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El gran salto del municipalismo de la izquierda alternativa
en Catalunya

Barcelona en Comú es la punta de lanza de las candidaturas de confluencia, articuladas alrededor de ICV-EUiA o la CUP, con segundos puestos en Badalona, Terrassa o Reus. La formación de la izquierda independentista casi multiplica por cuatro sus resultados de 2011, cuando aún no había llegado al Parlament

La alcaldable por Barcelona en Comú, Ada Colau, durante la rueda de prensa para valorar los resultados del 24-M. EFE/Toni Albir

MARC FONT

BARCELONA.- Sin duda, la victoria de Barcelona en Comú (BeC) es la gran noticia de las elecciones municipales en Catalunya. Pero la irrupción de los once ediles de BeC en la capital catalana, que convertirán a Ada Colau en alcaldesa de la ciudad, es sólo la punta del iceberg del nuevo municipalismo de izquierdas, que ha obtenido unos resultados que superan casi todas las expectativas.


Candidaturas de confluencia articuladas en torno a Iniciativa per Catalunya (ICV) o la CUP, listas impulsadas por esta última formación o, en menor medida, agrupaciones de electores creadas alrededor de círculos de Podemos han obtenido una notable representación en numerosos ayuntamientos catalanes. A pesar de que Barcelona es la única ciudad con más de 100.000 habitantes donde una candidatura de este tipo ha sido la más votada, en otras ciudades han obtenido el segundo o el tercer lugar en las urnas, como en Badalona, Terrassa, Santa Coloma de Gramenet o Reus. En algún caso, las alianzas post-electores pueden llevar a la alcaldía a personas que, como Ada Colau, no forman parte de una formación tradicional.

Mucho se ha hablado de los resultados de BeC, que ha sumado 11 concejales después de conseguir 176.000 votos, el 25,2% del total. Pero en la capital catalana también hay que resaltar los más de 50.000 votos (7,4%) y tres regidores de la CUP, que hace cuatro años obtuvo apenas 10.000 apoyos. Terrassa en Comú, una candidatura muy parecida a BeC -reúne a ICV, EUiA, Podemos, Guanyem y Procés Constituent- se ha convertido en la segunda fuerza de la cuarta ciudad más poblada de Catalunya (215.000 habitantes). Terrassa en Comú ha sumado seis concejales, doblando los tres que tenía ICV-EUiA, y se ha quedado a tres del PSC, que desde el 1979 gobierna la ciudad. La CUP, que aquí tampoco se sumó a la confluencia, ha conseguido entrar en el ayuntamiento por primera vez, con un edil.

Los resultados del 24-M significarán, muy probablemente, el fin de la alcaldía de Xavier García-Albiol en Badalona. El dirigente del PP, famoso por sus proclamas xenófobas, ha perdido un edil. Sigue liderando el consistorio con 10 representantes, pero un pacto entre Badalona en Comú (5), PSC (4), ERC (3) e ICV-EUiA (2) haría posible completar una mayoría alternativa. Badalona en Comú
-donde confluyen la CUP, Procés Constituent, activistas de movimientos sociales, exmilitantes de ICV y de EUiA y cuenta con el apoyo de Podemos-, ERC e ICV-EUiA ya han dejado claro que quieren acabar con la etapa Albiol, con lo que la activista Dolors Sabater podría ser la nueva alcaldesa.

Entre las ciudades de más de 100.000 habitantes, también destaca el segundo lugar de SOM Gramenet, la unión de Gent de Gramenet -con dos ediles hasta ahora- y el círculo de Podemos, que ha sumado seis concejales en una población en la que la alcaldesa, la socialista Núria Parlon, recupera la antigua mayoría absoluta de su partido.

En Reus, la CUP se ha convertido en la segunda fuerza, pasando de uno a seis ediles. El único representante de la formación independentista y anticapitalista en la ciudad fue el primero en denunciar los abusos y la opacidad del holding municipal Innova, que ha acabado con la imputación de más de 50 personas. Entre los imputados hay regidores de CiU, que se mantiene como fuerza más votada con siete ediles, pero pierde tres.

