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Exhumación de FrancoEnsayos para el traslado del dictador
Dos helicópteros han recorrido lunes y martes la zona que rodea el Valle de Cuelgamuros, en una suerte de ensayo general del traslado de los restos de Francisco Franco, que tendrá lugar este jueves a las 10.30 horas. La basílica que todavía alberga los restos del dictador y el complejo arquitectónico han permanecido cerrados desde el sábado 12, un día después de que el Consejo de Ministros anunciase definitivamente la exhumación.
Manuel Sánchez
Madrid-
El Gobierno en funciones ultima estos días el traslado del cuerpo del dictador Francisco Franco. Los vecinos del área que rodea el Valle de Cuelgamuros, en plena sierra de Madrid, han sido testigos lunes y martes de una suerte de ensayo general en el que dos helicópteros han sobrevolado varias veces la zona, mañana y tarde. Previsiblemente, el cuerpo del dictador saldrá este jueves del Valle al que llegó en 1975, y lo hará en una de las aeronaves utilizadas en estas maniobras.
Los helicópteros han sobrevolado la zona del Valle entre el lunes y el martes, en una suerte de ensayo general para el traslado de la momia del dictador
Fuentes del Ejecutivo confirman a Público que los dos helicópteros avistados en las últimas horas en el entorno del Valle de los Caídos efectivamente están ensayando el operativo ideado para el traslado de los restos de Franco. No detallan cuando comenzaron estos ensayos, ni si seguirán teniendo lugar hasta el momento de la exhumación.
Hay dos Super Puma preparados para esta misión, por si uno de ellos fallase, si bien el Gobierno de Pedro Sánchez mira con preocupación las últimas previsiones meteorológicas, que auguran que el traslado podría complicarse.
La expectación es máxima ante la inminente exhumación del dictador y su posterior inhumación en el cementerio de El Pardo-Mingorrubio, prevista para este jueves a las 10.30 horas. El plan inicial de Moncloa era realizar el traslado el miércoles, y así se lo comunicó de manera informal a su familia, pero optó por retrasarlo hasta el jueves para operar con mejores condiciones meteorológicas.
De hecho, la climatología, en una zona de montaña con habituales ráfagas de viento, preocupa al Ejecutivo en funciones, aunque el plan B contempla el uso de un coche fúnebre para ejecutar el traslado por carretera. Por seguridad y por la visibilidad que esto daría al traslado -se quieren evitar los más que probables homenajes fascistas al paso del convoy-, se espera que este plan sólo sea contemplado como ultimísima opción.
Por todo ello, el despliegue de seguridad es considerable; la Basílica y el conjunto monumental del Valle han permanecido cerrados desde el sábado 12 de octubre, un día después de que el Consejo de Ministros anunciase el definitivo traslado de los restos del dictador antes del 25 de octubre, algo más de dos semanas antes de las elecciones del 10-N.
A su vez, pese a la decisión del Gobierno, del firme respaldo del Congreso de los Diputados, y del aval del Tribunal Supremo, la familia Franco -con ayuda del prior del Valle, Santiago Cantera, y de la Fundación que ensalza la figura del dictador-, ha lanzado toda una ofensiva judicial para bloquear la exhumación. La última entrega de esta batalla se cerraba este martes, con dos sonoros portazos; uno, del propio Supremo, que ha rechazado el recurso de los nietos contra su providencia de la semana pasada, que permitía al Ejecutivo en funciones la entrada en la basílica.
El segundo, venía de parte del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo 13 de Madrid, al que la familia ha solicitado la suspensión cautelarísima de la obra. El juzgado, que apenas ha requerido unas horas para despachar esta petición -el Supremo ya sentenció que no se requería licencia de obra y que sólo este tribunal podía pronunciarse sobre las decisiones del Consejo de Ministros-, ha llegado a acusar a los Franco de actuar "a la desesperada" para frenar la exhumación.
El Gobierno ha fijado el coste máximo del traslado en 63.000 euros y tiene preparado hasta el más mínimo detalle para su ejecución. Se calcula que el proceso de exhumación en la Basílica durará entre una y tres horas y, una vez fuera, el traslado en helicóptero llevará cerca de 15 minutos. El ataúd de Franco aterrizará en un pequeño helipuerto de una finca propiedad de Patrimonio del Estado y allí, antes de acudir al cementerio, se reunirá la comitiva familiar.
Durante todo el proceso estará presente la ministra de Justicia en funciones, Dolores Delgado, en su calidad de notaria mayor del Estado. Una vez dentro del panteón del cementerio de Mingorrubio, el prior Cantera y el sacerdote Ramón Tejero Díez-hijo del golpista Antonio Tejero- oficiarán una misa.
El Gobierno ha permitido esta celebración católica, así como la presencia de símbolos políticos y banderas en el panteón donde será enterrado, pese a que el mausoleo está en un espacio de propiedad pública. También ha sido rehabilitado con fondos públicos, y su mantenimiento correrá a cargo del erario público. Los Franco no han querido comprarlo.
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