Este artículo se publicó hace 5 años.
Juicio independenciaLas excusas del Gobierno Rajoy en el juicio al 'procés': de no saber nada del 1-O a culpar de las cargas a los Mossos
El exnúmero dos de Interior, José Antonio Nieto, hace suya parte de la responsabilidad que se sacudió el exministro Zoido, pero defiende a capa y espada la "ejemplar" labor de los agentes el 1-0. Niega que hubiera cargas policiales “técnicamente” hablando, e incluso que existiera una orden política para que los 6.000 policías y guardias civiles desplazados se retiraran simultáneamente de los colegios electorales. Zoido salió gravemente malherido en dos horas y media, él resistió cuatro.
Alejandro López de Miguel
Madrid--Actualizado a
El Gobierno Rajoy ha pasado de no saber nada sobre un operativo policial inédito a culpar de todo lo ocurrido el 1 de octubre de 2017 a los Mossos d’Esquadra. Ya no es responsabilidad únicamente de la Generalitat, que convocó y amparó el referéndum soberanista; ahora también es los mandos y los agentes de la policía catalana.
Es el balance de la comparecencia como testigo del número dos de Interior en la época, José Antonio Nieto, ante la Sala de Lo Penal del Tribunal del Supremo, que enjuicia el procés catalán. Ha declarado para aportar algo de luz sobre la gestión del Ejecutivo que, hasta la fecha, no habían sabido explicar ni el expresidente, ni la exvicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría ni el exministro del Interior, Juan Ignacio Zoido. Pese a todo, ha dejado varias zonas en penumbra.
En concreto, el quinto miembro del Gabinete Rajoy en desfilar ante el Alto Tribunal ha reconocido que, entre septiembre de 2017 y enero de 2018, se dedicó "casi en exclusiva" a todo lo que rodea al referéndum del 1-O y está relacionado con la coordinación de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. Y ni siquiera este hecho le ha llevado a entonar un mea culpa, algo parecido a asumir la responsabilidad por las cargas policiales que están siendo investigadas por el Juzgado de Instrucción Número 7 de Barcelona, o por las condiciones de hacinamiento de buena parte de los más de 6.000 policías y guardias civiles que llegaron a estar destinados en Catalunya al mismo tiempo.
Nieto afirmó que nunca hubo una "orden política" o "judicial" para detener las cargas del 1-O. Ni Rajoy, ni Santamaría ni Zoido sabían nada de esto
No ha asumido un reproche, no ve contradictorio que un operativo destinado a secundar a los Mossos actúe por su cuenta, que ignore que este cuerpo incrementase en 2.200 el número de efectivos para el operativo, con respecto al plan inicialmente previsto. Ha asumido que se descartase mantener las vías de comunicación con los Mossos por pérdida de “confianza”. Estaba más por deslizar que los agentes de la policía catalana buscaban “otro objetivo”, sin concretar, en vez de impedir la votación.
En su lugar, prefería defender a capa y espada la actuación de los agentes, tildándola de "ejemplar" y negando incluso que hubiera cargas, “técnicamente” hablando. Sólo se usó la “fuerza mínima imprescindible”, según su relato, pese a que la ONU, el Consejo de Europa o Amnistía Internacional digan lo contrario. Para él, que el exmajor de los Mossos, Josep Lluis Trapero, le transmitiese que rechazaba la opción de usar la violencia para impedir las votaciones, de haber niños y personas mayores de por medio, era sólo una “excusa”, una argucia para quedarse al margen, en vez de la manifestación de su interés por evitar daños.
Donde otros ven violentas cargas, Nieto aprecia una "llamativa" forma de usar la fuerza, como mucho, una actuación "ejemplar", dice
Donde otros ven violentas cargas él aprecia una "llamativa" forma de usar la fuerza, sólo para "lograr un repliegue ordenado de las fuerzas de intervención". Y dispara con todo contra los Mossos: "Si los Mossos, de forma clara y evidente, hubieran manifestado su voluntad de cumplir el mandato judicial, el referéndum no se hubiese celebrado. Estoy convencido de que se habría desconvocado". Esta idea ha resumido su comparecencia, en sus distintas y variadas declinaciones.
Si para Rajoy, Santamaría y Zoido, la culpable de las heridas causadas por los agentes fue la Generalitat, para Nieto todo lo explica la "ineficacia y ausencia" de los Mossos, su falta de "interés" por coordinarse con la Policía Nacional y la Guardia Civil.
El exnúmero dos de interior afirma que ofrecieron a la Generalitat que las votaciones se celebraran en la calle
La novedad, lo que aportaba al relato del resto de miembros del Ejecutivo, es que ofrecieron a la Generalitat que el referéndum se celebrara en espacios públicos, en parques y plazas. El mismo Ejecutivo que negó que hubiera mediadores, para verse inmediatamente desmentido por el lehendakari vasco, Íñigo Urkullu, también testigo en la causa, pasó por alto este detalle, que habría sido trasladado al Govern en la Junta de Seguridad del 28 de septiembre. Nieto sí veía un referéndum, aunque sus superiores jerárquicos se demostrasen alérgicos a esta palabra, parapetándose en la Junta Electoral Central. Ofrecieron un referéndum simbólico, pero nadie había dicho nada hasta la fecha.
