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Elecciones Madrid El PP describe a Ayuso como símbolo de "concordia" que "huye" de la polarización... mientras se arrima a Vox

La dirección del PP sitúa al partido ultra en el "centroderecha" y augura una "victoria arrolladora" de la presidenta madrileña que permita a Pablo Casado llegar a La Moncloa, aunque sea de la mano de Santiago Abascal.

La presidenta de la Comunidad de Madrid y candidata a la reelección, Isabel Díaz Ayuso, junto al presidente nacional del Partido Popular, Pablo Casado, durante la presentación de la candidatura del Partido Popular de Madrid para las elecciones a la Asamb
La presidenta de la Comunidad de Madrid y candidata a la reelección, Isabel Díaz Ayuso, junto al presidente nacional del Partido Popular, Pablo Casado, durante la presentación de la candidatura del Partido Popular de Madrid para las elecciones a la Asamblea de Madrid del próximo día 4 de mayo, este miércoles en el Auditorio del Parque Lineal del Manzanares. Juan Carlos Hidalgo / EFE

Pablo Casado trata de renegar de la imagen que se ha construido Isabel Díaz Ayuso durante el último año como principal ariete al Gobierno de Pedro Sánchez. Un título que ella ostenta con orgullo y que le ha granjeado un protagonismo sin igual durante la pandemia. La presidenta de la Comunidad de Madrid se ha opuesto -casi de manera sistemática- a las decisiones planteadas por el Gobierno central en aras de frenar la propagación del covid-19, como son los cierres perimetrales. Decisiones que sí avalaban otras autonomías del PP. 

La presidenta madrileña ha llegado a describir al Ejecutivo de coalición, conformado por una coalición entre PSOE y Unidas Podemos, como un "régimen totalitario" y ha presumido de que la Comunidad de Madrid es el "contrapeso incómodo" a ese "totalitarismo". Precisamente en esa dirección ha ido su eslogan de campaña: "Comunismo o libertad". La dirigente del PP asegura que los madrileños decidirán entre "la realidad de la gestión y los proyectos, o las políticas que donde se aplican solo provocan paro, miseria, hambre y ruina". 

Sin embargo, a juicio de Casado, la madrileña no "confronta" ni "polariza". "No es verdad el cliché que se intenta trasladar de que Isabel Díaz Ayuso es una persona que quiera confrontar con Pedro Sánchez. Más le gustaría a Pedro Sánchez, más le gustaría a Pablo Iglesias, más le gustaría Gabilondo". Esas han sido las palabras exactas del líder del PP en el acto de presentación de candidaturas. El conservador ha situado a Ayuso y a los madrileños como "víctimas" de los ataques de la izquierda. 

"Esta es una candidatura no solo de libertad, sino de concordia", ha proseguido el máximo representante del PP. "Aquí no confrontamos con nadie, son ellos los que intentan derruir un sistema de vida que no solo han triunfado en Madrid, que triunfan allá donde el gobierna el PP". Según Casado, son "los valores de la libertad, del humanismo cristiano, del respeto de la nación" que defiende esa "mayoría silenciosa", que no va a tolerar un "jovencito Frankenstein" en Madrid. 

Casado también espera sacar rédito del resultado de las urnas el próximo 4 de mayo y ya profetiza su ascenso a La Moncloa de la mano de Ayuso tras dos fracasos contra Sánchez. "La victoria arrolladora de Isabel Ayuso va a ser la clave para que yo llegue a ser presidente del Gobierno cuando se convoquen elecciones, la historia se va a repetir", ha asegurado. Las mismas palabras que  pronunciaban, con minutos de diferencia, el portavoz nacional José Luis Martínez-Almeida, y el presidente del PP de Madrid, Pío García-Escudero.

Almeida sitúa a Vox en el "centroderecha"

La estrategia del PP en estos comicios es intentar atraer todo el voto 'derechista' —que en 2019 se decantó por Ciudadanos y Vox—en torno a la candidatura de Ayuso. Todas las encuestas señalan que la dirigente del PP obtendrá la primera plaza, pero en ninguna ostenta la mayoría absoluta que auguraban desde Génova. Es más, algunas encuestas señalan que tampoco podría revalidar el gobierno sumando a Vox, lo que preocupa a una parte del PP madrileño. Según confirman fuentes populares a Público, la presidenta ha solicitado a sus compañeros de filas que no critiquen al partido ultra.

Una directriz que Almeida ha cumplido al pie de la letra. El también alcalde de la capital ha ubicado a los de Santiago Abascal en el espectro ideológico del "centroderecha". "Sigues siendo la misma Isabel que después de las elecciones del 2019 fue capaz de poner de acuerdo a los tres partidos del centroderecha —en referencia a PP, Cs y Vox— para conformar un Gobierno en la Comunidad de Madrid", ha dicho Almeida. "Tres meses te costó. Esta vez te va a costar mucho menos", ha vaticinado. 

Hace apenas unas semanas, tras la contundente derrota del PP en Catalunya, tanto Almeida como el resto de la dirección nacional del partido, se refieron a Vox como "populistas" y "extremistas" de derechas. En esos comicios la formación ultra les duplicó en votos y triplicó en escaños. En la misma comparecencia en la que Pablo Casado anunció el traslado de la sede de Génova 13 ante la plana mayor de su partido, prometió que el PP seguiría "en la centralidad" porque las elecciones se ganan desde ahí.

La dirección del PP se acerca a los postulados de Vox

En la Junta Directiva celebrada la pasada semana, Casado puso el foco en cuestiones que había apartado de su discurso tras emprender su giro "al centro". y habló sobre la "seguridad ciudadana", una cuestión en la que Vox hizo mucho hincapié durante la campaña catalana, al denunciar la "inseguridad" que se vivía en las calles de muchas localidades. "Hay seguridad en las calles, pero se empiezan a ver más delitos, más delincuencia por la crisis económica", dijo.

Un discurso que va en consonancia con las últimas declaraciones de la presidenta de la Comunidad de Madrid. Tras los disturbios en las calles generados tras la condena del rapero Pablo Hasel, Ayuso censuró la "violencia callejera" de los manifestantes, a quienes definió como "delincuentes". " Mi solidaridad con los policías heridos y mi condena absoluta a los delincuentes que han asaltado las calles con el apoyo de la ultraizquierda", sostuvo. 

Casado también abordó uno de los mantras 'estrella' del partido ultra: la migración irregular y la "cultura de la vida". Aunque el líder del PP no habló de "menas", como sí hacen los dirigentes de Vox para referirse a los menores no acompañados, a los que vinculan con la "delincuencia", sí pidió un acuerdo de estado para hace frente a la "inmigración ilegal". 

Por lo que respecta a la presidenta madrileña, tras el inicio de la segunda ola en Madrid, culpó a la población migrante de la alta tasa de contagios de coronavirus en la región. "Sobre todo los contagios se dan en los distritos del sur (...) Se están produciendo, entre otras cosas, por el modo de vida que tiene nuestra inmigración en Madrid y por la densidad de población en estos distritos y municipios. Es una forma de vivir en Madrid", afirmó. 

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