El Gobierno lamenta la decisión de Argelia de romper su amistad con España por el conflicto del Sáhara

La decisión de Argelia de suspender el Tratado de Amistad, Buena Vecindad y Cooperación con España, lo que en la práctica supone quedarse un escalón por debajo de una ruptura de relaciones diplomáticas, ha sido acogida por el Gobierno español con cautela pero también con cierto disgusto, pese a que Argel ya venía manifestando desde hace tres meses su malestar.

Según fuentes diplomáticas del Ministerio de Asuntos Exteriores español, "el Gobierno de España lamenta el anuncio de Argelia". Sin embargo, el mensaje de Exteriores deja claro que, pese a todo, el Ejecutivo sigue considerando a Argelia "un país vecino y amigo".

El Gobierno español asegura que sigue comprometido con el tratado de amistad con Argelia. "El Gobierno de España reafirma su compromiso pleno con el contenido del Tratado [con Argelia] y los principios que lo informan", sostiene el comunicado de Exteriores. 

Y recuerda también en particular "los principios de igualdad soberana de los Estados, de no injerencia en los asuntos internos y del respeto del derecho inalienable de los pueblos a disponer de ellos mismos" contenidos en la Carta de las Naciones Unidas.

Con estas palabras el Gobierno responde a una decisión que Argelia justifica porque "las autoridades españolas han emprendido una campaña para justificar la posición que han adoptado sobre el Sáhara Occidental, una violación de sus obligaciones legales, morales y políticas como poder administrador del territorio que pesan sobre el Reino de España".

Argelia, además, considera "injustificable" el cambio de posición de España que el 18 de marzo respaldó la propuesta marroquí de autonomía sobre la colonia española y sobre la que esta misma mañana ha informado el presidente del Gobierno al pleno del Congreso.

Reacción del Frente Polisario

El delegado en España del Frente Polisario, Abdulah Arubi, ha justificado la ruptura por parte de Argelia del tratado de amistad suscrito hace dos décadas con España ya que considera que, casi tres meses después del "giro radical" sobre el Sáhara Occidental, sigue sin haber "explicaciones" por parte del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

Arubi ha recordado que Argel ya llamó a consultas a su embajador en un intento por buscar respuestas "convincentes" a la carta que Sánchez remitió al rey de Marruecos, Mohamed VI, y en la que avalaba el plan de autonomía de Rabat para el Sáhara Occidental.

"Creo que nadie ve a cambio de qué", ha advertido en una entrevista a Europa Press, dando por hecho que el cambio político oficializado en marzo responde en realidad a una campaña de "presión permanente" orquestada por Marruecos.