Este artículo se publicó hace 5 años.
Echenique se tendrá que sentar en la última fila del Congreso por la falta de accesibilidad
Pablo Echenique no es el único diputado ni trabajador que tiene dificultades para acceder a determinados sitios de la Cámara Baja, aunque sí es el primer parlamentario del núcleo fuerte de un partido que se ve relegado al 'gallinero'.
Beatriz Asuar Gallego
Madrid--Actualizado a
El secretario de Organización y número tres de Podemos, Pablo Echenique, tendrá que sentarse en la última fila del hemiciclo en los plenos del Congreso. En el sitio que se conoce como el ‘gallinero’. No es porque así lo haya dispuesto el grupo parlamentario del que forma parte: la falta de accesibilidad en la Cámara Baja imposibilita que pueda acceder a otros asientos. Según ha podido saber Público, la última fila es la única que está adaptad para personas con movilidad reducida. Para llegar al resto de espacios hay que pasar por la escalera del hemiciclo.
Echenique padece atrofia muscular espinal y se desplaza en silla de ruedas. No es el único diputado que ha visto limitada su movilidad por la falta de accesibilidad. Ya estuvieron en el ‘gallinero’ los diputados del PP Francisco Vañó e Ignacio Tremiño y el socialista Francisco Pleguezuelos. Pero sí es el único del núcleo fuerte de un partido ya que su ubicación natural sería junto a los números uno y dos de Podemos; Pablo Iglesias e Irene Montero.
Podemos aún no se ha pronunciado sobre esta situación y tampoco han aclarado a Público si reclamarán algún cambio en el hemiciclo. Este martes es la primera vez que los diputados se encontrarán en el hemiciclo por la constitución de la Mesa del Congreso, pero la actividad parlamentaria no se recuperará con normalidad hasta que pasen unas semanas. Hasta entonces hay tiempo para hacer alguna manifestación sobre esta situación.
El diputado de Podemos por Aragón ocupa dos cargos internos en Podemos; la secretaría de organización y la secretaría de acción de Gobierno. Por tanto, no se espera que tenga una intensa actividad parlamentaria pero las veces que tenga que intervenir en un pleno no podrá hacerlo desde la tribuna de oradores ya que también hay que subir por unas escaleras que tampoco están adaptadas. Como avanzó ABC, la opción más viable es que en estos casos coloquen una mesa en el suelo del Salón, cerca de las taquígrafas de la Cámara Baja. Tampoco podrá votar en urna al colocarse en esta misma zona y la presidenta de la Mesa del Congreso tendrá que subir hasta el sitio de Echenique para que pueda votar.
Echenique no es el único afectado por la falta de accesibilidad del Congreso, también trabajadores como periodistas
Tampoco es la única dificultad que tienen que afrontar las personas con movilidad reducida. Al patio del Congreso sólo se puede acceder desde el Palacio. Y llegar a esta salida tampoco es fácil porque tendría que pasar por más escaleras. En los pasillos de la parte baja del hemiciclo es dónde se encuentran los periodistas y, aunque no sea lo que más afecte en este caso, sí que afecta a otros trabajadores. Kiko Rosique, periodista de Servimedia, cubre información política desde el Congreso y cada día se enfrenta a varias barreras arquitectónicas al desplazarse en silla de ruedas. "El mayor problema es cuando se organiza inesperadamente un corrillo en el patio y tengo rodear el edificio, en lugar de bajar por las escaleras como todo el mundo. Alguien me sugirió una vez, aunque nunca me he atrevido a pedirlo porque no sé si se puede, que hubiera una rampa de doble sentido, ida y luego vuelta, donde ahora hay plantas y arbustos, aprovechando la longitud del patio y poniendo barandilla a ambos lados. Sería una buena solución", explica a Púbico.
Otros problemas: tampoco puede acceder a la tribuna del Hemiciclo ni a una sala de comisiones en la segunda planta del edificio de Palacio que tiene escaleras a la entrada y para llegar a los políticos tiene que "coger un elevador y entrar por detrás atravesando la sala". También cuenta que cuando iba en coche tenía problemas con el aparcamiento porque no podía acceder a los ascensores. "Eso es todo. Por lo demás, el Congreso está bien adaptado", indica Rosique.
El Congreso, sin reformas en los últimos 10 años
"No ha habido cambios en los últimos 10 años", explica Rosique. El periodista confirma que cuando llegó al Congreso tenía los mismos problemas que hasta ahora. Sí hubo cambios en la Moncloa. "En 2009, María Teresa Fernández de la Vega ordenó hacer accesible por mí, a petición de Servimedia, la entrada del edificio Portavoz del Palacio de la Moncloa. Donde ahora hay una rampa para ir a la rueda del Consejo de Ministros. Antes había escaleras".
Además de los problemas que cuenta Rosique, tampoco se puede acceder a todos los despachos sin dar rodeos porque hay escalones en las plantas, como ocurría en la quinta, que en la pasada legislatura estaba allí Unidas Podemos. Estas reformas podrían llevarse más o menos con normalidad, aunque el caso del hemiciclo es complejo porque, según fuentes del Congreso, no se pueden realizar obras porque el Palacio es un bien patrimonial protegido.
CERMI y Coemfe piden al Congreso que sea accesible
Los organismos internacionales alertan desde hace años a las diferentes instituciones españolas que hay que garantizar la accesibilidad a las personas con movilidad reducida. El Congreso no es la única institución que no cumple con este mandato pero que esto se dé en sede parlamentaria pone en aviso de la falta de adaptación que hay hacia las personas con movilidad reducida. De hecho, es algo que ya han denunciado tanto el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI) como la Confederación Española de Personas con Discapacidad Física y Orgánica (Cocemfe). De hecho, el CERMI ha instado al Congreso este mes de mayo a que haga accesible todas sus dependencias, servicios y canales de comunicación e información.
“El Congreso ha mejorado las condiciones de accesibilidad en los últimos años, sobre todo por la presencia de Diputados con discapacidad, lo que “forzó" a la Cámara a dar una respuesta para no excluir ni discriminar a sus miembros con discapacidad. Pero no ha culminado todas las actuaciones necesarias para que pueda considerarse un entorno universalmente accesible”, indican desde un comunicado la organización. El Congreso está “recabando sugerencias y pautas técnicas para hacer accesible la tribuna” manteniendo el “respeto al patrimonio histórico”. Sin embargo, de momento está será la situación durante las próximas jornadas.
Rosique plantea la cuestión de los derechos de otra forma: "No sé si se podrían hacer las reformas y, en cualquier caso, no me gusta el planteamiento de exigirlo como un derecho ni denunciarlo como una supuesta discriminación. Los derechos no son intrínsecos ni universales. Prefiero plantearlo como que una sociedad racional tiene el deber de intentar corregir las injusticias que genera el azar ciego: ya sean por desigualdad económica, por problemas de salud sobrevenidos, por discapacidad o cualquier otro infortunio. Debe hacerse pero entiendo que hay más problemas en el mundo y que, si no estás en mi situación, no siempre es fácil darse cuenta de las cosas que fallan".
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