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Las elecciones de Castilla y León fuerzan el calendario de Unidas Podemos y no serán un ensayo del proyecto de Yolanda Díaz

En esta comunidad todavía no se ha terminado de cerrar un acuerdo entre Podemos e Izquierda Unida, las dos principales fuerzas que sostienen el espacio confederal. El adelanto electoral tiene lugar en un momento en el que la vicepresidenta segunda del Gobierno ni siquiera ha comenzado el proceso de escucha a la sociedad civil que sustentará su proyecto.

Pablo Fernández
El portavoz de Podemos y secretario general del partido en Castilla y León, Pablo Fernández, este lunes en la sede de la formación. Juan Carlos Hidalgo / EFE

El calendario previsto por Unidas Podemos, como el de la mayoría de partidos, tenía marcado en rojo Andalucía como la primera cita de un ciclo de elecciones que culminaría, en principio, con unos comicios generales en 2023. Sin embargo, el adelanto electoral forzado por el presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, ha invalidado cualquier previsión en este sentido.

La primera parada del ciclo electoral será en esta comunidad, y no en Andalucía, y tendrá lugar en el mes de febrero (el domingo 13), y no en primavera, como estaba previsto.

Este adelanto ha pillado a Unidas Podemos en un momento complejo tanto en Castilla y León como a nivel estatal. El espacio confederal y Podemos se encuentran inmersos en un proceso de rearme territorial que se inició después de que Ione Belarra fuera elegida como secretaria general de la formación morada.

El objetivo de Belarra, cuya candidatura en las primarias de Podemos se llamaba "crecer", es el de avanzar en la implantación territorial de su partido, asentar la unidad con las organizaciones del espacio confederal y explorar nuevas alianzas para ensancharlo. Este trabajo buscaba reforzar la posición de la formación morada en un contexto en el que los partidos de izquierdas están expectantes acerca de cuál va a ser su papel en el proyecto político que Yolanda Díaz quiere poner en marcha.

Aunque este trabajo se ha venido desarrollando en los últimos meses en todo el Estado (también en Castilla y León, donde la Secretaría de Organización de Podemos ha centrado buena parte de sus acciones políticas), el calendario con el que se trabajaba fijaba la de Andalucía como la primera cita electoral.

Esta comunidad autónoma iba a ser el escenario que podría servir de primer 'ensayo' tanto a la hora de medir el rearme territorial de Podemos (Belarra protagonizó hace algo más de una semana un acto con cargos municipales en Málaga), como a la hora de poner en marcha una plataforma política que superase al actual Unidas Podemos y ampliase sus alianzas con otras formaciones y colectivos (y que tratase de darle un mayor protagonismo a la sociedad civil).

Un escenario difícil para explorar nuevas alianzas

Sin embargo, el movimiento del PP en Castilla y León ha enterrado este escenario. Unidas Podemos deberá concurrir a unos comicios antes de lo previsto, sin haber concluido el proceso de rearme territorial y sin que Yolanda Díaz haya comenzado a dar pasos para definir su proyecto político.

En esta comunidad ni siquiera existe un Unidas Podemos equiparable al de otros territorios o al grupo parlamentario del Congreso, ya que en las últimas elecciones las dos principales formaciones que sustentan a este espacio político (Podemos e Izquierda Unida) concurrieron por separado.

En la actualidad, hay mucho trabajo avanzado de estos dos partidos para lograr una confluencia electoral, y el acuerdo parece muy cerca, pero todavía no se ha cerrado. Con el adelanto electoral, ambos partidos deberán agilizar sus plazos para pactar la confluencia y que haya un Unidas Podemos en Castilla y León que incluya a Podemos, IU y Alianza Verde.

Pero más allá de este espacio, no hay nada claro a la hora de ampliar las alianzas. Otra de las cuestiones que se estaban estudiando en Unidas Podemos era su relación con las plataformas de la denominada España Vaciada, pero tras la decisión de Soria ¡Ya! de concurrir a los comicios con su propia estructura, parece prácticamente descartado que el espacio confederal busque extender sus alianzas en esa dirección.

El portavoz de la formación y secretario general de Podemos Castilla y León, Pablo Fernández, avanzó este lunes que su partido lleva tiempo "liderando ese proyecto amplio y plural para integrar a diferentes fuerzas políticas y a colectivos de la sociedad civil. El frente amplio es el horizonte a nivel nacional, y la primera parada es Castilla y León", aseguró refiriéndose al proyecto que quiere poner en marcha Yolanda Díaz.

Pero lo cierto es que la vicepresidenta segunda ni siquiera ha iniciado todavía el proceso de escucha de la sociedad civil que tiene previsto, en el que buscará reuniones con diferentes colectivos, asociaciones y personas en toda España antes de poner en marcha cualquier plataforma o proyecto político.

Díaz no va a dar este paso hasta que no se cierre un acuerdo sobre la derogación de la reforma laboral en el seno del diálogo social (algo que no está previsto hasta finales de año), y no parece probable que el adelanto de Castilla y León vaya a forzar sus plazos. Habrá que ver cómo se adapta Unidas Podemos a este nuevo escenario y cuáles son los márgenes de actuación y los plazos para que llegue en las mejores condiciones posibles a esta primera parada del ciclo electoral.

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