Además, el exnúmero dos de Interior negaba que hubiera una "orden política" o "judicial" para detener las cargas del 1-O. Ni las imágenes de la violencia que emitieron todas las televisiones, ni ninguna otra cuestión, tuvieron “ninguna influencia” en la decisión de dejar de golpear a ciudadanos desarmados. Este golpe de timón únicamente se justificaba en base a una "cuestión física", para permitir descansar a los agentes, que llevaban en pie desde las 4.00 de la madrugada, siempre según su relato.
Nieto desmiente a Zoido, que dijo no saber nada de nada: "Conté con el apoyo del ministro"
Y él es el primer miembro del Ejecutivo que se ha atrevido a aportar algo sobre esta cuestión, de la que nadie sabía nada hasta hoy. Siempre, eso sí, sobre la base de que tuvo supervisión, que Zoido no estaba tan perdido como aseguraba la semana pasada: "Conté con el apoyo de mi ministro y de otros ministerios", afirmaba el exnúmero dos al inicio de su intervención, midiendo, evitando repetirlo. Pero dejándolo claro en los primeros minutos.
El 'soldador' del relato de "violencia"
Y, mientras Zoido reversionó el "no sé" y el "no me consta" durante 2 horas y media, Nieto ha acaparado casi 4, toda la mañana del lunes. Su relato era importante, lo sabían todas las partes, para apuntalar o no la tesis de la supuesta violencia en el procés, clave para sostener el delito de rebelión.
No ha dejado de repetir la idea de que hubo violencia, la palabra esquivada por Rajoy
En esto, el exsecretario de Estado de Seguridad ha cumplido con lo que se esperaba: no ha dejado de repetir la idea de que hubo violencia, palabra esquivada por Rajoy, -apenas pasó de puntillas sobre esta idea-, mientras que Santamaría y Zoido siguieron el guión, aunque el último ni siquiera supo citar un solo caso concreto de agresiones a policías.
Como soldador de este relato, Nieto no ha querido dejar cabos sueltos: ha criticado el nivel de "resistencia" de los ciudadanos que votaron el 1-O, asegurando que en muchos casos no fueron pacífica -distinguió entre quienes actuaron "de buena fe" y quienes no"-, y ha tenido tiempo para asegurar que el 20-S la ausencia de Mossos -pese a que aparecen en las imágenes- contribuyó a que los concretados percibiesen que "no había límites", que esto explica en parte los daños que presentaron varios coches de la Guardia Civil. "No pudieron ser reutilizados prácticamente", decía sin renunciar a la palabra "destrozar". "Violencia".
Y, en contradicción con los relatos de todos los procesados, afirmaba que en el Ejecutivo sí tuvieron la sensación de que hubo violencia en la protesta ante la sede de la Consellería de Economía, que sintieron "mucha preocupación" por la seguridad de los guardias civiles y la comisión judicial que registraban esta sede. "La violencia la pudimos ver todos", apostillaba.
Contaba para ello con la inestimable ayuda del fiscal Javier Zaragoza, que llegaba a dudar, como él, de que efectivamente hubiera personas heridas por las cargas –"Había personas que parecían heridas", decía Nieto, tirando de brocha gorda-. "Hubo un número importante de incidentes cada vez que había una actuación de la Policía o la Guardia Civil", decía. Y esto le llevó a pensar que los Comités de Defensa de la República (CDR) –"Que derivaron en una actitud violenta"-, y otros grupos estaban detrás de este "efecto llamada".
Mete en el saco de las convocantes de protestas con incidentes a la ANC y a Ómnium, si bien no puede poner un sólo ejemplo de estas movilizaciones o dar un solo nombre
En este saco metía de alguna forma a las entidades culturales ANC y Òmnium Culutral, pero no era capaz de precisar al abogado del exlíder de la primera, Jordi Sànchez, un solo ejemplo concreto. "En prácticamente todas las movilizaciones estaban la ANC y Ómnium"; "En la mayoría de concentraciones había personas identificadas e identificables [de estas organizaciones]", decía, aunque no sabía facilitar un solo nombre. "No recuerdo". "No recuerdo horas y fechas", "le digo [sobre convocatorias] en redes", se excusaba, en respuesta a Jordi Pina.
Tampoco era capaz de responder a Xavier Melero, letrado de Joaquim Forn, que le mostraba dos entrevistas en las que el exnúmero dos de Interior había asegurado que para poder impedir el referéndum hubieran precisado emplear a 60.000 y a 90.000 agentes, respectivamente. Hay en torno a 17.000 mossos en Catalunya, pero esto no impedía a Nieto repetir su soniquete: "Si desde el cuerpo de los Mossos d’Esquadra se hubiese quedado manifiestamente claro que iban a impedir el 1-O, se hubiese impedido".
En este tira y afloja con Melero, el letrado le llevó a reconocer que, en contra de lo que había declarado poco antes, la orden judicial para impedir el 1-O no incluía precintar los colegios, e incluso que tuvo conocimiento de las armas abandonadas en un coche de la Guardia Civil el 20-S y perdidas en la manifestación "a través de los medios de comunicación".
Con todo, ha sido la quinta, pero no la última performance de la Administración Rajoy en el juicio. Este martes comparecen también el responsable directo del operativo el 1-O, Diego Pérez de los Cobos, y el delegado del Gobierno en Catalunya, Enric Millo, entre otros. Será la traca final de los "no sé" y "no me consta" de la gestión marca Rajoy en Catalunya.
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