MADRID.— El Gobierno de Mariano Rajoy hizo un primer cierre oficioso de la campaña electoral para las elecciones catalanas del domingo en la una rueda de prensa de la vicepresidenta posterior al Consejo de Ministros, y centrada en Catalunya y las consecuencias de votar a los independentistas (Junts pel Sí o la Cup), según el Partido Popular.

Soraya Sáenz de Santamaría mandó el mismo mensaje a Catalunya que el Gobierno y el PP llevan enviando desde hace años: "Una declaración de independencia no es posible y no se va a producir", pero además, preguntada por si hubieran existido últimamente conversaciones entre el presidente Rajoy y el secretario general del PSOE sobre cómo afrontar un 28S con victoria independentista. La número dos del Ejecutivo no confirmó los contactos, aunque manifestó que los líderes de los dos principales partidos nacionales estaban de acuerdo en que el procés.

El Gobierno, según Sáenz de Santamaría, "va a seguir trabajando" con la Generalitat "gane quien gane" y además, se llevará "a los tribunales" cualquier acción que se suponga contraria al Estado de Derecho y las leyes. La portavoz del Ejecutivo ha recordado que ha sido éste quien "ha venido trabajando para garantizar las prestaciones sociales e infraestructuras" en Catalunya mientras el presidente catalán se dedicaba a pedirle "lo que no se puede dar", la ruptura con la legalidad.

Apoyo a los hermanos Fernández Díaz

La vicepresidenta ha evitado valorar las declaraciones del ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, comparado la guerra de banderas ayer en el balcón del Ayuntamiento de Barcelona con los tiempos del terrorismo de ETA y lo ha cambiado por felicitaciones y reconocimiento a las fuerzas de seguridad del Estado por su trabajo por la "convivencia".

Sí ha valorado, en cambio, el gesto del concejal del PP en el citado Consistorio, hermano del ministro, Alberto Fernández Díaz, que ayer desplegó una bandera española como reacción al despliegue de la estelada en el balcón de la Alcaldía. Sáenz de Santamaría se mostró agradecida de que "hubiera un concejal que defendiera" los derechos de los ciudadanos.