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TITULARES AL BANQUILLO

A Feijóo se le está poniendo cara de Casado

Manu Levin en La Base.
Manu Levin en La Base.

Cría cuervos y te sacarán los ojos. La misma derecha mediática que ayudó a Feijóo a matar políticamente a Pablo Casado, ahora se le ha vuelto en contra al líder gallego del PP. Un total de 48 horas tardaron en tumbar a Casado y 48 horas les han bastado también para doblar el brazo a Feijóo y demostrar quién manda. Un par de editoriales, una portada del diario El Mundo y un par de arengas radiofónicas de Federico Jiménez Losantos han sido suficientes para imponer sus tesis respecto al bloqueo del Consejo General del Poder Judicial y para desautorizar completamente el liderazgo de Feijóo. 

Es que ganan ya casi sin bajarse del autobús. Fijaos. Portada de El Mundo del jueves 27: "Pacto inminente del CGPJ. El PP teme la reacción de la derecha política, judicial y mediática". 

El Mundo ha enviado de forma absolutamente explícita una cabeza de caballo ensagrentada a Feijóo desde su portada, diciendo básicamente que el PP debía temer la reacción del propio diario El Mundo y del resto de la derecha mediática si efectivamente pactaba con el Gobierno la renovación del CGPJ. Además, ese mismo jueves El Mundo publicó un editorial incidiendo en ese mensaje al PP de que no debía culminar el acuerdo con el Gobierno para desbloquear el CGPJ: "Es Sánchez quien pone en riesgo el pacto del CGPJ. El propio PP parece ser  consciente de que su acuerdo, ya muy avanzado, puede que no alcance las expectativas de todo su espacio de opinión pública. Así se entiende su temor a la reacción de «la derecha política, judicial y mediática». Si el PP ha bloqueado la renovación por entender que no le beneficiaba, más grave aún es la obscena injerencia del Ejecutivo en el poder judicial. No hay negociación si solo cede la oposición. No habrá lección aprendida si el resultado es una «desjudicialización» que facilite la agenda desleal de los socios del Gobierno". 

Decía El Mundo en ese editorial del martes: "No parece compatible que por un lado el presidente Sánchez reclame al PP un acuerdo para elegir a los nuevos vocales del Consejo General del Poder Judicial y sobre todo del Tribunal Constitucional, cuando al mismo tiempo trabaja abiertamente con Pere Aragonès en reducir las penas para concretas personas huidas con procedimientos judiciales en marcha por el mayor ataque al Estado de derecho perpetrado en España en los últimos años. La doble negociación que el Gobierno protagoniza sin disimulo reviste una enorme gravedad. ¿Quién puede confiar en que la ley y la independencia judicial vayan a salir fortalecidas de una negociación que discurre mientras el PSOE avanza en la «desjudicialización» de la mano del partido que, con Junts, rompió el marco constitucional en Cataluña? El Mundo ha pedido una reforma de fondo que permita avanzar en la imprescindible despolitización de la justicia. El propio Alberto Núñez Feijóo ha empeñado su palabra en ello. Ahora cabe pedirle que actúe en consonancia".  

Pero si los editoriales y la portada de El Mundo contenían una presión y una amenaza evidente contra Feijóo, esperad a leer lo que dijo también el mismo jueves Federico Jiménez Losantos, que de hecho se refirió a esa misma portada de El Mundo que hemos comentado: "A Feijóo le pusimos para que hiciera lo que dice Ayuso y no lo mismo que hacía Casado, y ahora nos viene con esta oposición de chichinabo". 

Seguía Losantos hablando concretamente de la negociación para renovar el Poder Judicial y amenazaba directamente: "Si pactáis esto, olvidad mi voto". 

Y ese mismo jueves por la noche el PP anunció que la negociación estaba rota. Dicho y hecho. Eso sí, después de meter en cintura a Feijóo a base de presión mediática, ahora se le pueden volver a hacer caricias, como quien amaestra a un perro a base de premios y castigos. Portada de El Mundo de ayer: Entrevista al dirigente del PP González Pons. Titular (no os riáis por favor): "Feijóo ha demostrado que tiene valor para activar el freno de emergencia". 

Menuda paliza. En fin, poco ha durado la pantomima de Feijóo como "hombre de Estado sensato y moderado, una derecha diferente que haría algo distinto a Pablo Casado". Ya veis que acertaron de pleno todos los periodistas de la progresía mediática que se dedicaron durante meses a blanquear así a Feijóo: Barceló y sus contertulios, La Sexta, El País... o La Vanguardia, desde cuyas páginas, al mismo tiempo que se decía que Feijóo era un templado demócrata de la escuela Romay Beccaría, se decía también que los "iliberales" eran los de Podemos y que La Base escribe en cirílico. Ah, y que proponer a Vicky Rosell está muy mal.

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