyRajoy ha convocado al Comité Ejecutivo Nacional a las 12:30 de hoy y el nerviosismo entre sus dirigentes es palpable desde cualquier ángulo. Alguno de ellos cree que estarían mejor sin Arenas y Vera en la dirección. Sus defensores, en cambio, consideran que si Arenas y Vera son un lastre, "Rajoy lo es también", y es cierto que tiene la misma trayectoria e idéntica implicación en el partido desde el principio de sus tiempos. Con estos mimbres, sin embargo, el presidente del Gobierno pretende pasar casi de largo por el caso Bárcenas y escudarse -de nuevo- en el respeto a la acción judicial, al tiempo que tratará de transmitir a los suyos que no hay nada por lo que preocuparse y que las amenazas del extesorero son sólo de boquilla.
Dos horas antes de que Rajoy hable ante los suyos, Aznar y Cospedal inauguran el Campus FAES en Guadarrama (Madrid). Sobre el expresidente también planean las amenazas de Bárcenas y de Francisco Correa, capo de la trama Gürtel, y está muy molesto por ello, pues cree que no se tenía que haber llegado a este punto "que parece no tener retorno" y que puede terminar en un juicio en toda regla por financiación ilegal con inimaginables derivadas más. Allí estará la secretaria general del PP, máxima responsable de la estrategia anti-Bárcenas, pero -"obviamente"- en el partido descartan que Aznar vaya a decir o insinuar algo en este sentido a la presidenta de Castilla-La Mancha, que ayer cumplió dos años al frente de la Junta.
El presidente de Honor del PP sí va a continuar, en cambio, con su Operación Oposición a Rajoy: mañana, la fundación FAES que encabeza publicará un texto sobre las reformas fiscales necesarias, las cuales estarán en línea con las advertencias del propio Aznar: hay que bajar impuestos (el viernes, el Gobierno los volvió a subir) y dejar de machacar a las clases medias. El PP no tiene intención de dar a este informe la más mínima publicidad, por mucho que FAES siga siendo el think tank del partido que gobierna, lo que le supone, entre otras cosas, una considerable inyección de dinero público.
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