Este artículo se publicó hace 8 años.
La deuda en los ayuntamientos del cambio se reduce 160.000 euros cada hora
Los ayuntamientos gobernados por candidaturas de confluencia ciudadana han logrado en su primer año y medio de gestión una notable reducción de la deuda que ronda los 2.300 millones de euros.
ZARAGOZA .- Los alcaldes del cambio están aliviando la deuda pública de sus ciudades a una velocidad de vértigo: 160.000 euros por hora tras haber amortizado y saldado más de 2.100 millones en créditos en su primer año y medio de gestión.
Esas operaciones, que han ampliado el margen de maniobra económica y financiera de esos consistorios al reducir la factura anual de intereses -algunos créditos llegaban al 5% y los de demora alcanzaban en ocasiones el 8%-, suponen más de dos terceras partes de los casi 3.000 euros de deuda que los ayuntamientos españoles han saldado en su conjunto en lo que va de legislatura municipal.
El grueso de esa amortización corresponde a Madrid, que desde julio de 2015 ha activado operaciones que al acabar 2016 habrán saldado deudas por 1.793 millones y habrán reducido la deuda municipal a 3.844.
Es decir, que el monumental lastre de 5.637 que dejó el equipo de Ana Botella habrá perdido casi un tercio de su peso en 18 meses. Y bajará a algo menos de la mitad -2.729- cuando termine la legislatura si se cumplen las previsiones del equipo económico de Ahora Madrid, que prevé amortizar otros 397 millones el año que viene.
El descenso alcanza los 97 millones en año y medio en Zaragoza, periodo en el que el endeudamiento con los bancos y entidades oficiales de crédito habrá pasado de 834 millones a 737, un nivel que –al margen de polémicas sobre cómo debe computar la deuda de 256 originada por la puesta en marcha del tranvía- la ciudad había superado en 2008, antes de celebrar la Expo del agua.
“Lo primero era poner orden en las cuentas municipales”, explica el concejal de Economía de la capital aragonesa, Fernando Rivarés (Zaragoza en Común), que estos días comienza a negociar con los grupos municipales unos presupuestos con 47 millones para inversiones y 99 para servicios sociales después de haber saldado otros 109 en infradotaciones heredadas, pagar 87 en “sentencias del pasado que explotan en el presente” y aplicar medidas de ahorro como una rebaja de tres millones en la factura de la luz. Rivarés espera amortizar el año que viene otros 53,6 millones, lo que dejaría la deuda de la ciudad en 684.
En una cifra similar se encontraba Valencia al cierre del segundo semestre: 686 millones tras haber amortizado 40 en el primer año natural de la legislatura, según el Banco de España, y situar al consistorio, que cerró el 2015 con un superávit de 61 millones, en su nivel de endeudamiento más bajo de los últimos diez años.
Esa política financiera permitirá que el ayuntamiento rebaje su deuda a 669,5 millones cuando acabe el año -tras amortizar 56,5 en 18 meses- y que prevea saldar otros 86 en 2017. Si se cumplen esas previsiones, al acabar el próximo ejercicio mantendrá créditos vivos por valor de 583,5 millones, algo más de la mitad de los 1.046 con los que la ciudad batió su récord en 2008, coincidiendo con la Copa América.
Barcelona, por su parte, amortizó 138 millones de euros en una sola operación a finales del año pasado, con lo que redujo los créditos vivos de 974 a 836 millones para reducir otros dos este año. Ese volumen de deuda supone apenas una cuarta parte de su presupuesto, que supera los 2.400 millones.
Mientras tanto, la reducción de la deuda alcanzó en Cádiz los 13,3 millones de euros entre julio de 2015 y mayo de 2016 y llegará a los 10,8 en Santiago de Compostela al acabar el año.
El ayuntamiento de la capital gallega habrá amortizado en año y medio una cuarta parte de los casi 47 millones de endeudamiento que se encontró al llegar, lo que liberará alrededor de 400.000 euros de la partida que la ciudad tiene que destinar cada año al pago de intereses.
El nuevo equipo de gobierno de A Coruña centró sus primeros meses de su mandato en refinanciar la asfixiante losa de 75 millones en préstamos que soportaban las cuentas municipales, que terminó creciendo en cinco el año pasado. La reducción superó los dos millones de euros en Ferrol en el primer ejercicio de esta legislatura.
Casi la cuarta parte de la deuda que las cuatro principales ciudades del cambio mantenían al acabar el segundo semestre de este año -1.516 millones de 6.800- estaba, según los datos del Banco de España, en manos de entidades financieras extranjeras.
Eso ocurría, concretamente, con 138 millones en el caso de Valencia, con 387 en el de Barcelona y con 991 en el de Madrid.
El grueso de los restantes 5.284 millones de euros que entonces sumaba su endeudamiento estaban contratados con bancos españoles, salvo una partida de 53 de Zaragoza vinculada al Fondo de Financiación de Entidades Locales.
De las otras nueve capitales de provincia españolas de más de 300.000 habitantes, solo Málaga, con 18 millones, y Palma, con 23, mantenían créditos vivos con entidades financieras de otros países.
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