El Gobierno ve "complicados" los Presupuestos de 2025 y fija mayo como fecha tope para decidir
Los pactos PSOE-Junts calman las aguas entre ambos partidos pero no acercan unas cuentas públicas que se encuentran en punto muerto.
Otros aliados como Podemos o Esquerra Republicana también los ven lejos. Los morados explican que están más distanciados del PSOE que hace unos meses y los republicanos subrayaron en su Congreso Nacional que antes de hablar de Presupuestos, el Gobierno tiene que cumplir sus compromisos.

Madrid--Actualizado a
Los últimos pactos del PSOE con Junts sobre la delegación de competencias migratorias para Catalunya o la reubicación de los menores migrantes han destensado las relaciones entre ambos partidos. Algunas miradas apuntaron ya hace un par de semanas al horizonte de la hipotética aprobación de los Presupuestos Generales del Estado (PGE). Hubo incluso algunas voces que deslizaron cierta motivación. Pero la realidad es que a día de hoy se transmiten ya de manera evidente las dificultades para lograr un gran pacto en esta materia.
Públicamente el Gobierno de Pedro Sánchez se niega a tirar la toalla con las cuentas públicas de 2025. La portavoz del Ejecutivo, Pilar Alegría, destacó este martes que la voluntad con los PGE "es la misma" y que van "a seguir dialogando con todas las fuerzas". "Somos conscientes de la complejidad pero vamos a seguir trabajando", añadió.
Pero en privado fuentes de Moncloa reconocen que las cuentas están "complicadas" y que es algo que no tiene que ver solo con Junts. "Es un puzzle complejo", añaden al respecto. En todo caso consideran que siguen todavía analizando si hay "puertas abiertas" para un posible acuerdo amplio. "Si las puertas están cerradas se tomarán decisiones. Dependerá de las sensaciones que tengamos", destacan sobre renunciar o no ya a las cuentas públicas. "Habrá que pensar si es rentable ya negociar los de 2026", indican.
Esas "puertas" de las que habla el Gobierno tienen varios nombres. Para empezar, un acuerdo amplio pasaría obligatoriamente por entenderse con otro de sus aliados más incómodos de la legislatura. Podemos ya situó dos condiciones para dar su apoyo a unos Presupuestos: bajar los precios del alquiler un 40% y romper relaciones con Israel. De todos modos, la relación con el Gobierno ha ido a peor.
Así lo asegura una voz autorizada del partido y del Congreso, que desliza que, en estos momentos, la "distancia" de los morados con el Gobierno es "más que hace tres meses y todavía más que hace seis meses".
Añade, además, que no existe una "lógica de negociación" entre Podemos y el Gobierno y que solo hablan cuando hay alguna cuestión concreta que les puede encajar, pero que, en muchos de los acuerdos que alcanzan con formaciones como Junts per Catalunya, ni siquiera les llaman. Los Presupuestos no están, en estos momentos, encima de la mesa ni de lejos.
Otro actor que espera paciente su momento en la legislatura es Esquerra Republicana. Ya desde hace meses van dejando caer una idea que Oriol Junqueras subrayó este fin de semana, en el 30º Congreso Nacional de la formación, donde despegó la nueva etapa de ERC con el propio Junqueras en la presidencia del partido y Elisenda Alamany, como secretaria general.
Los republicanos no cerrarán ningún pacto con el PSOE ni en materia presupuestaria ni en ninguna otra hasta que no se cumplan los compromisos que han adquirido ya los socialistas con ellos. El principal frente abierto entre las dos es la financiación singular para Catalunya, un acuerdo que se alcanzó para que ERC diera apoyo a Salvador Illa en su investidura en Catalunya, pero que todavía no se ha materializado.
Tiene su relevancia que Junqueras se mantuviera tan firme en el Congreso Nacional del partido. Hasta ahora, esa renuncia de ERC a cualquier pacto con el Gobierno hasta que se cumplan los acuerdos ya alcanzados se había comunicado en ruedas de prensa o en conversaciones informales, pero en este momento el renovado presidente del partido ha adquirido un compromiso con su militancia. No negociará de Presupuestos hasta que no se cierre el resto de compromisos, que no son una tarea fácil.
Por otra parte, a pesar de que los últimos pactos entre PSOE y Junts —competencias en inmigración y reparto de migrantes— hayan encauzado la relación entre ambos o, cuando menos, hayan calmado las aguas y desterrado de la cabeza de Carles Puigdemont la idea de torpederar la legislatura, como parecía que deseara con la PNL sobre una moción de censura a Sánchez, los mensajes que emanan de los diputados posconvergentes es que las posturas sobre Presupuestos no están más cerca.
Insisten en que cada materia la negocian por separado. Además, hay que tener en cuenta que tanto la cesión competencial en materia de inmigración a Catalunya, como el Real Decreto-Ley sobre la redistribución de menores migrantes firmado esta misma semana tienen que pasar por el Congreso. Cada una de las dos iniciativas irá precedida de su particular negociación y no está asegurado que ninguna obtenga la mayoría necesaria.
Puerta abierta a una decisión en mayo
Lo cierto es que el primer trimestre del año está a punto de acabarse. En el Gobierno reconocen que como mucho podrían dejar la puerta abierta para tomar una decisión en mayo. Recuerdan, por ejemplo, que en 2018 los PGE de Cristóbal Montoro, poco antes de la moción de censura que impulsó Sánchez, se aprobaron en ese mes.
En todo caso el argumentario del Gobierno sobre una posible prórroga presupuestaria, la segunda consecutiva, ya se ha ido transmitiendo desde hace meses. "La bonanza económica y los fondos europeos facilitan la gobernabilidad aunque no tengas Presupuestos", apuntan fuentes de Moncloa.
Además recuerdan que las vigentes cuentas públicas fueron aprobadas por un Gobierno de coalición progresista y que son de las más expansivas de la historia. Al mismo tiempo señalan que situaciones de este tipo son el sino de los tiempos mientras apuntan a algunas comunidades autónomas de PP y Vox que, de momento, no tienen tampoco Presupuestos, o las prórrogas que se han hecho de manera consecutiva en lugares como la Comunidad de Madrid.
En el equipo cercano a Sánchez restan valor a las declaraciones de Oriol Junqueras. Efectivamente, el dirigente republicano avisó al PSOE de que si no cumple sus acuerdos "no solo no tendrá presupuestos en 2025 sino tampoco en 2026", pero fuentes del Gobierno enmarcan este tipo de posicionamientos en los procesos internos de ERC, que están todavía muy recientes, y también la propia dinámica de Catalunya, donde los republicanos no han apoyado las cuentas de Salvador Illa.
Toda esta situación se entrelaza además con el debate sobre el aumento del gasto en defensa. El Gobierno de Sánchez tiene instrumentos para acelerarlo sin tener que aprobar unos nuevos PGE o que ni siquiera tengan que pasar por el Congreso. "Vamos a ver cómo respira la Cámara sobre el gasto en defensa", reflexionaban fuentes del Ejecutivo reconociendo la dificultad de sacar adelante mediante esta vía un aumento en estas partidas.
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