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Galán (Sumar) y Montero (Podemos) lideran la respuesta a Vox en el primer debate europeo sin ausencias

Teresa Ribera sale en defensa de Irene Montero ante los ataques de un Jorge Buxadé reprendido por las candidatas de la izquierda con gritos de "racista", "xenófobo", "inhumano" y "fascista".

Cabezas de lista europeas
Montaje realizado por Público de los cabezas de lista a las elecciones europeas del próximo 9 de junio. Europa Press

Con Teresa Ribera, candidata del PSOE, y Dolors Montserrat, candidata del PP, ancladas a sus estrategias de partido, han sido las cabezas de lista de Sumar y Podemos, Estrella Galán e Irene Montero, quienes han liderado la respuesta al discurso xenófobo de Jorge Buxadé (Vox) durante el debate electoral de cara las próximas elecciones europeas del 9 de junio organizado este lunes por el Grupo Prisa. Después de que Monserrat rechazase la fecha del debate de RTVE, esta es la primera vez que los cabezas de lista de los principales partidos, entre los que también ha estado el candidato de Ciudadanos, Jordi Cañas, contraponen ideas.

Durante el debate, organizado en tres grandes bloques temáticos —los valores democráticos, la economía y energía y la defensa y seguridad—, Ribera y Montserrat se han lanzado reproches mutuos en varias ocasiones: la socialista ha echado en cara al PP su acuerdos con Vox, alertando del peligro del ascenso de la extrema derecha en Europa, mientras la popular tardó un minuto en poner la ley de amnistía sobre la mesa. "Ustedes han pactado con el Le Pen español", le espetó Montserrat a Ribera, refiriéndose a Carles Puigdemont.

El crecimiento electoral del bloque reaccionario en Europa y las guerras en Ucrania y Gaza han sido los temas más exprimidos por la izquierda en todos los bloques temáticos. Montero calificó a Europa como la "sucursal de guerra de Estados Unidos" y defendió la paz como la mejor política económica y verde: "La economía de guerra significa aumentar gasto militar y que van a venir los recortes".

"La mejor manera de parar un tanque ruso es tener dos tanques", dijo el candidato de Ciudadanos, Jordi Cañas, que acusó a Montero de tener un "pensamiento Disney" por oponerse a la inversión en gasto militar. "Ponerse delante de un tanque ruso con un lirio, está muy bien, pero el tanque te arrollaría", defendió.

La islamofobia de Buxadé encuentra respuesta

Por su parte, Galán, cabeza de lista de Sumar, cargaba contra el PP por no condenar "el genocidio de Netanyahu" y abrirse a pactar con la extrema derecha en Bruselas. "No podemos hablar de la Europa que queremos con un señor que va a hacerse fotos con un genocida", le recriminó a Montserrat.

Fueron las intervenciones del candidato ultra, Jorge Buxadé, las que más encendieron el debate. Pidió una "Europa libre para las mujeres y no Europa de burkas y de violadores en la calle" y defendió que "el islamismo es incompatible con Europa"; también se dirigió repetidamente a Montero como el "ministro"; y terminó su minuto final con un guiño a Javier Milei: ​​"Por España, carajo".

Ribera defiende a Montero

La vicepresidenta Ribera fue la primera en defender a Montero, subrayando su papel como ministra de Igualdad, pero tanto Galán como la candidata de Podemos lideraron la respuesta al discurso xenófobo de Buxadé, que centró todos sus ataques en la candidata del PP. Montero terminó llamándole "fascista" y la cabeza de lista de Sumar "inhumano". Ambas le interrumpieron también al grito de "racista" y "xenófobo" después de vincular "inmigración ilegal" con inseguridad.

Se habló del reconocimiento de Palestina como Estado —con las posiciones de cada partido ampliamente compartidas—, de Defensa —donde Ribera y Galán calificaron la normalización del "fascismo" y la "incitación al odio" como la principal amenaza para la seguridad en Europa—y de políticas verdes. Aquí, Vox buscó arrinconar a Montserrat recordándole el pacto del PPE con los socialdemócratas en Europa, y la popular acabó reivindicando todo contra lo habían votado en la última legislatura.

La candidata del PP se comprometió a impulsar un plan europeo sobre salud mental y acabó, como Feijóo, pidiendo el voto contra la amnistía. Del mismo modo, Ribera cerró así su intervención: "Queremos ganar y frenar a la ultraderecha y sus socios que permanecen en silencio". Los mensajes de campaña están claros y fijados. 

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