MADRID.- EL Gobierno sigue de perfil en lo que respecta a Cristina Cifuentes: vuelve a evitar apoyarla, elude comentar las novedades del caso de su máster en la Universidad Rey Juan Carlos, e insiste en que toca "esperar" a que este centro y la Fiscalía acaben sus respectivas investigaciones.

"Es un caso del ámbito universitario"; afirmaba este viernes el portavoz del Ejecutivo, Íñigo Méndez de Vigo, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. En su comparecencia, y pese a la insistencia de los medios de comunicación, el ministro de Educación, Cultura y Deporte ha dejado pasar toda ocasión de explicitar su apoyo a la presidenta de Madrid, y sólo ha defendido que "no se ha demostrado nada", preguntado por las irregularidades en torno a su máster. 

Así, Méndez de Vigo ha criticado que "en algunos casos" similares al de Cifuentes, haya quienes "se rasgan las vestiduras", mientras otros se disculpan "con alguna excusa" por haberse atribuido "títulos que no tienen". Aludía, sin citarlo, al líder del PSOE en Madrid, Juan Manuel Franco, que reconoció este jueves que mantuvo en su currículum que era licenciado en Ciencias Matemáticas durante años, cuando no llegó a acabar la cerrera. Franco corrigió este "error" hace casi 19 años. 

Además, el portavoz del Gobierno ha evitado aclarar si, a su entender, Cifuentes debería dimitir -echando balones fuera-. También si este caso puede poner en jaque la continuidad del Gobierno central, y ha señalado a las respectivas direcciones de PP y Ciudadanos en Madrid como responsables de entenderse para darle salida: "Son los partidos los que tienen que decidir qué hacer".

Su defensa del legado Cifuentes la llevaba a cabo sin citarla, refiriéndose a "los resultados en la Comunidad de Madrid", y "al Gobierno". Y esto, según Méndez de Vigo, era mantenerse en la posición que hasta ahora ha defendido el Ejecutivo.

Sin embargo, dos días después del estallido del caso de la presidenta de Madrid, él mismo la respaldaba, y en las últimas semanas ha ido alejándose, poco a poco, al constatarse las irregularides en torno a su caso. Cuando estalló el escándalo, a finales de marzo, Méndez de Vigo aseguró que Cifuentes ya había dado "las explicaciones oportunas".

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