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'Caso Máster' de CifuentesEl falseamiento del máster de Cifuentes se produjo cuando preparaba en secreto su candidatura a las elecciones de mayo 2015
La sincronía entre el cambio de notas y el inicio de la preparación "clandestina" de su candidatura para las elecciones del 24 de mayo de 2015 señala que Cifuentes reactiva la consecución del título de su inacabado máster para neutralizar las voces críticas de su partido ante un curriculum académico poco lucido o incluso discutido.
Pilar L. González de Lara
Madrid-
El inicio del año 2021 se presenta intenso en actividad judicial con casos mediáticos de por medio. A las novedades de la macrocausa Tándem o Caso Villarejo, del Caso Nicolás, Gürtel y sus piezas separadas, etc., se une a partir de este lunes 18 el inicio en la Audiencia Provincial del juicio del Caso Máster por el que Cristina Cifuentes —expresidenta de la Comunidad de Madrid y, anteriormente, representante del Ministerio del Interior como Delegada del Gobierno en la capital— se sentará en el banquillo como acusada por un delito de falsedad documental para la obtención ilícita del título de un máster oficial de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC) y por el que la fiscalía le solicita tres años de prisión.
El Caso Máster se inicia después de que eldiario.es publicara el 21 de marzo de 2018 una serie de documentos procedentes del sistema informático de la URCJ que mostraban un cambio injustificado efectuado cuatro años atrás (el 23 de octubre de 2014) en las calificaciones de dos asignaturas y un Trabajo Final del Máster (TFM) inacabado en el que la entonces Delegada del Gobierno de Madrid se había matriculado para el curso 2011/2012. Las modificaciones de octubre de 2014 permitieron que el 4 de noviembre la universidad emitiese el título a su nombre.
Cifuentes afirma haber cursado todas las asignaturas y haber hecho y expuesto el TFM, y achaca las modificaciones practicadas en su expediente por funcionarios de la universidad a una subsanación de errores informáticos sin relación con ella. La postura de la fiscalía es otra: no cree que el trabajo final de máster llegara a realizarse y exponerse, y piensa que el acta que teóricamente "prueba" que el trabajo final de curso fue realizado y expuesto es falsa.
No es previsible que el juzgado ahonde en los motivos que llevaron a Cifuentes, una política habituada a las traicioneras aguas del Partido Popular madrileño, a correr el riesgo de ejecutar un subterfugio semejante y con tantos testigos. Pero más allá de lo entretenido o triste (según cada cual) que resulte ver caer a políticos que se creyeron inmunes, es necesario preguntarse a qué fin servía el famoso máster y qué intereses se jugaban en la trastienda: quién participó, por qué, cómo y cuándo surgió todo.
La versión que ha venido defendiendo eldiario.es, el medio que lanzó la exclusiva, es que Cifuentes deseaba el título de máster porque "quería hacer un doctorado" para "luego centrarse en la docencia", una vez finalizada su etapa de política.
Los resultados de la investigación llevada a cabo por Público apuntan en una dirección diferente; a una motivación menos cultural, más prosaica, rentable y más consistente con la cronología factual: Cifuentes necesitaba brillo para neutralizar posibles críticas dentro de su partido a su poco lucido (incluso discutido) curriculum académico, sobre todo si aspiraba a un cargo político de relevancia en Gobierno regional o local de Madrid. El máster se ajustaba como un guante a este objetivo: un título en Derecho Público Autonómico y Local. En suma, una estrategia pigmalión en el avispero del PP madrileño para conseguir un quórum interno sin sobresaltos.
Cifuentes preparaba su candidatura cuando su expediente académico fue modificado
De entrada, hay una coincidencia temporal entre el cambio de notas (octubre de 2014) y el inicio de la preparación "clandestina" de la candidatura (septiembre de 2014) con la que Cifuentes pretendía postularse, en un primer momento a la alcadía de Madrid, en las elecciones autonómicas y municipales de mayo de 2015. Así al menos se lo manifiesta el exalcalde de Cartagena José Antonio Alonso Conesa a su socio Alejandro de Pedro en una conversación del 16 de octubre de 2014, pinchada por la Unidad Central Operativa de la Policía (UCO) e incluida en el sumario Púnica:
"La Delegada del Gobierno está, bajo mano de manera clandestina, creando un equipo para relanzar su imagen para la alcaldía".
Alonso Conesa informa a De Pedro que Cifuentes ha decidido lanzarse en pos de la alcaldía de Madrid y que prepara su candidatura "bajo mano" y de forma "clandestina" en un despacho. Cita como fuente al expresidente de la Comunidad Valenciana Eduardo Zaplana, que a su vez había sido informado por un "tío que había cantado la gallina" y al que no se identifica.
De Pedro y Alonso Conesa sopesaban en dicha conversación la oportunidad de ofrecerse profesionalmente a Cifuentes, porque gestionaban un negocio para relanzar o mejorar la imagen de políticos y/o empresarios en Internet, mediante diversos instrumentos como una red de diarios digitales zombies. Como valedores, prescriptores o identificadores de oportunidades contaban con Zaplana y otros nombres conocidos (Donato González, máximo ejecutivo en España del banco Societé Generale; Javier López Madrid, yerno del fundador de Grupo Villar Mir; el expresidente de Telefónica Juan Villalonga, etc.).
