Feijóo azuza en la sombra el choque de Ayuso con el Gobierno y Moreno se pone de perfil
Aunque el presidente del PP guarde silencio, la secretaria general del partido, Cuca Gamarra, hizo suyo el discurso de Ayuso. Génova también señala a Bolaños y defiende que Feijóo "estaba en su sitio".
Madrid-
Ni Alberto Núñez Feijóo ni Juan Manuel Moreno Bonilla han respaldado públicamente y a las claras la actuación del Gobierno de la Comunidad de Madrid en los actos institucionales del Dos de Mayo, cuando impidió al ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, subir a la tribuna de personalidades. Ambos han esquivado como han podido las preguntas de los medios de comunicación mientras Isabel Díaz Ayuso —desde los micrófonos de la Cadena SER— acusaba a Bolaños de haber asistido al acto "en calidad de provocación". Así, Feijóo y Moreno tratan de poner a resguardo sus perfiles políticos, menos dados a la confrontación directa que el de Ayuso, aunque el líder de los populares azuce el choque desde la segunda línea.
Por ejemplo, aunque Feijóo guarde silencio, la secretaria general del partido, Cuca Gamarra, hizo suyo el discurso de Ayuso y calificó como una "absoluta provocación" de Bolaños lo ocurrido en los actos del Dos de Mayo. También el coordinador general del Partido Popular, Elías Bendodo, señaló al ministro. A pesar de insistir en que no había que "darle" más recorrido a la polémica, Bendodo defendió en una rueda de prensa desde la sede nacional partido que le "consta que todas las reglas protocolarias se cumplieron" y acusó a Bolaños de intentar "ser el protagonista" de la fiesta de la Comunidad de Madrid.
Todos los dedos en el PP apuntan a Bolaños. "Ningún ministro de Feijóo haría eso", dicen fuentes del entorno del presidente popular. Pero, ¿hubiese ocurrido lo mismo con el gobierno de la Xunta de Galicia? Se hace el silencio en Génova, donde reconocen que "las relaciones entre Sol y Moncloa son las que son". "Seguramente no", terminan diciendo. La cúpula del partido tiene más que asumida la tensión constante entre el Ejecutivo nacional y una Díaz Ayuso que ha hecho de la confrontación directa con el presidente del Gobierno su principal capital político.
Así, es evidente que la presidenta madrileña se siente más cómoda en el choque frontal con el Ministerio de la Presidencia, y por extensión con el Gobierno, que Núñez Feijóo —que se pone como principal tarea la "recuperación" de la normalidad institucional y repite desde hace un año que "la forma es la garantía de las cosas" —. Lo que explica el silencio público de Feijóo sobre lo sucedido en la Puerta del Sol.
Tampoco ha contado con el respaldo público del presidente andaluz, Juan Manuel Moreno Bonilla, que ha escapado a las preguntas de los periodistas y a quién ella ha defendido frente al Gobierno en la polémica por Doñana. Frente al mutismo de Moreno, el presidente de la región de Murcia, Fernando López Miras, que, alineado con el discurso de Sol y Génova, reaccionó así: "Ayer asisitmos a un espectáculo más que lamentable que creo que al final es lo que quería Sánchez y su gobierno. Aquí en lugar de hablar de un discurso brillante de la Comunidad de Madrid, estamos hablando de esto".
Con todo, tanto Feijóo como su dirección nacional creen que la Comunidad de Madrid actuó bien y que quien 'pegó' primero fue Bolaños. "Es una reacción a lo que él intenta", razona una fuente del partido que reconoce que la imagen no fue la mejor "entre instituciones". Creen también en el PP que a Feijóo "no le afecta nada" lo que sucedió porque "se mantuvo en su sitio", que no fue otro que el de casi protagonista. Porque Díaz Ayuso no solo le colocó junto a ella en la tribuna de personalidades, sino que la emisión en directo del acto que hizo la Comunidad de Madrid tuvo muy en cuenta la presencia del líder popular.
No sale dañado Feijóo, defienden los populares, pero sí reforzada Ayuso, apuntan algunos dirigentes del PP. Creen que a las puertas de la campaña del 28M, un choque de este calibre beneficia a la presidenta madrileña y reafirma su liderazgo. Preguntada este martes por si había forzado la bronca con Bolaños por intereses electorales, Ayuso respondía así: "¿A mí me hace falta? ¿Estoy en una posición para que a mí me haga falta algo de esto?". Todas las encuestas la sitúan a las puertas de la mayoría absoluta, para la que necesita arrebatarle votos a Vox.
Lo cierto es que escena de la responsable de protocolo de la Comunidad cerrándole el paso a Bolaños fue la guinda a varios días de discusión entre las dos administraciones por la presencia del ministro, a quien Ayuso no invitó al acto."Los gobierno autonómicos tienen legitimidad para desarrollar unas invitaciones. Cada casa tiene sus normas", justificó este miércoles en una entrevista radiofónica la presidenta madrileña, que reivindicó su "voluntad" como criterio fundamental para organizar el acto oficial del Dos de Mayo, día de la sociedad madrileña. Sí invitó el año pasado a Sánchez, pero no asistió y envió a Bolaños en su lugar, previa publicación en el BOE para autorizar la representación del presidente del Gobierno.
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