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Feijóo mete en un cajón las excusas con las que bloqueaba la renovación del CGPJ

El PP ha abandonado las posiciones maximalistas. Negaron que el acuerdo estuviera "muy cerca" como defendió Reynders en el mes de abril, pero ahora señalan que "iba en el buen camino" y piden al PSOE retomar la mediación europea.

Alberto Núñez Feijóo
El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, y el vicesecretario de Institucional del PP, Esteban González Pons. Eduardo Parra / Europa Press

El Partido Popular ha abandonado las posiciones maximalistas en la negociación para renovar el Consejo General del Poder Judicial. Las condiciones con las que hasta ahora han bloqueado la renovación del órgano de gobierno de los jueces en la negociación con los socialistas han desaparecido de los mensajes que salen de Génova. El presidente nacional del partido, Alberto Núñez Feijóo, pide "avanzar en la independencia" para firmar un acuerdo con el PSOE y Borja Sémper, portavoz de los populares, da por hecho que "habrá acuerdo" si lo pactado "conlleva fortalecer la independencia".

Nada más. Ni reforma previa de la Ley Orgánica del Poder Judicial para que los 12 vocales judiciales —de los 20 que componen el CGPJ— sean elegidos únicamente por la carrera judicial; ni "compromiso por escrito y ante notario" de que esta modificación se llevará a cabo tras la renovación; y ni siquiera insisten ya públicamente en que tienen que ser "los jueces quienes elijan a los jueces". Feijóo ha barrido las condiciones que él mismo ha ido poniendo y quitando a conveniencia en los últimos dos años para reducirlas a "alguna garantía" de que se avanza en la independencia judicial. Un cambio significativo que podría allanar, esta vez sí, el acuerdo con el PSOE, si consigue resistir las presiones internas.

En privado, fuentes de la cúpula del PP aseguran que esa despolitización de la justicia pasa por la reforma de la ley que determina el sistema de elección de los vocales, pero la única línea roja ahora mismo, y así lo han verbalizado, es que el presidente del Gobierno retire el ultimátum que les dio la semana pasada. "Si el anuncio de Pedro Sánchez de hace unos días, un globo sonda, en el sentido de que iba a ser el Gobierno el que iba a elegir a los miembros del Tribunal  Supremo se materializa, se concreta y esta es su propuesta, no habrá acuerdo", apuntó Sémper este martes. 

Discreción sintomática en Génova

Lo que planteó Sánchez es que si antes de que terminase el mes de junio no se cerraba un acuerdo con el PP para renovar el CGPJ, tras más de cinco años caducado, impulsaría una propuesta alternativa. Aunque no la aclaró, sí dio pistas: se trataría de eliminar el "incentivo perverso" que, según él, tiene el PP para no llegar a un acuerdo eliminando las competencias del CGPJ para nombrar magistrados.

Este paso al frente del presidente del Gobierno puso en aprietos a los populares, que calibran si tiene más costes llegar a un acuerdo con Sánchez o descolgarse y "dejar" que haga cambios en el Consejo apoyado en sus socios parlamentarios. 

Así, las cartas vuelven a estar sobre la mesa y el PP mantiene una discreción sintomática, según fuentes del partido. Muy lejos del desánimo manifestado repetidamente por Esteban González Pons, interlocutor del PP en esta cuestión, tras sus encuentros a tres bandas con el comisario de Justicia europeo en los primeros meses del año, Génova defiende ahora que esperan la propuesta de los socialistas y que no se manifestarán para respetar las negociaciones. 

"Si estamos negociando y queremos que esa negociación llegue a buen puerto, sería muy torpe por mi parte contar a qué estamos dispuestos y a qué no estamos dispuestos", respondía el portavoz del PP al ser preguntado por si está sobre la mesa una fórmula intermedia por la que los nuevos vocales pactados con la norma vigente serían los encargados de redactar, en un plazo fijado, una propuesta de reforma de la ley orgánica del poder judicial con un nuevo sistema de elección de los miembros del CGPJ.

El marco que fijan en Génova es volver a la mediación europea y retomar las conversaciones donde las habían dejado. Pasan por alto que la vicepresidenta de la Comisión, Věra Jourová, ha emplazado a populares y socialistas a tener una propuesta concreta sobre la que trabajar antes de volver a reunirse. "Bruselas ya tiene la propuesta del PP", aseguró Sémper al tiempo que señaló que están a la espera de conocer la "definitiva" del PSOE. La cuestión es dónde se quedó la negociación en los meses de marzo y abril, antes del "impasse" provocado por las elecciones europeas, como lo definió el portavoz de Génova. 

¿Dónde se quedaron las negociaciones?

Entonces, Didier Reynders, el comisario europeo de Justicia al frente de la mediación, aseguró que el acuerdo estaba "muy cerca" y se mostró optimista con las conversaciones. El PP lo negó, aunque ahora, fuentes de la dirección, señalan que "iban en el buen camino" y emplazan al PSOE a volver a él.

El PP lleva bloqueando la renovación del CGPJ durante más de cinco años. Con la dirección de Pablo Casado, argumentaban —sobre todo y entre una ristra de excusas— que la presencia de Podemos en el Gobierno de coalición impedía y con la de Feijóo se aferraron a la reforma del eliminación del delito de sedición para volar por aires un pacto que estaba prácticamente cerrado. Ambos exigieron en algún momento que se hiciera antes la renovación ley con la que eligen los vocales, condición que ya no existe para Génova. 

Lo único que no se ha movido en este tiempo es el rechazo del ala más dura del PP a la renovación del Consejo con el PSOE.

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