Villarejo y el incidente de tráfico de Aguirre
Para las elecciones de mayo de 2015 no había, a priori, resquicio para ningún otro candidato para la cabeza de la alcaldía y de la Comunidad de Madrid que no fueran Esperanza Aguirre, para el consistorio, e Ignacio González —hombre de confianza de Aguirre que la sustituyó en la presidencia cuando esta dimitió en 2012— para el Gobierno regional. Pero el destino vino a ayudar a Cifuentes por partida doble: por un lado, en forma de incidente de tráfico en el que Aguirre se da a la fuga y, por otro, con la aparición del comisario ahora encarcelado José Manuel Villarejo como hada madrina en funciones, al personarse éste con su Asociación Transparencia y Justicia en el juzgado de instrucción nº 14 de Madrid, que inicia el procedimiento para investigar la huida de Aguirre. Aunque el juzgado sobresee la causa en un principio, un recurso de Villarejo estimado por la Audiencia Provincial en septiembre de 2014 obliga al juzgado a proseguir y a llamar a Aguirre a declarar como investigada.
Villarejo recurría para que la fuga de Aguirre fuera investigada como delito y no como falta. El matiz era crucial, porque si era procesada por un delito la expresidenta de Madrid quedaba automáticamente fuera de la pugna electoral.
Reunión Aguirre-Villarejo, caída en desgracia de González
La propia Esperanza Aguirre confirmó que se vio con Villarejo cuando la Audiencia Provincial estimó su recurso y el juzgado reabrió el asunto. En declaraciones a los medios, Esperanza Aguirre dijo que Villarejo se puso en contacto con ella con la mediación de Antonio Viejo (entonces decano de los juzgados de Madrid y amigo del comisario). Según la exlideresa, Villarejo le dijo que la intención con el recurso era solo darle "un susto" y que iba "a parar". Y, efectivamente, paró: la asociación del comisario se desentendió del caso desde ese momento, el 19 de enero de 2015 el juzgado volvió a sobreseer la causa y Aguirre regresó de nuevo a la arena electoral. En paralelo se desarrollaba una intensa campaña en beneficio de Cifuentes que convivía con otra del mismo grado, pero en contra de Ignacio González, que llegó a hablar de una "campaña de acoso" orquestada por "comisarios".
Las aspiraciones electorales de éste se diluyen definitivamente cuando el 6 de marzo de 2015 el Comité Electoral del Partido Popular designa a Esperanza Aguirre candidata para la alcaldía y a Cifuentes, para la presidencia de la Comunidad. A Ignacio González se le da la puntilla tan solo dos días después, y como refrendo de la decisión tomada, con la publicación por un periodista afín a Villarejo del celebérrimo audio en el que se escucha un fragmento de pocos minutos de una conversación entre Villarejo, el comisario Enrique García Castaño y el propio González sobre su famoso ático, grabada el 29 de noviembre de 2011 en la madrileña cafetería La Mallorquina.
El audio del ático fue la gota que terminó con la trayectoria política del expresidente de la Comunidad de Madrid. El Caso Ático, archivado hace unas semanas, se reavivaba entonces de continuo porque el asunto no era ni mucho menos desconocido. Había salido a la luz, difundido por los mismos periodistas afines a Villarejo, tres años antes, en marzo de 2012, tras la defenestración del eterno rival de González, Francisco Granados, y el fallecimiento en enero del mismo año del entonces Director Adjunto Operativo de la Policía (DAO) Miguel Ángel Fernández Chico. Fue a este último a quien luego Villarejo atribuyó la orden de una supuesta investigación "en secreto" sobre el origen del ático y con la que justificó la grabación. Para ilustrar lo secreto de la investigación, Villarejo declaró en sede judicial que él y Fernández Chico se comunicaban por "hotmail" y no por los canales oficiales. En abril de 2012, el ministerio del Interior al mando de Fernández Díaz desde diciembre del año anterior, negó una investigación policial oficial sobre González y calificó de "ilegal" cualquier acción al respecto, al menos en lo tocante a los famosos seguimientos efectuados a González en Colombia.
Cifuentes usó el título a nivel interno en el PP durante un año
A pesar de que la Universidad Rey Juan Carlos emitió el título de Cifuentes en noviembre de 2014, poco después del cambio de notas, la política no incorporó el máster a sus perfiles públicos oficiales hasta casi un año después: nunca lo incluyó en su biografía de la web del Partido Popular y tampoco en la de la Asamblea de Madrid en su época de diputada. No figuró ni en su blog electoral ni en los dosieres para la prensa durante su campaña electoral. La primera referencia pública sobre este máster de la URJC es de agosto de 2015 en su página de la Comunidad de Madrid; es decir, tras la celebración de las elecciones. Un detalle muy remarcable y ciertamente sorprendente que indica que solo usó dicho título a efectos internos y no durante la precampaña y campaña electoral; sí utilizó, por contra, otro máster (en realidad oficialmente denominado Curso Superior) en Administraciones Públicas, en este caso impartido por el Instituto Ortega y Gasset y que Cifuentes había cursado, según sus perfiles, en el periodo lectivo 1999/2000. Este título sí fue incluido en sus dosieres para la prensa.
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