La consolidación de la CUP

Sabadell, epicentro de la trama de corrupción Mercurio que ya ha implicado la condena del exalcalde socialista Manuel Bustos, era uno de los grandes puntos de interés de las elecciones municipales y el resultado ha sido un ayuntamiento totalmente atomizado. El PSC es la fuerza más votada con cinco representantes, pero pierde ocho y se queda a nueve de la mayoría. Unitat pel Canvi, la lista de ICV-EUiA que contó con el apoyo de algunos miembros de Podemos, suma cuatro ediles, los mismos que CiU, ERC y la Crida per Sabadell, la lista donde confluyen movimientos sociales, l'Entesa -dos ediles hasta ahora-, la CUP y el Moviment Popular de Sabadell. También ha entrado en el consistorio la candidatura Ganemos Sabadell, impulsada por la exlíder local de EUiA, con dos representantes.

La Crida per Sabadell forma parte de las Candidatures Alternatives del Vallès (CAV), que congregan a listas municipalistas de la izquierda alternativa de 14 poblaciones de la comarca. Las CAV, que se han aliado con la CUP en estos comicios, han sumado 46 ediles. Hace cuatro años tenían justo 16. Una lista de la CAV, Ara Decidim Ripollet -confluencia de la CUP, Podemos y Procés Constituent, entre otros- ha obtenido la alcaldía con nueve concejales en esta ciudad de 37.000 habitantes. Además, Compromís per Cerdanyola-CUP ha igualado con el PSC como primera fuerza del municipio (57.000 residentes) con cinco ediles, mientras que Junts per Barberà ha entrado con cuatro concejales, siendo el tercer partido más votado.

En estas elecciones municipales, la CUP ha pasado de presentar 80 listas a 160, pero los resultados se han más que doblado en relación a los de hace cuatro años. Si en 2011, la formación -que cuenta con tres diputados en el parlamento catalán- obtuvo poco más de 60.000 votos y 101 concejales, ahora suma más de 220.000 sufragios y 372 representantes en los consistorios.

A parte de en Barcelona y en los ayuntamientos comentados, la CUP ha obtenido representación en las otras tres capitales catalanas. En Girona, donde contaba con tres ediles, ahora suma cuatro y es tercera fuerza muy cerca de ERC; mientras que tanto en Tarragona como en Lleida, con el nombre de la Crida en el segundo caso, irrumpe por primera vez con dos. Otros resultados destacados son los cuatro concejales en Sant Cugat del Vallès (87.000 habitantes), donde es segunda fuerza detrás de CiU; los cuatro en Vic -tercera opción-; los tres de Rubí, en confluencia con EUiA y Vilafranca del Penedès, o los cinco en Vilanova y la Geltrú (más de 65.000 residentes), donde es tercera fuerza a sólo ocho votos de la segunda, ERC; y en Esparreguera, municipio en el que obtienen el segundo lugar. Además obtendrá su primera alcaldía de una capital comarcal, con Berga (16.000 habitantes), donde ha desbancado a CiU por 58 votos

Las candidaturas impulsadas por círculos de Podemos

En Cornellà de Llobregat, uno de los últimos feudos socialistas, el PSC se mantiene como la opción más votada pero bajando tres ediles, lo que deja a Antonio Balmón sin la mayoría absoluta. La segunda fuerza del consistorio era el PP, pero a partir de ayer pasará a ser Cornellà en Comú–Crida per Cornellà, la confluencia de Procés Constituent, Alternativa d'Esquerres -el referente local de la CUP-, Podemos y Equo, con cinco concejales.

En Mollet del Vallès (52.000 habitantes) el PSC, el sempiterno partido de gobierno, ha ganado las elecciones, pero empatado a siete ediles con Canviem Mollet–l'Entesa, la candidatura que une ICV, EUiA y Podemos.

En municipios de más de 25.000 habitantes como Sant Joan Despí, Sant Vicenç dels Horts -el pueblo de Oriol Junqueras, que ha consolidado su alcaldía-, El Prat de Llobregat o Castelldefels, agrupaciones de electores impulsadas por los círculos locales de Podemos han entrado en el ayuntamiento. En todos los casos, con dos concejales. En definitiva, un gran número de personas harán el paso desde las calles y las plazas a los ayuntamientos gracias al éxito obtenido en las urnas de las listas de la izquierda alternativa.

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